domingo, 8 de mayo de 2011

Sadomasoquismo: la inconformidad del sexo

Por Mariano Casas Di Nardo
ConexiónBrando.com

Nada queda de aquellas pasiones que marcaron la época del romanticismo. El sexo y el erotismo dejaron de ser una consecuencia del amor y resabios de pasiones como las de Romeo y Julieta o de Ilsa Laszlo y Rick Blaine se desvanecieron a causa del desenfreno y de la vertiginosidad con la que se vive.

Las mentes humanas tribulan fantasías violentas, donde lo infame toma preponderancia por encima del goce. Y si bien la sexualidad compone una pieza importante de la relación humana, existen comportamientos que en el marco de una determinada cultura son inaceptables. Tanto el sadismo como el masoquismo son considerados desviaciones de las pautas "lógicas" que rigen la sexualidad terrenal. Pero existen y por ello merecen su consideración, estemos o no, de acuerdo.

Un poco de historia.
El Sadomasoquismo comenzó mucho antes de la irrupción de la literatura erótica, a fines del siglo XVIII, del emblemático Marqués de Sade. El primer indicio de una práctica sadomasoquista se encuentra en El Satiricón, novela escrita por Petronio en el año 65 de la era cristiana. Donde se hacía referencia a la historia de la sacerdotisa Oenothea, que conseguía la erección de Encolpio azotándole el vientre y el ombligo con ortigas verdes. Y el primer texto Sado es Confesiones de Jean-Jacques Rousseau en 1782, un siglo antes de que el escritor Leopold von Sacher-Masoch, diera a conocer el concepto de Masoquismo (1886).

Algo es cierto: en el sexo los únicos límites son los de la imaginación, pero esta práctica rompe con todas las teorías y hace tablas con la perversión y la demencia. Transformando al dominador en un demonio medieval y al dominado en un esclavo de la época napoleónica.

Manual introductorio.
El masoquismo se define como la obtención de goce sexual que obtiene un individuo al ser golpeado, dañado o humillado físicamente. Por el contrario, el sadismo surge de aquellos que obtienen placer a través de infligir sufrimiento tanto físico como psíquico. En este último, se puede elegir como pareja a personas que consientan el dolor (masoquistas) o atacar a personas que no consientan estas actividades, aunque se comenzaría a hablar de violación o estupro. El extremo del sadismo lo componen aquellos individuos que asesinan para obtener placer, donde por lo general, la víctima termina mutilada.

El repertorio con el que cuenta un sádico es bastante amplio. Sujeción con todo tipo de ligaduras, semiestrangulación, tratamiento agresivo de los genitales y pechos mediante pinzas o tenazas, pisoteo del cuerpo, golpes o latigazos, empleo forzado de consoladores de excesivo tamaño o de superficies erizadas de púas, etcétera. Y para su caracterización, se han creado los más diversos artilugios, que van desde un antifaz hasta una picana. La mayoría de los instrumentos de tortura y dominación que se emplean hoy, surgieron en los tiempos de la Inquisición, cuando en el siglo XVI, el Tribunal Eclesiástico castigaba a los herejes.

Conceptos
El acto sadomasoquista se llama disciplina; el ejecutante, amo y la víctima, esclavo. De este modo, se entiende que la asfixia y los latigazos son las disciplinas más frecuentes, pedidas y excitantes para ambas partes. Un poco más hard es apagar el cigarrillo en las partes erógenas o la ruleta rusa, aunque el amo sepa que el arma siempre ha estado descargada. El hielo, el agua fría, las vendas y las gillettes son parte del sado soft. En las disciplinas más intensas, muy pocas veces se llega a la penetración, mientras que en las "tranquilas", la penetración es la base de todo. Por su parte, el uso de ropa oscura en el amo y de todo aquello que sea metal y cuero, juegan un papel importante en el momento del acto. El dominio es tanto físico como visual, por lo que el esclavo, en esa diferencia de imágenes, goza delegando toda su soberanía.

Psicología Introspectiva
El dolor es una forma desesperada de comunicarse y de transmitir sentimientos y emociones. Que una persona posea poder sobre otra y la azote o castigue a su voluntad, es algo que produce excitación. La idea de sufrimiento altera sensibilidades y genera satisfacción. Pocas veces se piensa en una disciplina fingida con actores pagos, sino con aquella persona determinada, ocupando el lugar del cruel amo imaginario. Y dentro de esa fantasía, es fundamental que el amo se dirija en segunda persona, mientras que el esclavo debe hacerlo en tercera y lo más respetuoso posible. De lo contrario, un gran castigo recaerá sobre él.

Conclusión
El sadomasoquismo es una actividad que se realiza a escondidas, por lo que es imposible saber con certeza cuantas personas lo practican. Pero lo cierto, sea popular o no, es que es una de las tantas formas de vivir y sentir el sexo, y en su defecto, la pasión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTIMADOS HERMANOS:
Solicito el resarcimiento parafílico afable de ventosear al semblante por medio de densos pantalones agudos para zarandearlos extasiante con prominetes bates a los regenerados sexuales de las promiscuidades de diversa índole depravante que fueron restaurados afablemente para restablecerse con la sociedad moral a través de esbeltos dorsos de las cínicas pretenciosas que desean convalecerlos castos de la cohibicion necrofílica para saturarlos masturbatoriamente a nivel mundial por todas las muchedumbres femeninas de esbelto dorso para rescatarlos del trauma denigrante.

Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Promiscuo masoquista.