domingo, 5 de diciembre de 2010

CRECE EL MERCADO DE JUEGOS Y JUGUETES SEXUALES PARA ELLAS

A ver, si le prometés un masaje descontracturante y le hacés un erótico, sos una puta. Ahora, si le prometés un erótico y le hacés un descontracturante, sos una tarada, ¿se entiende?”.
Quien dirige la clase es Paola Kullok. Se presenta como “experta en juegos sexuales, 10 años haciendo masajes con final feliz, más de 10.000 hombres masturbados”. El sujeto que recibirá el masaje erótico no es un muñeco inflable sino Poli, un hombre común. El objeto directo del masaje erótico no será su pene sino uno de plástico, color piel, rígido, exagerado, atado a la cintura.
–Pasame el gel. Esta mano sostiene acá, con esta otra abrís los dedos como una v, los flexionás un poquito, vas hasta abajo, girás y volvés a subir. Esto es maravilloso chicas. Es la única técnica que ellos no pueden hacer con sus propias manos–, explica Paola.
–¿Así? –No.
–¿Así? –No.
–¿Así? Qué poco talento.
–A ver, en la peluquería, ¿te lavan el pelo igual que como te lo lavas todos los días? No. Bueno, lo que estamos aprendiendo es una masturbación de lujo, no una de todos los días. Paciencia.
Son las 10 de la mañana del jueves y la clase de masaje erótico (2 horas, $ 90) es apenas una muestra de cómo la apertura femenina ha dado permiso al mercado de talleres, juegos y juguetes eróticos.
Paola parece la banda de cumbia del momento. Ha llegado a hacer ocho charlas/show por día: noches de despedidas de solteras, tecito en el barrio privado, desayunos en bares de café con leche. “¿Cuál es tu nombre de puta?”, pregunta a las alumnas ocasionales. Y son ellas –o sus dobles de riesgo–, quienes durante la hora y media que durará la charla a domicilio ($ 350) entenderán la enorme diferencia entre la masturbación y la masturbación exhibitoria y entre el masaje erótico que espera algo a cambio y el que es de pura voluntad.
En PK Escuela de Sexo, la primera del país, hay clases para mejorar varios puntos flojos. La de “alter ego” ($ 70) apunta a disfrazarse, por ejemplo, de mucamita, a comerse el personaje y a evitar sentir que estamos más para limpiar el baño que para construir una fantasía. La de “técnicas de seducción” enseña a crear juegos con comidas, a llamar al otro como si trabajáramos en una hotline y a inventar una cuponera con “vales por” cositas. Las clases de striptease, se sabe, son para quienes hayan sudado frío ante la palabra “bailame”. Y aunque ahora resulta que a nadie le pasó, en el restaurante afrodisíaco “Te mataré Ramírez”, casualmente, comenzará un “taller de strip y maquillaje hot”.
La sensación es que la pasividad en la cama dejó de ser entendida como un valor.
“Muchas mujeres de más de 35, 40 años que vienen de una generación en la que no se podía, hoy dirigen el rumbo de la sexualidad en la pareja. El hombre es más básico: lleva una porno y ya está.
La mujer es más compleja : no sólo viene a buscar un juguete sino que se ocupa de crear una fantasía para que el vibrador no sea un rival en la cama”, dice Agustina Zuberbuhler, psicóloga y dueña de Les Amants, un “love store” para mujeres en Palermo Soho.
El concepto es distinto al del sex shop tradicional. No es una cueva con ventanas tapadas y luces de neón y no hay vibradores color piel sino rosas, de “diseño”, con mariposas que mueven las alitas y estimulan el clítoris o más chiquitos, rodeados de strass. Hay juguetes más sado , para presionar los pezones, fustas y algún collar de perros, también rosados. Revolviendo entre una lencería exquisita, aparece un vibrador idéntico a un lápiz de labios ($ 200) y otro que simula ser un pastillero ($ 100). Hay joyas y joyas, como las esposas con strass de Swarovski y el vibrador que se conecta al Ipod y vibra al ritmo de la canción ($ 1.200).
Valeria, una abogada que creó la versión local del juego de mesa erótico “Yo nunca”, también tiene su mirada: “Esta mujer no es una geisha a disposición del hombre ni alguien que busca que no se le vaya el marido; es, más bien, una mujer reencontrándose con su propio placer ”. Y es por ese lugar más íntimo que “al servicio de” por donde pasan los talleres femeninos de Sophie Jones, pionera en reuniones tuppersex del país: hay para aprender a “liberar los bloqueos de los pensamientos a la hora del sexo” y para “rebalancear las energías femenino/masculinas”, un clásico de la mujer-orquesta.
Que se esté empezando a filmar “porno para mujeres” es otra prueba de la incorporación de la voz femenina (más allá del “oh yeah”). “En el cine porno hecho por y para hombres, los tipos son mafiosos, proxenetas, traficantes, espías, viejos verdes, carceleros; nosotras elegimos filmar con nuestros novios, amigos o el chico del delivery. En el cine de ellos, el sexo oral llega a provocar arcadas. Nosotras mostramos también una buena práctica oral dedicada a una mujer, porque nuestro placer importa, no somos sólo una garganta profunda”, dice a Clarín Erika Lust, gurú del nuevo cine porno para mujeres, que todavía sólo se puede ver por Internet. En sus escenas hay diferencias básicas con el porno tradicional: entendió que no muchas mujeres se excitan con un hipermusculoso aceitado, hay un guión que se sostiene durante más de tres segundos y la cámara no tiene la obviedad de una inspección ginecológica.

