jueves, 27 de mayo de 2010

¿Es el oro la próxima burbuja?

Ha sido el sorprendente y galopante boom del último decenio. Si usted hubiera puesto su dinero en el oro hace 10 años, habría obtenido casi un retorno del 400%. Este rendimiento deja pequeño a todo lo demás —acciones, China, por no hablar de la vivienda. Pero ahora que el oro se encuentra cerca de máximos históricos, la pregunta de los US$1.200 por onza es obvia.
¿Se ha terminado la fiebre del oro?
Mucha gente inteligente se hace esta pregunta, entre ellos el profesor de Harvard Niall Ferguson, quien dijo a The Wall Street Journal que "el momento para comprar oro fue 1999, no 2010", si bien añadió que el oro podría seguir subiendo. Otros dirán que "el dinero bien invertido se alejó del oro hace meses". Pero la gente ha estado diciendo esto durante años.
Por supuesto, puede que tengan razón: el futuro, por definición, es desconocido.
Pero si existe una burbuja del oro, estas son las razones por las que todo aún no se ha acabado, y de hecho, por las que aún podría seguir en dirección vertical.
Primero, su reciente alza podría ser engañosa. Sí, el oro ha subido desde unos US$250 por onza a US$1.200. Pero ese avance se inició a unos niveles muy bajos. El oro había estado perdiendo valor durante dos décadas. En 2000-2001, se encontraba al fondo de un profundo mercado bajista. Había alcanzado mínimos históricos comparado con los precios al consumidor u otros activos como las acciones. Gran parte de su auge de los últimos diez años ha sido simplemente una recuperación hacia promedios a más largo plazo.
En segundo lugar, antes de asumir que la burbuja del oro ha subido a su punto más alto, veamos cómo se compara con las últimas dos burbujas —la locura tecnológica de los años 90 y la burbuja de la vivienda que tocó techo en 2005-2006.
El gráfico mostrado abajo no sólo le hace abrir los ojos sino que también le provoca un hormigueo en el estómago.
Compara el actual avance del oro con el repunte del Nasdaq en los 90 y de las acciones de las constructoras del índice Dow Jones en los 10 años anteriores a 2005-2006.
En mi opinión, son sorprendentemente similares.
Hasta ahora, el oro ha seguido la misma trayectoria que la dos anteriores burbujas. Y si continúa el mismo camino —y eso está por verse— el oro se encuentra actualmente donde estaban el Nasdaq en 1998 y el sector de la vivienda en 2003.
En otras palabras, justo antes de que estos mercados se pusieran en órbita.
Es posible que el dinero bien invertido ya no esté en el oro. Pero qué pronto nos olvidamos que este dinero se alejó demasiado pronto de las anteriores burbujas. El dinero bien invertido de verdad sabe que cuando realmente se gana dinero en una burbuja es justo al final, cuando se descontrola.
Hay otras razones para pensar que el oro todavía se encuentra lejos de ese punto.
Por ejemplo, el mercado de futuros, que está prediciendo que el oro subirá unos pocos puntos porcentuales al año durante los próximos años. Este porcentaje es inferior al que obtendría con bonos municipales.
Cuando el mercado cree que una inversión va a lograr un rendimiento inferior al de los bonos municipales, se puede decir con seguridad que no nos encontramos en el momento de la euforia.
Ahora déle una mirada a la cobertura de esta industria. En lo más alto de la burbuja los analistas de Wall Street que cubren un sector generalmente están optimistas. Esta vez no sucede lo mismo. De los analistas que siguen al gigante minero especializado en oro Barrick Gold, solo cerca de dos tercios creen que continuará al alza, según Thomson Reuters. Según los estándares de Wall Street, es una perspectiva cauta. Entre aquellos que cubren a Newmont Mining y Randgold Resources, es casi la mitad.
Por supuesto, no hay garantías de que el oro se convierta en otra moda. Pero el hecho de que ahora parecemos estar viviendo en Burbujolandia, la tierra de las burbujas perpetuas, sugeriría que hay un espacio abierto para este rol y en muchos casos, el oro podría cumplir ese papel.
El oro tiene una historia que grita "esta vez es diferente". Los bancos centrales del mundo están inundando el mercado con liquidez. Eso debería inevitablemente devaluar las monedas. El oro es la única "moneda" que ellos no pueden imprimir.
Tiene un ejército de creyentes que lo respaldan que claman cada alza como una "victoria" y se burlan de los escépticos con las palabras "Ellos no entienden".
Además, es fácil desligarse de la realidad. Usted no puede valorar el oro a través de medidas financieras tradicionales, ya que no genera flujo de efectivo. Así que hay mucho potencial para valorarlo de otras formas.
Dylan Grice, estratega de SG Securities en Londres, cree que las condiciones globales de hoy podrían desatar otra fiebre del oro como la de los 70. Entonces, al igual que ahora, el mundo perdió confianza en el dólar como depositario de valor. En aquel entonces, los banqueros centrales comenzaron a acaparar oro. Hoy, anota, ellos son los principales compradores de oro por primera vez desde 1988.
Y aunque el oro ha subido mucho, también lo ha hecho el suministro de dinero estadounidense. Grice calcula que incluso a los precios de hoy en día, el oro que el gobierno estadounidense almacena en lugares como Fort Knox apenas puede respaldar el 15% de la base monetaria estadounidense. Eso es casi su nivel más bajo.
En el cénit de la oromanía de 1979-1980, los precios del oro subieron tanto que el respaldo excedió el 100%. ¿Qué tanto tendría que subir el oro para que esto volviera suceder? A cerca de US$6.300 la onza, dice Grice.
Una vez más: no estoy diciendo que el oro se va a disparar. Estoy diciendo que hay un buen caso para decir que es posible.
El oro es una especulación potencialmente peligrosa y de alto riesgo. Cualquiera que piense en invertir en él necesita pensarlo muy bien.

wsj.com

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