miércoles, 11 de abril de 2012

“Community managers”: Las redes sociales crearon un nuevo oficio que es muy buscado



Internet tiene una influencia viral en las actividades comerciales. Le ha dado a los ingeniosos la oportunidad de producir ingresos, a veces millonarios, desde un simple garage. Ahora es el turno de las redes sociales. Las empresas ven la necesidad de incorporar un nuevo actor en su plantilla de empleados y así ya se generó una nueva salida laboral: loscommunity managers , o administradores de comunidad.
Las universidades ya respondieron a la demanda con posgrados, cursos a distancia y programas ejecutivos. Los dictan en la UTN y en las universidades de Palermo (UP) y Belgrano (UB). Si bien la formación es muy reciente, ya casi 300 personas pasaron por sus aulas.
Hugo Brunetta, director del posgrado de la UB y autor del libro “ Community Managment ”, destaca que este nuevo rol no es sólo “usar Twitter o Facebook, sino pensar de modo estratégico. El mundo no es el que era. La mayoría de la gente que compra bienes y servicios hace consultas previas por la red. Esas consultas generan conversaciones que son leídas por otros clientes potenciales que, a su vez, ven lo que se está diciendo de la marca”. Fernando Cuscuela, director del programa ejecutivo deCommunity Management de la UP, agrega que el administrador “tiene la responsabilidad de generar el vínculo directo entre la empresa y el usuario final”. El aspirante al puesto, explica, “generalmente, debe estar asociado a la comunicación social y estar muy involucrado en las nuevas tecnologías”. Daniel Geisler, del Centro de Formación, Investigación y Desarrollo de Soluciones de e-Learning de la UTN, agrega que los egresados del curso online que dicta la institución “están capacitados para informar, comunicar, dinamizar y gestionar las comunidades. El empresariado de hoy sabe que la presencia en la Web es de gran importancia y es necesario contar con personas capacitadas que generen contenidos concisos, claros e interesantes para alcanzar a los potenciales clientes”.
Geisler indica que “según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., en la próxima década seis de los diez trabajos mejor remunerados se enmarcarán en el ámbito de las tecnologías, la información y la comunicación. Uno de ellos será el de community manager ”. El crecimiento de la demanda ya se verifica acá: según el sitio de búsqueda Clarín Empleos, durante el último año se triplicaron los avisos publicados por empresas que buscan incorporar administradores de comunidades virtuales. Una tendencia que se puede explicar fácilmente si se considera que la radio tardó 38 años en alcanzar una audiencia de 50 millones de oyentes, la TV demoró 13 años en conquistar el mismo número, y Facebook lo alcanzó en sólo dos.
Carlos Rivero y Juan Korman, de la agencia Universal McCann, a cargo la gestión en las redes de Quilmes (ver Velocidad única), destacan que esta área de trabajo tiene mucho potencial, pero que no es tan glamorosa como se ve. “Es una caja de Pandora, donde uno no sabe qué va a ocurrir y donde todo cambia radicalmente en muy poco tiempo”, sentencian, y aclaran que un community manager tiene que “hacer funcionar la cabeza al nivel de la nueva generación de usuarios”. El mercado educativo y laboral ya tomaron nota de la rapidez de estos cambios.

“Poder publicar cosas llamativas es increíble”


Tomás Cavanagh, Marina Hayon, Karina Grasso y Stephanie Rinaldi son egresados del programa ejecutivo de Community Managment de la UP. Tomás, estudiante de marketing, cuenta que “necesitaba otra rama donde aplicar la publicidad. Una nueva rama para aplicar todo lo aprendido y no quedarme en lo que es la agencia clásica. El programa me permitió armar mi propio proyecto y salí muy contento”. La curiosidad de Marina, graduada en Relaciones Públicas, nació del uso personal de las redes sociales: “Me di cuenta que necesitaba aprender a ordenar la comunicación en Internet, y así incluirlo en planes que puedan ofrecerse a empresas”. Karina, quien trabaja en atención al cliente en una compañía de seguros, asegura que para su empresa “es muy importante ser consistente en la atención al público en múltiples canales”, por eso la inscribieron en el curso. Y Stephanie rompe todos los moldes: sólo quería aprender a publicar cosas interesantes porque se sentía atrapada por algunos comentarios de sus contactos virtuales. “Poder publicar cosas que resulten llamativas es increíble. Con toda la información que hay en Internet es difícil seleccionar. Descubrí que todo esto tiene una vuelta comercial y profesional que me encantaría aplicar en mis nuevos proyectos”, dice y asegura que en Francia, donde nació, ni siquiera se conocen algunos de los sitios que aquí son furor.

Velocidad única

Juan Korman y Carlos Rivero traducen al lenguaje digital los planes de Quilmes y resuelven en tiempo real las inquietudes de su comunidad 2.0. “Puede parecer fácil publicar un contenido, pero hay un trabajo muy fuerte detrás. Se analiza qué busca el usuario”, coinciden. Con el lanzamiento del Quilmes Rock 2011, tuvieron que moderar la actividad de 30.000 personas por día. “Es una velocidad de aprendizaje y evolución que no existe en ningún otro trabajo”, afirman. Una experiencia muy exitosa, dicen, fue la de la campaña “Igualismo”: cinco millones la vieron en la Web.
clarin.com

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