martes, 6 de julio de 2010

Las abuelas orcas cuidan a sus familias como las humanas

La mayor parte de las hembras puede procrear durante toda su vida. Hay tres excepciones conocidas: el ser humano, la orca ('Orcinus orca') y la ballena piloto de aletas largas ('Globicephala melas').
En estas tres especies, las hembras tienen la menopausia a una edad relativamente joven -teniendo en cuenta su ciclo vital-. Y no es lo único que tienen en común. Una investigación llevada a cabo por científicos de las Universidades de Exeter y Cambridge, en el Reino Unido, ha comprobado que, a medida que envejecen, las hembras de estas tres especies se sienten más ligadas a los miembros de su comunidad.
Como consecuencia, las 'abuelas' están más motivadas para hacer lo mejor y lo que consideren necesario para la supervivencia de su familia.
El 'rol de abuela'
Según los investigadores, existe un 'rol de abuela'. Por un lado, las hembras más ancianas del grupo ayudan a las madres jóvenes compartiendo su experiencia. Por otro, al dejar de tener crías, permiten que las nuevas madres dispongan de más recursos.
El estudio, publicado en 'Proceedings of the Royal Society B', es el primero que ofrece una explicación plausible sobre por qué estas especies son las únicas en las que las hembras dejan de ser fértiles cuando todavía les quedan varias décadas de vida.
Aunque el comportamiento de estas especies que tienen la menopausia es distinto, las tres tienen un nexo en común. En sus estructuras sociales, las hembras están más vinculadas a aquellos que las rodean a medida que se hacen mayores.
Ayudar a criar a los nietos
Por ejemplo, en el caso de los humanos, las mujeres jóvenes suelen dejar el hogar familiar cuando encuentran a un compañero con el que procrear. Más adelante, cuando sus hijos comienzan a tener descendencia, paulatinamente van estando más ligadas a sus familiares y dejan de reproducirse para ayudar a criar a sus nietos.
Sin embargo, este argumento no sirve para explicar el comportamiento de las orcas y de las ballenas piloto, pues en ambos casos las hembras se quedan con su familia natal durante toda la vida. Sólo de manera ocasional se van con otros grupos para procrear. Este estudio muestra, sin embargo, que en todos los casos las hembras están más cerca de sus hijos a medida que envejecen.
Para los científicos, es un misterio por qué algunas especies tienen la menopausia a una edad temprana. Algunos estudios previos habían sugerido que las hembras de chimpancés y gorilas también tenían la menopausia, aunque los resultados no fueron concluyentes.
A diferencia de los humanos y de las ballenas, en otras especies de mamíferos, los machos suelen ser los que dejan a su familia para encontrar una compañera con la que procrear. Las hembras normalmente se quedan con sus madres. Según se sugiere en este estudio, éstas seguirían procreando en lugar de dejar de reproducirse para cuidar a sus nietos.
Aunque seguramente no se trata del único factor que explica la menopausia, los investigadores creen que este estudio aporta algunas claves para comprender por qué ésta se da en un número tan restringido de especies del reino animal.
elmundo.es

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