PARA RECIBIR Y DAR PLACER HAY QUE SABER COMO LLEGAR A EL

A Erika Lust, española y periodista, le molestaba tanto la mujer-objeto del porno tradicional que creó el propio: porno hecho por y para mujeres. Así lo contó a Clarín vía e-mail.
¿A qué se debe esta incorporación de la voz femenina al mercado? Las mujeres llevamos poco tiempo sintiendo que tenemos derecho a disfrutar de nuestra sexualidad, recordemos que todavía hay culturas que intentan anular el deseo femenino con actos tan crueles como la ablación. Pero muchas hemos entendido que para recibir y dar placer primero debemos saber cómo llegar a él. Eso se logra investigando, probando. Yo las llamo (y me incluyo) “masturbadoras informadas”.
¿Qué tiene de diferente el porno para mujeres? Nosotras queremos ver que las mujeres disfrutan y que no sólo son un objeto de placer para el hombre. Cuando vi porno por primera vez no fue amor a primera vista. Había algo de las imágenes que me excitaba pero también mucho que me molestaba. El placer femenino no estaba retratado y las situaciones sexuales que se plantaban me parecían ridículas, todas basadas en fantasías machistas: la chica descubre a su chico con su mejor amiga en la cama y, en vez de rallarse y tirar todo por el aire, ¡decide unirse a la fiesta! Creo que el nuevo cine hecho por y para mujeres trata sobre intimidad y relaciones; el de ellos, sobre sexo anal y eyaculaciones.
¿Difieren las fantasías? Las mujeres que ellos muestran generalmente son rubias, prostitutas, ninfómanas, lesbianas que follan con tipos o asesinas. Nosotras mostramos mujeres modernas, independientes, con sentimientos. En sus películas las mujeres violadas en el fondo disfrutan y siempre están dispuestas a todo; en las nuestras el sexo es compartido si hay una relación sexual y es siempre consentido. En nuestras películas al sexo hay que ganárselo.

DESPIERTATE NIÑA

La periodista española Sylvia de Béjar, coautora del “Duérmete, niño” (el polémico método para dormir infantes), escribió otro manual de autoayuda imprescindible. En “Tu sexo es tuyo” plantea la inquietante hipótesis de que “las mujeres nunca –ni siquiera hoy– hemos sido educadas para ser dueñas de nuestra sexualidad”. Muchas de las que toman clases o compran juguetitos están rompiendo ese paradigma. Están “aprendiendo a disfrutar”, no para complacer a sus parejas sino porque entendieron que el placer no es sólo un derecho masculino. Y asumieron, incluso quizás sin analizarlo, que la cama tiene que ser el primer lugar para las reivindicaciones de género.
clarin.com

No hay comentarios: