viernes, 9 de diciembre de 2011

Seis de cada 10 argentinos no hacen actividad física


Cada fin de semana, miles de corredores inundan las calles de la Ciudad. La matrícula en los gimnasios creció 30 por ciento y los locales de pilates parecen haberse incorporado al paisaje urbano con el mismo furor que el paddle de los 80. Pero nada de eso alcanza para revertir una tendencia que parece tan arraigada como el asado del domingo.
A los argentinos no les gusta moverse : seis de cada diez persona no realiza ninguna actividad física.
Lo dice un informe de la consultora TNS Argentina y coincide con los números que, a principio de año, habían difundido desde el Ministerio de Salud. Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo el 54,9 por ciento de las personas no realiza actividad física o lo poco que hace no sirve para quedar fuera del porcentaje de sedentarios.
Es decir que el nivel de movimiento de los argentinos es un verdadero desastre . Y aunque estos números no difieren de un fenómeno mundial, aquí el mal de muchos no es consuelo.
El sedentarismo mata cada año entre 2 y 3 millones de personas en todo el mundo y provoca discapacidad en otros 19 millones. A partir de 1991, comenzó a considerarse un factor de riesgo tan letal como el tabaquismo, la hipertensión y el colesterol elevado . Y hoy ya es el cuarto factor de riesgo más importante , después del tabaquismo, el consumo de tabaco y el exceso de glucosa en la sangre (ver página 5).
“El sedentarismo está llegando a ser un problema de salud importante en Argentina y el mundo, y ya se denomina epidemia en muchos países”, explica Oscar Incarbone, experto de la Unesco y del Ministerio de Salud.
De acuerdo con el estudio de TNS Argentina, sólo el 42 por ciento de las personas realiza actividad física al menos una vez por semana. Bastante poco para lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS): un mínimo de treinta minutos la mayor parte de los días de la semana.
“La gente no piensa en el sedentarismo como algo que hace mal –opina Héctor Kunik, titular de la Asociación Metropolitana de Medicina del Deporte –. Todo el mundo sabe que es malo el tabaquismo o el colesterol, pero al sedentarismo se lo toma como un ‘problemita’ , no como algo serio”.
Por definición, el hombre fue siempre activo. Pero los genes nada pueden hacer contra la cultura de “todo en un solo click” . Las nuevas tecnologías fueron cambiando poco a poco los entornos físicos y sociales. Los chicos se pegan a la consola, la televisión se lleva horas y horas y hasta es posible trabajar sin moverse de la casa. “Ya ni siquiera se pasea al perro, ni se va al banco. Cuando hay que comprar comida se llama al delivery. Hay mayor conciencia de la necesidad de hacer actividad física pero todavía falta bastante”, señala Kunik.
La encuesta de TNS encontró que los hombres son mucho más activos que las mujeres y que son los menores de 25 quienes más actividad física realizan.
También muestra que el sedentarismo es otra forma de desigualdad: si en las clases más acomodadas el 51 por ciento realiza algún tipo de actividad, el porcentaje desciende abruptamente entre los más pobres . Sólo el 35 por ciento dijo que se mantenía activo.
Otro de los datos más significativos es que estos números se mantienen estables desde 2004 , cuando la consultora comenzó a medir el nivel de actividad de los argentinos. “Es bastante alarmante ver que más de la mitad de los argentinos no realiza actividad física regularmente, llegando a puntos preocupantes como el 64 por ciento de los niveles socioeconómicos más bajos”, sostiene Constanza Cilley, de TNS.
La encuesta del Ministerio de Salud muestra una tendencia peor: en 2005 el porcentaje de personas que no hacían actividad física era de 46,2 por ciento, es decir casi nueve puntos menos que los números actuales. Además, en provincias como el Chaco, el sedentarismo alcanza el 73,8 por ciento de la población.
“Esto constituye un problema relevante ”, señala Incarbone. Por esa razón, en el Ministerio de Salud están elaborando el primer manual de Actividad Física para los Argentinos, que se presentará el próximo 6 de abril, Día Mundial de la Actividad Física. Un manual que intentará lograr que esa imagen de una marea humana trotando con la misma remera un domingo a las ocho de la mañana no sea sólo una postal de fin de semana en la Ciudad.

