sábado, 1 de mayo de 2010

Urgencias pediátricas: Los padres, ¿mejor que esperen fuera?

PATRICIA MATEY
MADRID.- A una buena parte del personal sanitario español no les convence la idea de que los padres estén presentes mientras se llevan a cabo procedimientos invasivos a los niños. Y lo cierto es que pocos centros les permiten la entrada. Esta realidad se acaba de confirmar en un trabajo en el que se ha llevado una encuesta con los responsables de Servicios de Urgencias Pediátricos de 32 hospitales en 14 comunidades autónomas.
De hecho, únicamente en el 65,5% de los centros se da la opción de presenciar algunos procedimientos. Sin embargo, tal y como afirma a ELMUNDO.es Carlos Luaces, jefe de la sección de Urgencias, del Servicio de Pediatría, en el Hospital Universitario Sant Joan de Déu, en Barcelona y autor principal del trabajo, "no se trata de decidir si se les permite la entrada, es que tienen todo el derecho a estar presentes. En el último congreso que de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas, que se ha celebrado en Sevilla hace dos semanas, se ha debatido este tema de forma amplia. A pesar de no existir una legislación especifica sobre el tema, sabemos , por ejemplo, que en la Carta de Derechos del Niño en los hospitales se reconoce también su derecho a esta acompañados".
Tradicionalmente, "el paciente ha sido considerado como un este pasivo, que no participaba en la toma de decisiones médicas. Tampoco ha sido habitual que los familiares allegados estuvieran presentes, acompañando a su ser querido, durante las exploraciones y los procedimientos invasivos", insisten los autores del estudio.
Pero desde hace más de dos décadas, "en algunos países anglosajones ha surgido un nuevo modelo de atención médica que se basa en el respeto hacia el paciente y su familia. El médico debe tratar al enfermo (y no solo a su enfermedad) en su contexto cultural y familiar. Varias asociaciones pediátricas recomiendan seguir este modelo y dar la opción a los padres de acompañar a sus hijos durante la realización de procedimientos invasivos", recalcan.
Reticencias
Una opción que en nuestro país está claramente limitada, a excepción de escasos centros, como el Hospital Sant Joan de Déu, uno de los pioneros en este campo. "En 1995 ya permitíamos la entrada en algunas intervenciones que en 2000 se ampliaron. Ha sido en 2007 cuando hemos creado un grupo de trabajo para poder articular, cómo debe implantarse el acompañamiento familiar y debe hacerse con la implicación de todo el equipo, que es multidisciplinar. No obstante, hay que reconocer que en algunos centros el personal sanitario aún es reticente a facilitar este derecho".
Así, en su estudio, en 11 de los 32 hospitales que han participado en la investigación, recogida en el último 'Anales de Pediatría', nunca se da la opción a los progenitores de estar presentes. Un total de 15 hospitales permiten su entrada durante una extracción de sangre, en 14 durante la sutura de heridas, nueve; en el sondaje vesical (introducción de una sonda hasta la vejiga) y siete durante una punción lumbar.
En las situaciones más graves, el número de centros que 'pasar' a los padres mientras asisten a sus hijos se reducen drásticamente. Así, sólo uno les permite la entrada en el caso de estar realizando una intubación y también sólo uno cuando se están practicando maniobras de reanimación.
"Al menos en nuestra muestra tan sólo dos hospitales disponen de un grupo de trabajo para la presencia de padres o familiares y un único centro ha elaborado un protocolo específico. A pesar de ello, cabe destacar que dos tercios de los responsables de urgencias pediátricas encuestados opinan que la formación y la creación de protocolos específicos serían necesarias, los que probablemente se traduce en un interés creciente por el tema", confirman los investigadores.
En cuanto a los motivos por los que se 'veta' a los padres en los procedimientos de los hijos, la mayoría de los profesionales alude a los problemas que "se derivan de su falta de preparación y, por tanto, la angustia que puede causarles estar delante en los procedimientos invasivos".
Sin embargo, y tal y como reconoce la doctora Parra Cotanda, del Hospital el Hospital Sant Joan de Déu, en un artículo de opinión recogido también en 'Anales de Pediatría', "la literatura médica publicada hasta el momento está a favor de la presencia de los padres en los procedimientos invasivos. Se ha demostrado ampliamente que ellos así lo prefieren o al menos desean tener la opción de decidir, sin que esto conlleve perjuicios para ellos mismos, el niño o el personal sanitario". Además su 'acompañamiento' reduce el estrés y la angustia de los pequeños, así como el de sus padres.
Las razones
Otras argumentaciones para limitar el acceso de los padres es el temor al peor rendimiento de los profesionales, tal y como ha quedado plasmado en el nuevo estudio. En él se evalúo asimismo el surgimiento de problemas derivados de su presencia, y el más frecuente fue el mareo.
"Dado que los motivos para restringir la presencia familiar no han sido demostrados y la importante evidencia sobre los beneficios de esta práctica, creemos que es fundamental que se creen grupos de trabajo y protocolos específicos que ayuden a superar los argumentos que se esgrimen para la restricción y, así, dar al paciente y a sus familiares un mayor protagonismo", aconsejan los investigadores.
elmundo.es

1 comentario:

Maria dijo...

En la madrugada del 24 al 25 de mayo he acompañado a mi amiga a urgencias con su pequeña de 4 años porque se había metido un objeto en el oido. Despues de algunos minutos "eternos" forcejeando con la pequeña para inmovilizarla, 6 personas no fueron capaces de hacerlo, la madre mientras tanto estaba en un pasillo pero podía ver a su hija porque la puerta estaba abierta, hasta que decidieron cerrarla y enviar a la madre a la sala de espera. Algunos comentarios que la madre escuchó de su hija: quita la rodilla de mi pierna, me haces daño, no me aprietes la frente que me estoy quieta, dame agua.
No pudieron sacarselo porque se movía y decidieron llamar al otorrino que con la ayuda de la madre y una enfermera se lo sacó en excasos segundos. Me pregunto porqué no le llamaron antes evitando situaciones traumáticas como esta; solo encuentro una respuesta: sus egos se lo impidieron, heridos al no poder sujetar a una niña delgaducha de 4 años. Esta noche la pequeña ha tenido pesadillas y se ha despertado frecuentemente.