lunes, 12 de diciembre de 2011

Clima: un acuerdo que no conforma


DURBAN, Sudáfrica (The New York Times y New Scientist).- Dos semanas de extenuantes discusiones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático concluyeron ayer a las 5.23 de la madrugada con un acuerdo de 194 países para seguir trabajando por un documento que exigiría a todos los países (y no sólo a los desarrollados) reducir las emisiones de gases de invernadero que contribuyen al calentamiento global.
El resultado, que llegó después de casi 72 horas de forcejeos continuos, marcó un paso muy importante, pero muy inicial, hacia el desmantelamiento de un sistema de 20 años de antigüedad que exige que las naciones avanzadas recorten sus emisiones, pero les permite a los países en desarrollo -incluyendo a potencias económicas como China, la India y Brasil- eludir los compromisos vinculantes.
El acuerdo, por ahora, sólo representa la voluntad y la promesa de avanzar, pero todavía resta negociar los detalles.
Los delegados también acordaron la creación de un fondo para ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático -a pesar de que no se estipuló de dónde saldrá el dinero- y medidas para la preservación de los bosques tropicales y el desarrollo de tecnología limpia.
La Unión Europea (UE) había insistido en lo que llamaba "una hoja de ruta" hacia un nuevo tratado vinculante, ante la feroz resistencia de China y la India, cuyos delegados se opusieron con mucha vehemencia, al decir que los recortes obligatorios harían más lento su crecimiento y condenarían a millones a la pobreza.
"¿Se supone que debería escribir un cheque en blanco que anularía condiciones dignas de vida y la sustentabilidad de 1200 millones de indios sin siquiera saber qué contiene la "hoja de ruta" de la UE? -preguntó el ministro indio de Medio Ambiente, Jayanthi Natarajan-. Por favor, no nos tomen de rehenes."
La negociación renueva el Protocolo de Kyoto, el acuerdo sobre las emisiones de 1997, que establece diferentes recortes para los países avanzados y en desarrollo para varios años más. Pero también comienza un proceso para reemplazarlo con un instrumento que trate a todas las naciones por igual. El secretario británico de Cambio Climático, Chris Huhne, calificó la cumbre como un paso adelante. "Es la primera vez que vemos que las grandes economías, normalmente cautas, se comprometen a iniciar las acciones demandadas por la ciencia", dijo.
El acuerdo es un triunfo del liderazgo de la comisionada de la UE, Connie Hedegaard. Ella reunió una poderosa coalición que respaldó las propuestas europeas y que incluyó Estados africanos, las naciones más pobres de Asia y Africa, Estados insulares y grandes jugadores, como Brasil y Sudáfrica. Resistió durante dos semanas y efectivamente forzó a chinos y norteamericanos a aceptar futuras metas legales. Si se acuerdan para 2015, será un hito que obligará a reescribir el libro sobre los esfuerzos para detener el cambio climático.
La fecha de vencimiento del protocolo -2017 o 2020- y las cláusulas de cualquier acuerdo que lo reemplace serán negociadas en futuras sesiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Los Estados Unidos nunca firmaron el tratado de Kyoto porque no aceptaban la división entre países desarrollados y en desarrollo. Todd D. Stern, su negociador en jefe, dijo estar esperanzado de que las negociaciones de los próximos años producirán un acuerdo más equitativo.
El fin de la reunión estuvo marcado por el agotamiento y las discusiones exacerbadas, y el resultado fue oscuro y poco satisfactorio para muchos. Observadores y delegados dijeron que las decisiones tomadas, aunque alcanzan para mantener vivo el proceso de negociación, no tendrán un impacto significativo sobre el cambio climático.
"Los gobiernos evitaron el desastre en Durban, pero no respondieron adecuadamente a la amenaza creciente del cambio climático -dijo Alden Meyer, director de políticas de la Unión de Científicos Comprometidos-. Las decisiones que se adoptaron son insuficientes."
Lo que se logró es un cheque adelantado. La fecha de 2020 está muy lejos y por ahora nadie coincidió en nuevos límites de emisiones. Si todo sigue como está planeado, no habrá nuevas metas vigentes por ocho años. Los científicos dicen que la próxima década será vital para controlar el calentamiento y reemplazar la infraestructura energética del mundo por fuentes de energía no contaminantes.
El objetivo de la comunidad internacional es limitar el aumento de la temperatura global a 2°C. La suma de las promesas de los distintos países en términos de reducción de emisiones está lejos, sin embargo, de alcanzar esa meta. Según un estudio presentado la semana última, el mundo está en camino hacia un aumento de 3,5°C en el termómetro global.
Cuando el director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Achim Steiner, se retiró de Durban, horas antes de la conclusión de la cumbre, dijo: "No veo nada en estas negociaciones que evite un calentamiento de más de 2°C. Lograrlo exigiría que las emisiones de dióxido de carbono llegaran a un pico en 2020, pero todo parece indicar que ni siquiera tendremos un acuerdo para esa fecha".

CLAVES PARA ENTENDER LO QUE SE APROBO

  • Participaron 194 países . Los delegados discutieron arduamente durante dos semanas.
  • Se prorroga el Protocolo de Kyoto . La Unión Europea aceptó prolongar su vigencia hasta 2017 o 2020.
  • Nuevo instrumento desde 2015 . Se negociará un instrumento legal que limite las emisiones a partir de 2020.
  • Para el futuro . Se redactará un documento que obligue a todos los países y no sólo a los desarrollados.
  • Fondo de ayuda para los países pobres . Las precisiones sobre su origen quedaron para la próxima reunión.
  • Bosques tropicales . Se acordaron acciones para preservarlos e impulsar la tecnología limpia.
lanacion.com

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