martes, 3 de mayo de 2011

Sexo embarazoso


Por Juan Yesnik
RevistaOhlala.com

Los cambios sexuales durante el embarazo son inevitables, tanto en la pareja como en la intimidad de cada quien. En este sentido, se juegan cuestiones que van más allá del vínculo y del estado "embarazoso".

Por un lado están las barreras o temores de "la panza" y, por otro, las nuevas fantasías y clicks hormonales que despierta el embarazo. Muchas mujeres sienten más placer y ganas de tener sexo que antes, así como hay algunos hombres a los que la maternidad los "ratonea" al extremo.

Por otra parte, habrá que considerar la significación de "paternidad" y "maternidad" que puedan llegar a darle los protagonistas de esta cama, que ahora cobija una carga psicológica de extrema sensibilidad. En este escenario se despliegan las emociones, mandatos, valores y prejuicios sociales. La maternidad suele ser vista en la mayoría de las culturas como un estado extremo de pureza y sumisión filial. Todo aquello que rompa la postal de la "sagrada familia" será motivo de disrupción dentro y fuera de casa.

Lo cierto es que, por naturaleza, la mujer suele poner toda su atención en el hijo y en las nuevas formas de su cuerpo. Están también las mujeres que, por dependencia o temor al engaño o "abandono", extreman su atención sobre la pareja y despliegan todo un kit de estrategias para tenerlos en un puño.

Más allá de los niveles de deseo de la madre, la figura del hombre se juega en torno a dos sentidos: el erotismo respecto al nuevo cuerpo de su pareja y la idea persistente de que puede llegar a "invadir o lastimar" al feto. Hay quienes tienen la fantasía de que con la penetración pueden llegar a provocar un parto prematuro o anticipado. Más allá de esos temores, muy en su interior el hombre se sabe desplazado o corrido de foco.

En definitiva, los encuentros y desencuentros durante el embarazo siempre están condicionados por un "tercero en discordia", muy distinto y especial.

Más allá de las generalidades del caso habrá que contemplar, fundamentalmente, la historia de la pareja y cómo los sorprende o compromete esta primera o nueva "maternidad/paternidad".

¿Puedo tener sexo sin problemas?

Como ya anticipamos, si bien hay mujeres que con el embarazo anulan sus posibilidades de vida sexual y se dedican a "empollar" a su cría (ya sea porque no hay otra prioridad o porque se siente ajena a su cuerpo o desvalorizada por los cambios corporales), hay otras que ya en la primera sesión con el obstetra preguntan: "¿puedo tener sexo sin problemas?".

Ante todo, deberíamos dejar en claro que, salvo en casos de riesgos o alguna otra advertencia particular del médico, nada debería impedir la práctica sexual durante el embarazo. Claro está que se recomienda evitar ciertas destrezas o prácticas que puedan resultar por demás irresponsables. Lo mejor, como siempre, es consultarlo todo con anticipación.

Como señalan los expertos, es fundamental para la mujer tratar de cultivar su capacidad erótica y buscar el orgasmo, ya sea por placer y autoestima así como por el bienestar de la pareja. Además, la práctica sexual ayuda a mantener la elasticidad de la zona pelviana, cuya flexibilidad será clave a la hora del parto.

Erradicar dudas y temores resulta fundamental. Durante el embarazo pueden aparecer ciertos trastornos sexuales que, más allá de ser habituales durante los meses de gestación, corren el riesgo de convertirse en disfunciones crónicas o definitivas, en caso de no contar con la información adecuada así como de ocuparse de ellas en tiempo y forma. Ya lo hemos advertido en notas anteriores, todo aquello que no se niegue, se desplace o postergue evolucionará como pueda en torno a los caminos de la ansiedad y la incertidumbre.

Como decimos siempre, es importante que la pareja pueda hablar de lo que pasa, lo que le gustaría o necesita. Sobre todo en momentos tan trascendentales como este donde, como ya dijimos, se juegan muchas sensibilidades.

A la hora del pensar en sexo durante el embarazo: besos, caricias, abrazos, palabras de amor al oído...Es un momento de gran aprendizaje y exploración emocional tanto para la madre, el padre y, también, para el hijo.

¿Qué se creés que hay que tener en cuenta para tener sexo durante el embarazo?

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