viernes, 10 de diciembre de 2010

El narcisismo ya no será un trastorno

Saldrá mañana?” La pregunta de uno de los especialistas entrevistados para esta nota, para saber si podría leer sus dichos impresos en el diario de hoy, lo confirma: el narcisismo es una característica común en el ser humano. El problema es cuando aparece en exceso. Sin embargo, el principal manual de psiquiatría del mundo ha decidido quitarlo, por primera vez, como trastorno de la personalidad. Es decir, ya no será considerado una patología.
La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, más conocido como DSM, que se editará en 2013, eliminó cinco de los diez trastornos que figuran en la edición actual, según informó The New York Times. El trastorno narcisista es el más conocido, y su ausencia es la que más revuelo causó.
Existe una noción popular sobre los narcisistas: personas que están siempre concentradas en sí mismas, con quienes la conversación gira todo el tiempo en torno de ellas. Pero eso no alcanza, según la psiquiatría, para que alguien reciba hoy un diagnóstico de trastorno narcisista de la personalidad.
“El rasgo que lo identifica médicamente es un marcado error de cálculo de las propias capacidades y posibilidades, acompañado de fantasías de grandeza. El narcisista está tan convencido del alto lugar que le está destinado, que espera que los demás reconozcan su superioridad y que se lo digan. Anhela la aprobación y la admiración de los otros y suelen ser muy sensibles ante la mínima falta de consideración de los demás, pero al mismo tiempo no tienen idea de cómo se ven las cosas desde la perspectiva de otras personas”, explica Charles Zanor, psicólogo de West Springfield, Massachusetts.
Esos ingredientes eran suficientes hasta ahora para definir una patología. A esto habría que agregar “la necesidad de menoscabar al prójimo para sentirse más importante”. Pero los médicos estadounidenses que elaboran el DSM (muy utilizado en la Argentina) esta vez no se pusieron de acuerdo con respecto a que esas características puedan ser consideradas hoy una “enfermedad”. En otras palabras, cada vez son más habituales, y por lo tanto queda desdibujado el umbral entre la patología y la normalidad .
“Arrogancia, soberbia, descalificación del otro, son la típicas características del narcisista. Pero en la sociedad occidental actual, donde prima el ‘culto al yo’, el narcisismo ha dejado de ser algo patológico”, señala el psicoterapeuta Roberto Sivak. Un colega suyo, Andrés Rascovsky, coincide: “Existe una creciente preocupación por uno mismo. Es el mensaje que se da desde los lugares de venta de poder y de consumo”. Y agrega: “El narcisismo le está ganando la batalla al altruismo”.
Según Sivak, “si el ser humano no se quiere un poco a sí mismo, no sobrevive. Cierto grado de narcisismo es fundamental. Pero su madurez se manifiesta cuando es capaz de convivir con otros. Lo malo es cuando el narcisismo llega a niveles desproporcionados”. Además, destaca que “no es casual que la eliminación del narcisismo como patología proceda de la cuna de la sociedad de consumo, que es Estados Unidos. En otros lugares del mundo, Oriente o Europa del este, es una vergüenza hablar de los logros de uno mismo y usar al otro en beneficio personal”.
Rascovsky, por su parte, aporta que “normalidad no es sinónimo de salud”. Se refiere a que el hecho de que el narcisismo ya no sea una conducta de manual para los médicos, no significa que el que lo padece goce de buena salud mental. “En todo caso –agrega– deberíamos hablar de la patología de una sociedad narcisista, y si esto es tratado como algo normal estamos en problemas”.
Según los especialistas, el narcisista rara vez llega a reconocerse como tal para pedir la ayuda de un terapeuta, pero esto puede traducirse a la larga en drogadependencia, automedicación, úlceras y hasta cáncer. Ese es, más allá del síntoma de una sociedad que puede hacerse la distraída, el peligro de que el narcisismo deje de ser considerado una enfermedad.
clarin.com

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