martes, 3 de mayo de 2011

Las matemáticas predicen la pinta que tendrá tu tatuaje en 20 años


Ahora estás muy orgulloso de todo eso que te has pintado en la piel y que seguro que escandalizaría a tu bisabuela. Pero espera unos años y verás como no estás tan contento con tu decoración corporal.
La tinta de los tatuajes, con el tiempo, tiene la mala costumbre de salirse de los perfilados bordes que el artista que te ha grabado el cuerpo definió en su momento. Los contornos se tornan borrosos, se difuminan las precisas líneas y lo que hoy tiene toda al apariencia de una obra de arte pasados unos años se parece más a un borrón informe o, si seguimos con el arte, a un cuadro de Jackson Pollock.
Pero nuestras amigas las matemáticas están aquí para echarnos una mano encima y ofrecernos una visión preliminar del aspecto que nuestro tatuaje podría tener en 20 años y con suerte ayudarnos a modificar el diseño y hacernos disfrutar de él mucho más… o quitarnos la idea de la cabeza. Y aún hay más.
Bajo la piel, la tinta no se queda quieta para siempre.
Al igual que nuestro cuerpo cambia y evoluciona lo hace la tinta contenida en nuestra epidermis, con lo que ello acarrea en cuanto a desdibujarse el cuidado diseño que tanto tiempo nos llevó decidir y tanto sufrimiento costó bajo la aguja del tatuador. Ian Eames, del University College de Londres, ha desarrollado una fórmula matemática que estudia esta progresión. Los fibroblastos celulares de la piel en los que se aloja la tinta tienden a dispersarse con el tiempo. Estos depósitos se ven también alterados por la división celular y es por ello que los dibujos tatuados pierden definición e incluso ven modificados sus diseños originales. Dibujar sobre un “lienzo” vivo es lo que tiene.
El modelo matemático de Eames tienen en cuenta estas circunstancias para calcular las modificaciones en los dibujos en largos plazos de tiempo causadas por la evolución de las células de la piel alrededor de donde quedan impregnadas de tinta. Se tienen en cuenta diversas variables como la zona en la que se realiza el tatuaje, la edad del tatuado, el tamaño del tatuaje, la exposición al sol…
Las conclusiones que se obtienen es que los tatuajes con dibujos muy minuciosos y con detalles de pequeño tamaño comienzan pronto a perder definición. Las líneas finas comienzan a verse afectadas antes que las de trazo grueso. Vamos, que el de “Prison Break” terminará con el cuerpo entero hecho un borrón. ─Antonio Rentero [New Scientist]
gizmodo.es

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