martes, 24 de mayo de 2011

LA OMS INVESTIGA SI LOS CELULARES PROVOCAN CANCER

Celulares en el mundo. En muchos países la cantidad de equipos ya supera el total de la población.


Una agencia de investigación en oncología que depende de la Organización Mundial de Salud convocó a 29 científicos de diferentes países y a 6 representantes de los organismos sanitarios europeos para evaluar si el uso de celulares y otros artefactos inalámbricos pueden aumentar el riesgo de sufrir cáncer.
El encuentro empezó hoy en la ciudad de Lyon, Francia, donde funciona la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, que se encarga de llevar a cabo estudios sobre las causas que pueden conducir al desarrollo del cáncer. Hasta el momento, esa agencia ha elaborado una larga lista de agentes que consideran “carcinógenos”, que incluye al tabaco, el arsénico o el cromo. Ahora, se pondrán a revisar la información disponible sobre los efectos de los teléfonos celulares sobre la salud, una asociación posible y altamente controvertida. Aún no se ha conseguido un consenso en la comunidad científica, y ha sido rechazado por las empresas que producen los dispositivos.
Los especialistas convocados en Lyon sostienen distintas posturas, y empezaron a evaluar y a debatir hoy si las ondas de radiofrecuencia que emiten los teléfonos celulares pueden producir cáncer, especialmente cáncer de cerebro, en los usuarios. También se revisará la información disponible sobre microondas y radares. En el encuentro, no están presentes especialistas de América Latina. La mayoría de los expertos son de países desarrollados.
“Hasta hoy, no hay evidencias robustas que permitan comprobar que el uso del celular genere cáncer de cerebro en las personas”, dijo a Clarín Daniel Gómez, quien es investigador en oncología y forma parte del concejo ejecutivo del Instituto Nacional del Cáncer de la Argentina. Este científico igualmente reconoció “la falta de evidencia no significa que el uso del celular esté libre de riesgo para la salud humana”. Por esto, consideró que “es muy bueno que la agencia dedicada al cáncer de la OMS haga esta convocatoria. Ojalá se llegue a un consenso y que permita aclarar a la población si los celulares implican un riesgo. O si sólo se trata de un mito más”.
Desde el inicio del uso de los teléfonos celulares en la década de los ochenta, hubo interés en sus efectos sobre la salud. Esto llevó a que se realizaran estudios para aclarar las sospechas.
Una de las primeras investigaciones fue conducida por el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos entre los años 1994 y 1998, con datos de personas que habían sufrido cáncer de cerebro. Ese trabajo no encontró riesgo alto de que los teléfonos celulares sean causantes de cáncer de cerebro, en base a los usos de la década pasada. Aunque sugirió que podía darse un riesgo pequeño de glioma, un tipo de cáncer que comienza en las células que rodean a las neuronas del cerebro (que se llaman glias).
Más recientemente, en 2006, hubo otro estudio en Dinamarca, con un seguimiento de 420.000 personas durante 20 años y –otra vez– no se demostró la asociación entre celulares y riesgo de cáncer.Sin embargo, la Oficina Federal de Protección de Radiación de Alemania señaló que el estudio danés no era concluyente. En tanto, en 2007 otro trabajo de Lennart Handell, de Suecia, revisó varios estudios y sugirió que una hora por día de uso del celular durante más de diez años podía aumentar el riesgo de tumores.
En mayo del año pasado, se dieron a conocer algunos resultados del estudio Interphone, que la misma agencia de la OMS apoyó financieramente desde el año 2000 en 13 países: Alemania, Canadá, Australia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Israel, Italia, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido y Suecia.
En ese momento, Christopher Wild, director de la agencia de la OMS, informó que no había mayor riesgo de cáncer entre las personas que utilizan teléfonos móviles. Aunque admitió que la investigación debía continuar por el rápido aumento de uso de esos dispositivos entre los jóvenes. Por esto, se puso en marcha en España un proyecto (se conoce como Mobi-Kids) que pretende evaluar la posible asociación entre la exposición a los celulares y el riesgo de padecer tumores cerebrales en población infantil y adolescente.
Con tantos estudios e incertidumbre, hoy se reúnen los expertos en Lyon, a pesar de que recibieron una carta abierta de otros investigadores y profesores universitarios, que forman parte de la Alianza Internacional de Campos Electromagnéticos, que les pidieron una demora en la toma de decisiones. En el mensaje que mandaron el viernes pasado, argumentan que la agencia de la OMS no debe tomar una decisión hasta que no finalice totalmente el estudio Interphone en los 13 países. Otro punto que los expertos objetaron fue la presencia de observadores que han trabajado para las empresas que fabrican celulares. Y pidieron que se den a conocer públicamente si los convocados para la reunión que empieza hoy tienen conflictos de interés con la problemática. Es decir, le exigen que se aclare si además de formar parte de universidades, también reciben algún tipo de dinero o realizan alguna consultoría para empresas del sector.
Pese a las críticas recibidas, los expertos de la agencia de la OMS darían un veredicto sobre la controversia el próximo 31 de mayo, según anticipó el vocero Nicolas Gaudin. Aunque las dudas sobre la seguridad de los celulares puede invadir a cualquier usuario hoy. “Es cierto que faltan pruebas, pero el celular no sería totalmente inofensivo, aunque tampoco debemos entrar en pánico”, dijo a Clarín ayer, Fernando Saraví, médico profesor en física biológica de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Escuela de Medicina Nuclear, quien hizo un estudio piloto sobre celulares y salud en la Argentina: “Sería razonable que se demore la recomendación hasta que se cuente con evidencias. Mientras duren esos estudios, la gente debería limitar lo más posible el uso del celular. No es para matar el aburrimiento. Hay que evitar las conversaciones extensas”.

