miércoles, 15 de diciembre de 2010

El estrés de fin de año: cómo bajar la ansiedad

"Mi año va de vacaciones a vacaciones y llego siempre muy cansado". "Este año me resultó insoportable, mucha presión en el trabajo". "Para esta época siempre bajo mucho de peso, me siento débil, como que no llego más". "Espero las vacaciones, pero duran muy poco, a veces no me alcanzan para desconectarme y descansar". Testimonios como éstos se repiten cuando se consulta en la calle a la gente sobre cómo lo encuentra el fin de año.
Los terapeutas, por su parte, reconocen que en esta época aumentan las consultas; explican qué ocurre física y emocionalmente en este tiempo de "balances" y aportan recomendaciones para recuperar la fuerza perdida.
Video: cómo reducir el estrés de fin de año
El psicólogo Miguel Espeche, coordinador del Programa de Salud Mental Barrial del hospital Pirovano, señala que estos desequilibrios son razonables por la forma de vida de la mayoría de las personas. "Al cansancio de un año laboral, cuando merman nuestras energías, le sumamos un montón de actividades concentradas en diciembre", señala. Y apunta: "Encima nos exigimos hacer un balance, que significa sumar estrés extra. Deberíamos evitar eso: vivir más de contado y menos con débitos y balances".
Según el terapeuta Roberto Sivak, "fin de año comprende situaciones con significación agradable o desagradable que representan riesgo de provocar ansiedad y depresión con repercusiones anímicas y físicas"; dice esto y enumera la decena de síntomas que observa en su consultorio. También, como su colega, se refiere a la sobrecarga de tareas y a los balances personales a los que nos sometemos.
El psicoanalista y psiquiatra Harry Campos Cervera, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) se refiere a esta época en la que el tiempo -señala- adquiere una condición de circularidad. "Algo termina y por lo tanto aparece la posibilidad de volver a empezar, de recrear lo vivido", dice. "Esto, en principio, es esperanzador", aclara. Pero apunta una contraparte: "Aparecen las frustraciones, el estrés por lo que no se pudo concretar en este tiempo".
La obligación de "estar feliz". El presidente de APA, Andrés Rascovsky, también habla de esta ilusión de final y recomienzo que se activa este mes. "Llega indefectiblemente el balance", reconoce. Y habla de los riesgos de que se reactiven conflictos, sobre todo, familiares. "El cuerpo está agotado, en espera del tiempo de vacaciones, y debe soportar un nivel de estrés extra en diciembre".
Sobre el tema se explaya su colega Sivak: "La exigencia adaptativa de las fiestas incluye el recuerdo a veces doloroso de fechas similares, la elaboración de pérdidas de los que ya no están (duelos prolongados o complicados), el reconocimiento del paso del tiempo y el balance de logros y frustraciones".
Así, y frente a esta sobrecarga, cree que es posible caer en un actitud reactiva de exigirse organizar reuniones, "estar feliz" con sobre ingesta de alimentos o bebidas como un modo de canalizar esas presiones. "Después de esto pueden sucederse momentos de depresión o las consecuencias de los excesos", anticipa.
Los tips para estar mejor. El doctor Sivak, en función a documentos de la Asociación Americana de Psicología, acerca un punteado de sugerencias para que el estrés no nos gane:
1. Reconocer la posibilidad del estrés en las fiestas y decidir afrontarlo. Piense si le ha ocurrido pasar por episodios de ansiedad o depresión antes durante o después de las fiestas? ¿Siente mayor estrés? ¿Siente irritabilidad, ansiedad, distracción, irritación, angustia, o malestares psicosomáticos? Ha notado que duerme peor, busca auto medicarse, aumenta el consumo de tabaco alcohol o estimulantes?
2. Identifique los factores de estrés de las fiestas. ¿Cuáles cree que son las situaciones de las fiestas que aumentan el malestar? ¿Tienen relación con las reuniones, las relaciones familiares, los balances personales, la situación de aislamiento, las pérdidas? ¿Teme escenas de soledad o por lo contrario encuentros enojosos que superen su posibilidad de superarlos?
3. Propóngase afrontar más saludablemente las fiestas de a poco. Elija a qué reunión concurrir, disminuya el "apoyarse" en bebidas o medicación para tolerar situaciones y organice encuentros gratos
4. Haga balances realistas del año "perdonándose" sus limitaciones si no pudo cumplir todos sus proyectos. Trate de analizar objetivamente los factores que influyeron en las dificultades
5. No se exija "estar feliz" de modo artificial. Trate de rescatar sus afectos y valores genuinos
6. Cuídese. Respete sus necesidades y sentimientos Dedíquese a actividades que disfrute y le resulten relajantes. Haga caminatas en lugares abiertos, con regularidad), elija comidas apropiadas a nuestro clima y sus necesidades y asegúrese de descansar lo suficiente
7. Pida ayuda. Utilice este período para retomar el contacto con amigos y familiares y fortalecer su red de apoyo. Si se siente agobiado por el estrés y detecta indicadores de angustia, ansiedad o depresión, considere el buscar ayuda profesional
8. Permítase deseos gratos y realistas para el próximo año
Un pin pon con la psicoanalista Liliana Novaro (*)
-¿Qué nos pasa sobre el fin de año? ¿Qué sentimientos priman y por qué?
Puede primar la sensación de agobio por querer terminar todo lo pendiente del año a fines de diciembre, no sólo lo laboral sino también en la amistad y en otros proyectos con los que se inició el año actual. También puede primar la ansiedad frente a las vacaciones y a las incertidumbres del año por venir.
-¿Qué relación hay entre el cansancio físico y el malestar anímico?
El cansancio físico es natural y placentero cuando se realizan las tareas: las personas descansan en el uso de su tiempo libre, también duermen y se recuperan. Es decir, acompaña una sensación de bienestar. El cansancio físico es diferente cuando se acompaña de malestar anímico por frustraciones en diversas áreas de la vida de la persona.
-¿Qué recomendaría para bajar los niveles de ansiedad?
Relajarse, hacer sólo lo posible, recapacitar sobre uno mismo y dejar para otro momento lo que pudo haber hecho. Disfrutar de la familia y los amigos. Planear vacaciones, aunque sean en la ciudad.
(*) Miembro de la
Asociación de Psicólogos APA y de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)

