sábado, 3 de diciembre de 2011

Dormir entre 6 y 7 horas diarias es suficiente


Un estudio realizado por científicos de la Universidad de California, en los Estados Unidos, adelantado ayer por LA NACION, indica que seis horas y media de sueño son suficientes para llevar una vida saludable. En cambio, dormir menos de cuatro, o más de ocho horas, aumenta el riesgo de muerte temprana.
La investigación, que aporta nuevos conocimientos acerca de cómo inciden en la salud las horas dedicadas al sueño, reveló que dormir más de ocho horas por noche es un factor de riesgo de cáncer, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. El autor del trabajo, Daniel Kripke, aclaró que se desconocen las causas por las cuales las personas que dormían entre cinco y siete horas tuvieron una mayor sobrevida que aquellas que disfrutaban de ocho o más horas de sueño nocturno.
El psiquiatra agregó que necesita más investigaciones para determinar si dormir mucho debería añadirse a la creciente lista de antiguos placeres, como fumar o beber alcohol, ahora considerados dañinos para la salud.
El estudio, publicado ayer en la prestigiosa revista Archives of General Psychiatry , formó parte de una investigación más amplia sobre prevención oncológica, realizada por la Sociedad de Cáncer norteamericana.
Mediante una encuesta -diseñada para responder a una docena de variables, como la edad, los problemas de salud y la educación-, los científicos analizaron los hábitos nocturnos de más de 1 millón de personas de entre 30 y 102 años durante 7 años (de 1982 a 1988). La edad promedio de las mujeres fue de 57 años y la de los hombres, 58. Los resultados recién se conocieron este año debido a dificultades técnicas.
Según la investigación, las personas que dormían habitualmente siete horas -cerca un 32 por ciento de las mujeres y un 34 por ciento de los hombres- tuvieron los mejores índices de supervivencia. En comparación, los que durmieron ocho horas fueron un 12 por ciento más propensos a morir durante el período que duró la investigación.

¿Los insomnes no mueren?

Los científicos hallaron poca relación entre el índice de mortalidad y el insomnio. Pero previnieron a los que toman somníferos, dado que su ingestión aumenta ligeramente el riesgo de muerte. No obstante, los especialistas aclararon que los datos, recogidos en la década del 80, no contemplan las nuevas generaciones de píldoras para dormir.
El jefe del Laboratorio de Sueño del Instituto Fleni, Horacio Encabo, dijo que este tipo de estudios es muy importante porque aporta índices estadísticos. "Hasta el momento, la comunidad científica tenía conocimiento de que dormir mal era factor de riesgo de accidentes cerebrovasculares y cardiopatías. Pero se desconocía que pudiera estar relacionado con el cáncer", comentó el médico.
Sin embargo, "es muy complicado establecer si la persona murió porque dormía mal, o bien porque tenía un mal descanso como consecuencia de perturbaciones cardiocirculatorias preexistentes. La interpretación de los datos puede modificar la estadística en una u otra dirección", alertó.
Cualquier avance en este campo es importante, ya que todo lo relacionado con el dormir es aún un misterio para la ciencia. "Aunque parezca mentira, desconocemos para qué dormimos. Hay científicos que sostienen que durante el tiempo de descanso se dan una serie de fenómenos biológicos indispensables para la sobrevida. Muy probablemente durante el sueño se activan mecanismos relacionados con la memoria, el aprendizaje, la recuperación cerebral y la regulación térmica", continuó.
Por otra parte, Phyllis Zee, director del Centro de Trastornos del Sueño, de la Universidad de Northwestern, Estados Unidos, criticó el método de selección de la muestra: "Probablemente no es representativa de la población general porque los participantes no fueron seleccionados al azar". Los encuestados eran amigos y familiares de miembros de la Sociedad de Cáncer.
Encabo aclaró que, en lo inmediato, este estudio es preliminar y no modificará las recomendaciones sobre el dormir: "Cada caso es particular. Es necesario evaluar los factores laborales, genéticos, psicológicos, familiares y culturales que intervienen". .
Constanza Chattah
lanacion.com

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