También piden priorizar la salud neonatal y maternal

Los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobaron ayer impulsar a nivel global la atención neonatal para reducir la mortalidad de los recién nacidos, de los que 4 millones mueren al año en el primer mes de vida. “El objetivo es que a nivel mundial se promueva la atención neonatal como una prioridad y se aumente la concienciación de la comunidad internacional sobre la carga de la mortalidad neonatal, para reducirla mediante prácticas óptimas” de prevención y tratamiento de enfermedades, dijo la vicesecretaria de Salud de la región Costa e Insular de Ecuador, Fátima Franco. La viceministra encabeza la delegación de su país en la Asamblea Mundial de la Salud que se celebra en Ginebra, donde ayer se aprobó esta resolución sobre mortalidad neonatal presentada por Ecuador.
“Estamos muy satisfechos por la aprobación de esta resolución, porque los estados miembros vamos a tener el apoyo técnico indispensable de la OMS”, señaló. Franco recordó que uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio busca una reducción de dos tercios en la mortalidad de los menores de 5 años entre 1990 y 2015.
“Pero si bien la mortalidad infantil ha tenido un descenso significativo en los últimos años, el descenso de las muertes neonatales, es decir, en el primer mes de vida, no ha tenido la misma velocidad y se quedó estancada”, dijo. La mayor parte de estos fallecimientos se registran en los países de ingresos bajos y medios, y de ellos tres cuartas partes tienen lugar durante los primeros siete días de vida. La resolución insta a los estados miembros a acelerar los planes de acceso a intervenciones básicas de alto impacto y bajo coste.

Pocas respuestas de los fabricantes y operadores

Clarín se puso ayer en contacto con algunos de los fabricantes más importantes de teléfonos móviles y con las operadoras locales de telefonía celular. Y la mayoría de las empresas consultadas adujeron diferentes motivos para no efectuar declaraciones acerca de la reunión que hoy realizará la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una de las preguntas que Clarín hizo llegar a las operadoras fue si la posible relación entre las radiaciones de la telefonía celular y daños a la salud jugaba algún rol en sus políticas de compra de equipos. Ante esta consulta, desde Movistar señalaron que ellos adquieren “para sus redes y usuarios los mismos equipos y dispositivos que se utilizan en todo el mundo”. De la empresa del Grupo Telefónica agregaron que realizan controles periódicos de sus estaciones con el fin de verificar el cumplimiento de los niveles de radiación permitidos, establecidos en las normativas vigentes, y que obtienen valores muy por debajo de los máximos.
En tanto, de Nextel remitieron a la información que tienen publicada sobre el tema en su sitio web. Allí se le dedica un apartado al asunto, al que se lo presenta señalando que si bien la mayor parte de la población comprende la necesidad técnica de instalar antenas, “esto ha generado preocupaciones en algunos sectores de la comunidad”. Y afirma que “resulta importante destacar la posición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su nota descriptiva 304, que concluye que ’de todos los datos acumulados hasta el momento, ninguno ha demostrado que las señales de RF (Radio Frecuencia) producidas por las estaciones de base tengan efectos adversos a corto o largo plazo en la salud”.
Además, en la sección Preguntas Frecuentes dice: “Existen muchos rumores infundados sobre el funcionamiento de las antenas de comunicaciones móviles. La desinformación es la base de esta percepción de riesgo...” Las principales operadoras locales son Claro (con un 35,4% del mercado), seguida por Personal (31,4%) y Movistar (31%). Personal contestó a este diario que no contaba con un vocero disponible para referirse al asunto. Y fue imposible dar ayer con algún representante de Claro.
clarin.com 
Entre los fabricantes de equipos, Motorola y Samsung adujeron no tener a disposición a un ejecutivo para hablar del tema.

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