martes, 6 de octubre de 2009

La dieta mediterránea también puede proteger de la depresión


LAURA TARDÓN
MADRID.- Mucha verdura, frutas, legumbres, cereales y pescado. La dieta mediterránea no sólo protege de las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Ahora, un nuevo estudio publicado en
'Archives of General Psychiatry' descubre que, además, puede reducir el riesgo de depresión entre un 40% y un 50%.
Estos resultados demuestran que "la dieta mediterránea podría tener un papel preponderante en la prevención de la depresión y abre una vía importante al conocimiento, con el objetivo de anticiparse a este grave problema de salud pública", afirma a elmundo.es Miguel Ángel Martínez-González, principal autor del trabajo y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra.
Una de cada cinco mujeres y uno de cada siete hombres desarrollarán un episodio depresivo con tratamiento médico a lo largo de su vida. Y, a su vez, esta enfermedad mental es una de las principales causas de suicidio. Según Martínez-González, "las cifras van en aumento y son preocupantes. En Europa, esta tasa supera ya a la de los fallecimientos por accidentes de tráfico".
Sin embargo, en los países mediterráneos como España y Grecia, la incidencia es más baja. "Sin descartar otras explicaciones, esto podría deberse a la dieta mediterránea", que incluye un alto contenido en aceite de oliva, grasas omega 3 (procedentes del pescado), ácido fólico y vitaminas del grupo B.
"El aceite de oliva influye en la estructura de las membranas de las células nerviosas y mejora el funcionamiento de la serotonina, un neurotransmisor implicado en la depresión", argumenta Almudena Sánchez Villegas, profesora titular de Medicina Preventiva de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que también ha participado en el estudio.
Por su parte, los ácidos grasos del pescado tienen un importante papel en el correcto funcionamiento del sistema nervioso central; y el ácido fólico y las vitaminas B12 y B6 de la fruta y la verdura ayudan en la síntesis de neurotransmisores y sustancias, como la metionina, implicadas también en el funcionamiento del sistema nervioso central.
Para "evitar las depresiones es importante que seamos capaces de adaptarnos a algunos factores adversos, como las frustraciones cotidianas, y para esto es básico el buen funcionamiento del sistema nervioso central, que depende de un oportuno aporte de nutrientes", justifica Martínez-González.
A mejor salud física, mejor salud mental
A pesar de que "se sabe muy poco del sistema nervioso central", Jerónimo Saiz Ruiz, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, avala la metodología de este estudio epidemiológico, en el que los expertos han evaluado la frecuencia de la enfermedad en función del grado de seguimiento de la dieta mediterránea clásica.
"Es la primera vez que se hace un seguimiento de más de 10.000 personas, durante cuatro años y medio y que relaciona un patrón de dieta global con la depresión. Hasta el momento, los trabajos realizados la asocian con nutrientes aislados, por ejemplo, el ácido fólico", aclara el autor principal.
Existen numerosos trabajos que relacionan el déficit de algunos componentes como el omega 3 con la depresión. Sin embargo, "ninguno es concluyente". Lo que sí se sabe, aclara el psiquiatra, es que el déficit de la serotonina se asocia con la depresión, aunque también con otros trastornos como el obsesivo y compulsivo. De hecho, los medicamentos que en la actualidad se indican actúan a este nivel.
Tanto los responsables de la investigación como el especialista en Psiquiatría señalan que hay que interpretar los resultados con cierta cautela. Así lo explica el doctor Saiz Ruiz: "Aquellos que hacen una dieta mejor, también tienen mejores mecanismos de autocontrol, para ver lo que les conviene o no. En general, tienen un mejor nivel de salud física y esto influye en la salud mental". Es decir, puede haber muchas variables secundarias asociadas a la dieta.
elmundo.es

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