domingo, 15 de mayo de 2011

No cualquiera es adicto



La medicina presta hoy especial atención a las condiciones que se dan previamente en una persona para que se convierta en adicta a las drogas. La predisposición genética —de la que se sabe todavía muy poco—, el momento del nacimiento, trastornos de personalidad y un entorno familiar conflictivo generan un terreno fértil para que alguien abuse de ciertas sustancias. "Actualmente muchos chicos consumen pero no todos se vuelven dependientes. Es necesario analizar por qué", destacó Cristina Sáez de Arregui, médica psiquiatra especialista en alcoholismo y drogadependencia.
En paralelo, los esfuerzos de la ciencia apuntan hoy a estudiar qué pasa con el adicto a nivel psíquico y físico durante el consumo y también después, una vez que logra abandonar las drogas. "Todo ese recorrido es muy importante ya que nos permite tener más herramientas para trabajar en la prevención y para tener mejores opciones de tratamiento", confirmó la especialista.
Las relaciones afectivas juegan un papel fundamental. Familias con trastornos emocionales, con tendencia a la depresión, padres adictos a la comida, el juego o el alcohol, pueden ser factores de riesgo. Si a estas características se suman problemas de la personalidad del individuo y ciertos trastornos químicos de su cerebro es posible que se facilite el camino a la adicción.
El tipo de personalidad sería determinante. Ya se sabe, por ejemplo, que los llamados "borderline" ( en castellano: trastorno de la personalidad fronteriza o límite) tienen una mayor predisposición a la adicción a estupefacientes. Los "borderline", explicó Sáez de Arregui, son personas que se caracterizan por una "desregulación emocional, pensamiento extremadamente polarizado y relaciones interpersonales bastante caóticas. Suelen dividir el mundo en bueno y malo, lindo y feo, sin poder detectar los grises. Son inestables emocionalmente e irritables en extremo".
Otro aspecto que se analiza cada vez con mayor detenimiento es el de las condiciones del nacimiento: "Los casos más severos y complejos de drogadependencia han tenido sufrimiento fetal, prematurez, nacimiento fuera de término o un parto muy traumático lo que podrían haberles provocado características cerebrales similares a las que se encuentran en un adicto adulto", relató Sáez de Arregui.
"Hay patologías anteriores al consumo, sin dudas, y eso explicaría en parte por qué no todo el que prueba las drogas se queda en la adicción. Ya hay varias escuelas de pensamiento que dicen que muchos de los adictos encuentran en la droga la compensación a patologías previas. Son chicos depresivos o con trastornos afectivos, y como las drogas son muy poderosas funcionan como un fármaco. Es una teoría cada vez más en boga", destacó la especialista.
¿Qué rol cumple la droga en una persona? La médica comentó que el cerebro del adicto es como el del recién nacido: "Un bebé si tiene hambre llora, si se ensucia llora, si tiene frío llora y quien lo cuida responde rápidamente al llanto. Su aparato psíquico es inmaduro y no puede soportar la frustración. El adicto tampoco puede manejar la espera", explicó, y agregó que por eso muchos de los tratamientos actuales para salir de las drogas apuntan a que la persona se reconecte con sus emociones, con sus sentimientos, con la responsabilidad necesaria en un adulto. Sáez de Arregui está convencida que se puede encontrar la recuperación de la mano del tratamiento psiquiátrico individual y con la ayuda de los grupos de apoyo como Narcóticos Anónimos.
Una persona que tiene adicción al alcohol o drogas, y un trastorno psiquiátrico o emocional en forma simultánea presenta un "diagnóstico dual" y para recuperarse por completo necesita tratamientos para ambos problemas. Este enfoque es nuevo en la medicina.
¿Qué se desarrolla primero? Lo que se sabe hasta el momento es que en general el problema psiquiátrico antecede al de las drogas, "pero puede suceder que una persona consuma drogas, y alcanza con fumar marihuana de vez en cuando, para que se dispare un brote de tipo psiquiátrico del que tal vez no se pueda retornar", remarcó la médica, dando una pauta de la gravedad de las secuelas del consumo de sustancias.
lacapital.com.ar

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