jueves, 9 de diciembre de 2010

John Lennon: Las confesiones de Mark Chapman

La Justicia le ha denegado la libertad condicional una y otra vez a Mark Chapman, el asesino de John Lennon. El comité de expertos que le evalúa cada dos años en el correccional de Attica (Nueva York) entendió, por última vez en setiembre de este año, que sigue sin estar preparado para vivir libre en sociedad.

El asesino de uno de los músicos más brillantes de la historia cuenta que mató a Lennon porque "era más fácil matarle" que acabar a tiros con Elizabeth Taylor o Johnny Carson. Chapman quería ser alguien, quería que el mundo hablara de él y conociera su rostro. Buscaba conmocionar y lo consiguió cuando abatió al ex Beatle a la salida de su residencia en el emblemático edificio Dakota de Manhattan.
"Creí que matando a John Lennon me convertiría en alguien, y en lugar de eso me convertí en un asesino, y los asesinos no son nadie", dijo Chapman en una entrevista publicada por El País de Madrid.
El asesino lleva 30 años en la cárcel y hace 10 que puede optar cada dos años por la libertad condicional. En las palabras de Chapman se nota arrepentimiento y reconocimiento de haber errado.

El asesino dice que encontró a Jesús y que vio la luz. "Le conozco. Ahora mismo está aquí conmigo, me está ayudando a hablar con ustedes", dijo Chapman al ser entrevistado.
Antiguo guardia de seguridad que sufría depresión cada cierto tiempo, Chapman confesó en la cárcel de Attica que tenía una lista de gente a la que quería matar para lograr salir de su vulgar anonimato. Pero el primer nombre era el del músico John Lennon.

"Me enteré de cuál era su edificio y fui allí. No parecía tener tanta seguridad como hubieran tenido los de las otras personas", explicó el preso y señaló que Johnny Carson y Elizabeth Taylor también estaban entre sus opciones.
Durante días, Chapman hizo guardia en Nueva York frente al apartamento de Lennon y su esposa, Yoko Ono. El 8 de diciembre de 1980 se despertó con una premonición: "Hoy es el día". Cuando la pareja volvió a casa, por la noche, Chapman cumplió su misión y acribilló al compositor.
"Yo era un don nadie hasta que asesiné al tipo más grande de la Tierra", dijo entonces.
En base a El País de Madrid
El País Digital

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo consiguió el malnacido. Un ser abominable y despreciable se hizo superfamoso. Ese miserable desde cuando debio de haber muerto. Pero el muy infeliz todavia se regocija de sus actos. Pero en fin, toda la culpa la tiene Yoko Ono, por no haberle contratado seguridad a Lennon.

Anónimo dijo...

completamente de acuerdo. la culpa la tiene la pendeja de la Yoko Ono, una pinche bruja despreciable y hedionda.