lunes, 5 de octubre de 2009

Ensayan una vacuna local contra el cáncer de pulmón


Nora Bär
LA NACION
Cada año se presentan en el país casi 10.000 casos de cáncer de pulmón, el más frecuente en todo el mundo. Precisamente, si las pruebas en marcha y las que pronto iniciará un laboratorio de Brasil arrojan buenos resultados, los médicos podrían contar con una nueva arma contra esta enfermedad, uno de los tumores más agresivos y de menor sobrevida desde su diagnóstico, porque suele detectarse cuando ya presenta metástasis.
Aunque hasta ahora se cuenta con resultados en pocos pacientes, se espera que estos estudios en Brasil, más otros en la Argentina, Uruguay, Cuba, India, Singapur, Taiwan y Corea del Sur incluirán a 1082 pacientes, un número estadísticamente significativo.
Se trata de una vacuna terapéutica (es decir, que no previene, sino que retrasa la progresión de la enfermedad), fruto del trabajo multidisciplinario de investigadores de las universidades de Buenos Aires y de Quilmes, del Instituto Roffo y del hospital Garrahan, de la Academia de Medicina y de la compañía argentina Elea, y que hasta ahora ha mostrado perspectivas alentadoras.
"Próximamente comenzará en Brasil un ensayo clínico de fase III [la última etapa, antes de su aprobación por parte de las autoridades sanitarias] -explica el doctor Hugo Sigman, titular de Elea-. El laboratorio Eurofarma, que posee la licencia del racotumomab (nombre científico de la inmunización), ya tiene acordado el estudio en una decena de hospitales de varias regiones y, en principio, participarán 250 pacientes."
"Se trata de una vacuna que ya fue sometida a prueba en cáncer de mama y apunta a despertar la inmunidad contra los gangliósidos [blanco molecular específico de las células de cáncer de pulmón] -cuenta Graciela Cinat, oncóloga de planta del Instituto de Oncología Angel Roffo-. Particularmente uno que expresan mucho más las células tumorales y que utilizan para la invasión [de los tejidos]."
Privilegio inmunológico
Se sabe que en todo cáncer hay una respuesta del organismo, aunque insuficiente: el tumor tiene estrategias para hacerse "invisible" para el sistema inmunológico, lo que lo convierte en un sitio "privilegiado". La idea es estimular tanto la respuesta celular [mediada por células de la sangre, los linfocitos T] como la humoral [de anticuerpos].
"Según nuestros cálculos, esta inmunización podría agregar unos cinco meses de sobrevida -comenta la doctora Cinat-. No tanto por su impacto en la reducción del tumor, como la quimioterapia, sino por su estabilización, porque frena el avance de la enfermedad. Teniendo en cuenta que se han aprobado medicaciones con diferencia de dos meses de sobrevida y que, a diferencia de la quimioterapia, se trata de una medicación muy bien tolerada; es un logro. Es todo un logro."
Los especialistas coinciden en que los avances en cáncer, en el futuro cercano, probablemente no vengan de un solo medicamento, sino combinando varios tratamientos.
"Se van a producir cuando se acumule conocimiento de uso combinado de productos, como la quimioterapia y las vacunas", dice Sigman.
Pero más allá de la efectividad terapéutica, la experiencia ya constituye todo un éxito como emprendimiento público-privado. "Esta vacuna se inició con una idea de los cubanos, pero la Argentina hizo un aporte muy, muy importante -explica Sigman-. Es más: los equipos de universidades y hospitales que participan ya están recibiendo su retribución en equipos, instalaciones, doctorandos, tesistas y fondos que se fueron distribuyendo. Hace muchísimos años [más de una década] que estamos juntos y nunca hubo ningún conflicto. Ni siquiera se presentó la dicotomía entre ciencia básica y aplicada: desde que todo esto comenzó, publicamos 27 trabajos científicos en revistas de alto impacto. Para que estas cosas funcionen sólo hace falta honestidad, ser claros de entrada y generosidad de todas las partes. Eso va armando una red de amistad, de fraternidad, de trabajo en conjunto."
lanacion.com

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