lunes, 9 de abril de 2012

Ser feliz, una meta superior al amor







Es un estado de ánimo. Una búsqueda. Una meta. Alcanzar la felicidad es el objetivos más importante para los argentinos, según un estudio realizado por TNS Gallup y la Universidad de Palermo (UP) entre 1000 encuestados.
Se trata de un trabajo conjunto que busca abordar distintas dimensiones de la felicidad, y que en esta entrega, la segunda de tres previstas -la primera se dio a conocer en agosto pasado-, indaga sobre cuán importante es la felicidad frente a otros objetivos vitales.
Como primera conclusión de esta segunda parte, el estudio destaca que ser feliz es el objetivo más importante de los argentinos. Fue mencionado en primer lugar de una serie de palabras que, a priori, parecen importantes para la vida. El amor y la paz quedaron en segundo y tercer lugar como metas por lograr. En cambio, el reconocimiento, el poder y la riqueza quedaron relegados a los últimos lugares y fueron los menos mencionados por los encuestados.
Que estos aspectos ocupen los últimos puestos en la lista de palabras asociadas con los objetivos más importantes de la vida no es casual ya que quienes más mencionaron la felicidad como meta de vida fue la gente de mayor poder adquisitivo, es decir, personas que ya lograron o están próximas a lograr esos objetivos de reconocimiento, riqueza y poder.
En el primer informe de este estudio, 8 de cada 10 personas había declarado ser, en alguna manera, feliz. De ellas, 3 de cada 10 había asegurado ser muy feliz y 5 de cada 10, bastante feliz. "Las personas se posicionan frente a la vida con una actitud positiva", explican en el informe.

RELACIONES

Sin duda, las relaciones familiares, de pareja y de amistad marcan el pulso de la felicidad. El estudio demostró que cuanto más activas son las personas en sus relaciones, más altos niveles de felicidad manifiestan.
"Esto demostraría que uno de los niveles más importantes de la felicidad se da en el contacto con los otros. De esta manera, la felicidad se enlaza con la idea de apertura hacia los demás", dice el informe.
Como ejemplo de esto, basta mencionar que el 91% de los que aseguran ser muy activos en su vida familiar, están satisfechos con su vida, mientras que sólo el 59% de los que no son nada activos en esa dimensión alcanzan un alto grado de satisfacción personal. "La familia es una idea importante en la sociedad argentina. A tal punto que es este concepto el que más relacionan con la felicidad. En cambio, el dinero no aparece entre los más mencionados, lo que demuestra que el dinero es más importante cuando no se tiene que cuando se tiene", detalla el estudio.
El estudio también mostraba cómo en los últimos 30 años se había reducido significativamente el número de personas que se veían a sí mismas como infelices: en 1983, el 21% decía no ser muy feliz o nada feliz, mientras que en 2011 ese porcentaje es del 14 por ciento.
Según el informe, una de las maneras de medir el nivel de felicidad es indagar sobre el grado de satisfacción con la vida que tienen las personas.
"La satisfacción con la vida es el grado en que una persona evalúa la calidad global de su vida en conjunto. En otras palabras, cuánto le gusta a una persona la vida que lleva", explicó Daniel Foglia, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UP y responsable del estudio.
Ocho de cada 10 personas manifestaron estar satisfechas con su vida, al calificar, en una escala de 1 a 10, con entre 7 y 10 puntos a su presente. Las personas califican con un promedio de 7,9 su satisfacción con la vida.
Existe mayor satisfacción a menor edad de los entrevistados, ya que el 92% de los consultados de entre 18 y 24 años declaró estar muy satisfecho con su vida contra el 69% de los encuestados mayores de 65 años.
Los niveles de satisfacción con la propia vida también son más altos entre las personas que alcanzaron mayores niveles de educación (el 94% de los universitarios, el 88% de los que completaron el secundario y el 77% de los que realizaron el primario mostraron altos niveles de satisfacción con su vida personal). En cambio, no hay diferencias en cuanto al género. Tanto hombres como mujeres muestran igual nivel de satisfacción.
En perspectiva, ha aumentado el número de personas que declara estar satisfecha con su vida en las últimas tres décadas. En 1984, el 59% manifestaba satisfacción, mientras que en 2011 lo hace el 83%. Esto se contradice con la creencia generalizada de que todo tiempo pasado fue mejor y con las ideas pesimistas sobre la sociedad actual.
"Hoy las personas evalúan mejor su bienestar subjetivo respecto de cómo lo hacían en el pasado. Estos cambios guardarían relación con la democratización de los países, el aumento de la tolerancia social y el desarrollo económico", concluye el informe.
lanacion.com

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