Los niños también necesitan vacaciones

Los niños luego de este año de trabajo escolar ansían sus vacaciones, las cuales fueron propuestas para darles un descanso de la actividad intelectual, horarios y rutinas. Pudiendo luego de éstas volver "renovados " para continuar con el aprendizaje y la concentración que el estudio requiere.
Es muy importante que los chicos puedan levantarse más tarde que lo que venían haciendo,"remolonear un rato" antes de salir "apurados y "estresados" para cualquier otra actividad del día, desayunar tranquilos y sobretodo JUGAR: solo, con algún hermano, amiguito o algún familiar u otra persona que colabore con el cuidado de los niños mientras los padres trabajan.
Recordemos que el jugar permite experimentar los cambios, utilizar los conocimientos adquiridos, improvisar situaciones y poner a prueba el ingenio con el desarrollo de las fantasías, la creatividad y la elaboración de situaciones traumáticas ( logrando mediante el juego el niño hacer activo lo que se padeció pasivamente). También es un momento propicio para realizar programas diferentes con los hijos, teatro, cine, visitar zoológicos, granjas, leerles algún cuento antes de irse a dormir ya que los niños no se encuentran presionados con la tarea escolar ni tienen que levantarse temprano.
Hay niños que se "aburren " sino tienen actividades programadas durante todo el día y no se desprenden del televisor,o su play station o compu durante horas !! ,los extremos como en todos los órdenes de la vida también producen estrés o distrés. Muchos de estos niños no saben jugar, se sienten tristes y comienzan con demandas del tipo "comprame tal o cual cosa " interminables demandas que en realidad obedecen a algún intento frustro de llamar la atención de sus padres, o a carencias afectivas generalmente.
Entendemos que las vacaciones (más largas) son de los hijos y que los padres siguen con sus rutinas de trabajo, pero en lo posible uno de ambos progenitores se puede turnar y llegar más temprano a casa, solicitar ayuda a los abuelos, a otros padres de amiguitos (rotando las casas) y si nada de esto es posible existen las colonias "deportivas y otras recreativas " que favorezcan el juego, la creatividad y el deporte. Conviene estudiar cual se adaptará mejor a cada hijo, aunque lo aconsejable es de medio día y de tarde, o algunas horas dos o tres veces por semana.
Dra Claudia Amburgo de Rabinovich médica psicoanalista en función didáctica de la APA, secretaria del Departamento de Niños y Adolescentes de la APA, especialista en niños y adolescentes, fullmember IPA
lanacion.com

1 comentario:

Productos Naturales dijo...

Muy buen articulo, ya que mantener el estres en el equilibrio es un poco dificil, pero algo que puede ayudar aparte de los tips mencionados es algun tratamiento natural para el stress. El Dr. Relax ha demostrado ser muy eficiente para controlar y disminuir el stress de forma natural.