Palermo, donde conviven los que corren y los que hacen fiaca

El que pasa trotando, vestido de negro y empapado de transpiración, y el que, abrazado a la heladerita portátil , lo mira con lástima. El que alquila el bote y se sienta adelante y el que se hace el sota y sabe que, atrás, el bote no tiene pedales. El que no ve la loma de burro y se estampa con el skate y el que, sentadito a la sombra, se le ríe en la cara. Los que rematan una pelota de voley contra la red y los que sólo mueven ese músculo para tirarle pan a los patos .
Es Palermo, es feriado y están todos: los que se matan y los que sospechan de quienes corren maratones los domingos a la mañana. Tal vez el estatuto de la vagancia lo escribió la periodista peruana Gabriela Wiener, en la revista Orsai : “Bebo, fumo, salgo de noche, me emborracho una vez a la semana y una vez a la semana muero de resaca, a veces me drogo, como comida basura, detesto la mayoría de las verduras, soy madre, no estoy bautizada, trabajo en una oficina (...), no hago ejercicios , no tengo servicio doméstico, me paso diez horas al día frente a la pantalla.
La única parte de mi cuerpo que se ejercita son mi dedos golpeando el teclado.
Es un milagro que mi culo no sea del tamaño de Brasil”.
Pero es Palermo y es feriado. Y si acá el señor que le hace palanca a la bici para 8 –lleva a la señora, a la tía, a la abuela y a los nenes– convive con el que se está babeando en la reposera, cómo esos polos no van a convivir en una cama .
Ramón tiene 44 años; Gretel, 41. Ramón corre 8 kilómetros tres veces por semana, dice que se desenchufa, que se siente más liviano y que hasta se animó a correr maratones. “A veces salgo al mediodía, en los descansos del trabajo”, cuenta.
“A la hora que yo me dormiría una siesta” , agrega ella. Alrededor, el nene cuenta que empezó fútbol; la nena, que sale a caminar. “Yo los llevo y los traigo. Y los espero con la comida lista”, se ríe la madre. Gretel vino desde Podestá en auto, es administrativa, pasa el día sentada y este año pagó un mes de gimnasio y fue tres clases . “Me da fiaca . Yo les envidio la fuerza de voluntad. Pero recién di tres vueltas en bicicleta. Ya está, ¿no?”.
Y acá, entre los que destapan una cerveza y los que destapan el yogur de pote verde, entre los que brillan de transpiración y a los que les brilla el choripán al sol y entre los que gritan gol y los que gritan para que los vea el churrero, está Daniel. Sirve vino tinto en la botella cortada y señala a la pista, donde el resto corre. “Yo juego al fútbol pero para pasarla bien, para estar con amigos, pero ellos no sé...
Es como que vienen a matarse , sólo para que después los vean bien”, teoriza.
La mirada se parece a una anécdota que un conocido cantante argentino vivió con Joaquín Sabina. Eran las 6 de la mañana y en esas ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador –Sabina dixit–, se cruzaron con los que trotaban por Palermo. Sabina sacó la cabeza por la ventanilla y con una botella de whisky en la mano , les gritó: “Estáis equivocados”.

El sedentarismo ya es responsable del 12% de los infartos en el mundo

Las excusas de la gente para no hacer o para posponer la actividad física son muchas. Que “algo” les duele. Que tienen miedo a salir por las calles o que no cuentan con espacio adecuado. Que se aburren. Que se cansan. Que no tiene tiempo, ni dinero para el gimnasio o que no le gusta transpirar. Pero esas excusas son superadas por los enormes beneficios para la salud que la ciencia ya identificó: vale la pena hacer actividad física a cualquier edad.
Ya está demostrado que el sedentarismo (o inactividad física) es el cuarto factor de riesgo de mortalidad en todo el mundo (6% de defunciones a nivel mundial), según la Organización Mundial de la Salud. Sólo la superan la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%) y el exceso de glucosa en la sangre (6%). Se estima también que la inactividad física es la causa principal del 25% de los cánceres de mama y de colon, y del 27% de los casos de diabetes.
Para Jorge Navarro, presidente de la Sociedad Argentina de Lucha contra el Sedentarismo, “una de las principales causas del alto nivel de inactividad es que no hay una buena educación física temprana , que nos permita adquirir el gusto por la actividad”. Al mismo tiempo, “hay mucha oferta cómoda , en el acceso a la comida con delivery, al pasarse horas frente al televisor o la computadora, hábitos que fomentan el sedentarismo”, subrayó. Y señaló que a nivel mundial el sedentarismo es responsable del 12,2% de los infartos .
Por el contrario, hacer actividad física con regularidad sí tiene sus ventajas : retarda el envejecimiento, baja el colesterol “malo” y sube el colesterol “bueno”, reduce el riesgo de sufrir infartos, diabetes tipo II, ataques cerebrovasculares, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión. Además, es un factor determinante en el consumo de energía, por lo cual es fundamental para bajar de peso si hay kilos de más.
Como se menciona en el libro Sedentarismo (2009), editado por el Hospital Italiano de Buenos Aires, practicar actividad física ayuda a que el tratamiento para dejar de fumar sea más eficaz, previene la osteoporosis, mejora la constipación, la disfunción eréctil, y optimiza la movilidad de las articulaciones, la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio. Es decir, hay razones para sortear las excusas. “Si alguien estuvo inactivo, es mejor que empiece con caminatas o con andar en bicicleta –aconsejó Irene Ventriglia, médica de familia y una de las autoras del libro–.
Es mejor hacer un poco de ejercicio todos los días que solo una vez por semana . También es mejor empezar de a poco, y encarar la actividad como algo placentero, y no como obligación”.
clarin.com

No hay comentarios: