sábado, 21 de mayo de 2011

Compras: la culpa es de las hormonas



Evangelina Himitian
LA NACION
Podría ser un excelente argumento para ser usado el día en que el resumen de la tarjeta de crédito se desliza por debajo de la puerta provocando la discordia familiar: "No soy yo, querido? fueron las hormonas". Habrá que estar preparado después para lo que venga. De todas formas, este planteo tiene sustento científico (alegar esto sólo echaría más leña al fuego), ya que diversos estudios impulsados por académicos de universidades en distintas partes del mundo y también por consultoras especializadas en consumo indican que existe una relación causal entre aquello que las mujeres compran y lo que les pasa a sus hormonas.
Sí, aunque suene a pretexto. "Las hormonas rigen muchos de nuestros impulsos. Durante las distintas fases del período de la mujer, su cuerpo experimenta variantes emocionales, producto de los cambios hormonales. Antes de la ovulación, el cuerpo se prepara, está expectante. Después, a causa del cambio hormonal, se produce una sensación de pérdida que hace que la mujer se sienta menos confortable, justamente, durante su menstruación", explica el investigador del Conicet y profesor titular de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Juan Carlos Calvo, que acaba de presentar su libro Qué porquería las hormonas, un intento por acercar el conocimiento científico a la sociedad.
Por otra parte, investigadores de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, señalan que las mujeres compran y usan ropa sexy los días del mes en los que estaban ovulando. Todo esto lo hacen en forma inconsciente y, según los investigadores, para competir o impresionar no a los hombres, sino a otras mujeres, a quienes en esos días consideran como rivales, según explicó Kristina Durante, impulsora de la investigación.
Este grupo de investigadores se propuso justamente averiguar cómo los factores hormonales influían en la decisión de compra de las mujeres. Los resultados fueron publicados por el Journal of Consumers Research.
No fueron los únicos dedicados a investigar si existía relación entre estas variables. También un grupo de psicólogos de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, investigó el tema y trazó una relación entre un desajuste hormonal que se produce unos diez días antes de la menstruación y la compra a veces compulsiva de ropa u objetos cuya percepción cambia unos días más tarde.
Esto es, en esos días, según los investigadores británicos, las mujeres se sienten tentadas a comprar cosas que en muchas ocasiones no necesitan y que, al poco tiempo, cuando las hormonas se acomodan, dejarán de gustarles.
¿Cómo se llega a esa conclusión? El 65 por ciento de las 450 mujeres de entre 18 y 50 años entrevistadas reconoció que diez días antes de estar indispuestas compraron "objetos innecesarios" y que, para ello, habían destinado entre 40 y 400 dólares.
Las estadísticas de indumentaria señalan que los argentinos son grandes consumidores de ropa: cada año se compran unos 7 kg de prendas per cápita. La última encuesta de gasto de los hogares que hizo el Indec señala que los argentinos usan el 8,3% de su presupuesto personal en indumentaria: entre ropa y calzados. Si se compara con otros rubros, surge que se gasta más en vestimenta que en equipamiento y funcionamiento del hogar (7,2%) e, incluso, que en salud (7,6%) y esparcimiento (8,2 por ciento).
En total, en toda su vida, las mujeres pasan unos ocho años haciendo compras, según otro estudio del sitio web OnePoll. Los investigadores realizaron el cálculo sobre la base de vida de una mujer que a sus 63 años habrá gastado (diría un hombre) o invertido (diría ella) 25.184 horas y 53 minutos (1049 días completos) de compras.
Pero no todo es para las mujeres. Estas dedican casi el mismo tiempo para comprar ropa que comida: hasta 100 horas al año destinan a renovar el armario contra 94 para mantener llena la heladera. Otra de las actividades en la que más tiempo invierten es en mirar vidrieras. Hasta 51 veces al año se paran vidrio de por medio delante del objeto de deseo, actividad que les insume unas 49 horas al año.
Podría decirse que esta explicación de por qué el tema hormonal incide en la compra es un planteo demasiado machista, que las mujeres compran ropa porque aman la ropa y punto. Esto también es cierto: según otro estudio, hecho por la empresa Unilever, para el 61 por ciento de las mujeres perder su prenda favorita es mucho más traumático que un mes de abstinencia sexual. Es más: la mayoría de las mujeres dejaría de mantener relaciones sexuales durante 15 meses si, al finalizar ese período, se encontraran con un armario repleto de ropa nueva. Incluso, un dos por ciento de las encuestadas asumiría sin problemas tres años de abstinencia si se encontraran con la misma recompensa.
QUÉ DICEN LOS ESTUDIOS SOBRE LAS MUJERES Y SUS HÁBITOS
65%
Reconoció que 10 días antes de estar indispuestas compraron objetos "innecesarios"
7Kg
De ropa per cápita se compran cada año
8,3%
De presuesto personal en indumentaria
EN VOZ ALTA
Talles grandes que no se usan
"Nunca lo había pensado de esta manera, pero ahora ya encontré la razón por la cual muchas veces me compro remeras talle 2 y, cuando las vuelvo a usar, me quedan grandes. Es que en ese momento [por el ciclo menstrual], con la panza hinchada y anímicamente inestable, se ve que me siento más cómoda. Hace unos 15 días, me compré un solerito negro, divino, pero talle 2... Pasaron unos días, me lo puse para un baustismo y ya me lo veía raro. Y ahí está, trato de no mirarlo mucho porque me acuerdo de los 458 pesos que tengo que pagar y ¡me quiero morir!"
Mariela Novoa
Trajes de baño en plena ovulación
"Me cuesta relacionar el tema de las fechas, pero, si trato de analizar el momento en que compulsivamente salgo a comprar ropa, recuerdo que un verano, cuando estaba buscando quedar embarazada y entonces controlaba el ciclo de ovulación, salí a comprar trajes de baño. Compré varios modelos, algunos que jamás me hubiera comprado en otro momento, pero lo extraño fue que nunca me arrepentí de la compra. Tal vez sea cierto, todo es una cuestión hormonal. No lo había pensado así. Más bien creo que siempre es buen momento para gastar plata en ropa."
Martina Aguis
Hambre de salir y volver con bolsas
"La verdad no tengo presente las compras que hice estando indispuesta porque no me acuerdo ni lo que hice ayer. Pero intuitivamente (y no porque relacione con las fechas) creo que es posible que exista esa relación de las compras con los ciclos o las hormonas. En esos días, son varias las emociones que se acrecientan. Cuando una está indispuesta tiene más ganas de comer, más sueño, más sensibilidad, ¿por qué no podría haber más ganas de comprar? Creo que está bien que una esté dispuesta a gastar dinero en lo que sea y volver llena de bolsas."
Angélica Mazaira
La arrepentida que cambia
"Las hormonas son malas consejeras. Por regla general, evito salir de shopping estando en esos días, pero mi avidez por conseguir algo nuevo para mostrar hace que vidriera por la que pase, vidriera que me quedo mirando. Y de tanto mirar, algo termino comprando. El problema es que como estoy hinchada y me siento horrible no me lo pruebo, lo mido a ojo y me lo llevo. Pero, cuando llego a casa, jamás me queda bien. Entonces, espero que pasen esos días, voy al local, y lo cambio. Por supuesto, con una pasada obligada por el probador".
María Bottinelli
lanacion.com

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