jueves, 8 de diciembre de 2011

Descubrieron un gen que tienen todos los dormilones


Es la genética”, podrían decir ahora los dormilones cuando les reclaman por sus tardanzas. Y estarán, en parte, en lo cierto. Porque un equipo de científicos europeos acaba de descubrir que las personas con una variante genética determinada tienden a dormir 30 minutos más por la noche que aquellas que no la tienen.
En el estudio, que fue publicado en la revista Molecular Psychiatry , participaron más de 4.000 personas de siete países europeos. Identificaron que las que poseían la variante genética ABCC9 necesitaban dormir más. Esa variante se encuentra en 1 de cada 5 europeos. Un resultado que ayuda a explicar el comportamiento de las personas con respecto a la duración del sueño. Aunque no lo explica todo.
“Las observaciones de los cronobiólogos que hicieron este nuevo estudio son muy interesantes. Podrían conducir a un tratamiento farmacológico más personalizado de las personas con problemas del sueño”, opinó Daniel Cardinali, investigador superior del Conicet en medicina del sueño y director del departamento de docencia e investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina. “Aunque una variante genética no puede explicar la complejidad de la duración del sueño”.
Ya se habían identificado media docena de genes asociados a patrones del sueño en estudios anteriores. De acuerdo con Cardinali, la variabilidad en la duración depende de la edad, el sexo, la historia personal y principalmente del entorno cultural. “El problema que existe ahora con la privación del sueño en los adolescentes es una muestra de la influencia de la cultura en la duración del sueño”, remarcó.
El científico argentino enfatizó en que los adolescentes argentinos duermen 7 horas durante los días de semana (en promedio) y menos de 5 horas durante el fin de semana por las salidas hasta la madrugada. “Se privan de dormir de noche y tendrán repercusiones en su salud. Lo ideal es que un adolescente duerma entre 8 y 9 horas por las noches todos los días”, aconsejó.
El estudio europeo fue llevado a cabo por Karla Allebrandt, de la Universidad Ludwig Maximilians, Alemania, con colaboradores en la Universidad de Edinburgo, y la Universidad de Leicester. Lo que hicieron fue escanear los genomas de los participantes y correlacionarlos con los patrones de sueño. De esta manera, pudieron encontrar que aquellos voluntarios con la variante ABCC9 necesitaban dormir más de 8 horas en promedio. Después, pasaron a estudiar qué pasa en la mosca de la fruta, un insecto que sirve como modelo de experimentación. Detectaron que las moscas sin la variante genética ABCC9 dormían tres horas menos que lo normal. Esto indica que el control genético de la duración del sueño puede basarse en mecanismos similares que se encuentran en diversas especies.

Mitos del sueño

Si no puedo dormir, puedo encontrar solución en la farmacia.
La Fundación Nacional del Sueño recomienda consultar a un médico antes de automedicarse. Porque los medicamentos de venta libre pueden contener ingredientes que no sean convenientes para todas las personas y producir efectos colaterales.
El insomnio no es un trastorno médico serio.
Se trata de un desorden que puede impactar en la vida de la persona, con una reducción en su rendimiento laboral, depresión, cambios en el humor, y un aumento del riesgo de accidente automovilístico.
El ejercicio físico antes de dormir me ayuda.
Es útil, pero cuando se lo practica por la mañana o por la tarde. La actividad física extenuante debería ser evitado por la noche ya que tiene un efecto de alerta y aumenta la temperatura corporal.
Mirar tele me ayuda a quedarme dormido.
Por el contrario, trabajar, mirar TV, y usar la computadora cerca de la hora de irse a la cama dificultan la calidad del sueño.
clarin.com

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