miércoles, 8 de diciembre de 2010

El nombre del bebé podría relacionarse con sus estudios futuros

Queda mucho tiempo para saber qué estudios querrán tomar nuestros hijos, muchos lectores ni siquiera tienen hijos aún, pero seguro que ya se están planteando qué nombre ponerles a los futuros bebés. Pues bien, volvemos con un tema curioso que tratamos hace unos días, ya que el nombre del bebé podría tener relación con los estudios que realice.
Como vimos, el nombre del niño se relacionaba con las calificaciones escolares de cierto modo, según se desprendía de una investigación publicada en 2009 por Julia Kube, en la Universidad de Oldenburg (Alemania) y dirigida por la profesora Astrid Kaiser.
En dicho estudio se ofrecía una lista de nombres propios asociados a prejuicios negativos y otra relacionada con prejuicios positivos, y también se sugiere que el nombre propio de un alumno influye en el tipo de estudios que realizará.
En concreto, había determinados nombres que se repetían más en los colegios de élite en comparación con los colegios dirigidos a las clases más bajas. En Alemania, los niños de clase más alta y con un rendimiento escolar más elevado acuden al “Gymnasium”, que suele ser el precedente de los estudios universitarios.
Por contra, los niños de nivel cultural más bajo y receptores de ayudas sociales suelen acudir al “Hauptschule” (la mayoría de sus alumnos acabará desempeñando oficios de poca especialización o baja remuneración).
Pues bien, el nombre de Kevin (asociado a bajo estrato social) aparecía exclusivamente en las listas de estudiantes procedentes del Hauptschule, pero no del Gymnasium. Algo bastante difícil de creer si se hubieran tomado los listados de alumnos de varios años y varios institutos, ¿no pensáis?
Me gustaría ver el estudio original para determinar cuáles fueron los datos analizados, si se cumplían más o menos con otros nombres asociados a connotaciones negativas en Alemania como Mandy o Cedric…
Lo que sí conocemos es que, del mismo modo que sucedía con las calificaciones escolares, esta curiosa asociación no se producía en el caso de las chicas, pues los nombres femeninos asociados a prejuicios negativos como Vanessa o Jaqueline sí aparecían indistintamente en el Hapstschule y el Gymnasium.
Como comenté al hablar de este estudio y su relación con las calificaciones escolares, aunque pueda haber cierta tendencia, ésta será temporal (las modas de los nombres son muy variables) y no determinante, pues seguro que muchos otros factores sí son relevantes a la hora de que un niño tenga unos estudios u otros en el futuro.
La imposición de unos u otros nombres tendrá una relevancia difícilmente mesurable, y no me preocuparía demasiado por si el nombre del bebé se relacionará con sus estudios futuros. Mejor vayamos pasito a pasito, que estoy segura de que, a priori, cualquier Kevin, Jessica o Fabiano de todos los Santos pueden tener estudios superiores.
genciencia.com

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