lanacion.com En un inicio, la medicina plástica desempeñaba una función reparadora frente a diferentes fatalidades de la vida, pero en las últimas décadas, el culto al cuerpo se ha convertido en uno de las principales obsesiones de millones de mujeres y hombres, que a través de un procedimiento quirúrgico, buscan obtener la felicidad o satisfacción necesaria en sus vidas, pese a los riesgos que estas intervenciones conllevan.
Si bien las nuevas técnicas de la cirugía plástica o estética, son cada vez más seguras y menos agresivas, y sus secuelas cada vez menos visibles, el someterse a este tipo de procedimiento es un asunto muy serio. A los riesgos inherentes a cualquier operación, hay que sumar el proceso de preparación del paciente, y un probable postoperatorio tedioso, que a veces puede estar ligado a problemas de salud y hasta puede llevar directamente a la muerte.
Aún así, el número de estas intervenciones no para de crecer, tanto en la Argentina como en el mundo. Según las estadísticas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética ( Isaps , según sus siglas en inglés), durante 2009, en la Argentina se realizaron 297.813 procedimientos -quirúrgicos y no quirúrgicos-, lo que coloca al país en el séptimo lugar del ranking mundial si se toma en cuenta el número de procedimientos respecto de la población total.
Especialistas consultados por lanacion.com indicaron las medidas más seguras que deben seguir los pacientes que quieran someterse a una operación de este tipo y explicaron los riesgos que traen cada una de las especialidades quirúrgicas.
El doctor Sergio Korzin, especialista en cirugía plástica y director médico de Lasermed, explicó que existen tres ejes fundamentales a tener en cuenta antes de realizarse una cirugía plástica: la elección de un profesional idóneo que realizará la operación, el lugar donde se llevará a cabo el mismo y la preparación física y psicológica del paciente.
"Sólo un profesional idóneo, experimentado y con formación específica en cirugía plástica está en condiciones de llevar adelante un tratamiento estético. Para ello debe tener una especialización en cirugía plástica y ser miembro de alguna de las sociedades médicas que nuclean a estos profesionales", indicó Korzin.
También aseguró que es importante el lugar donde se realizará la intervención, ya que debe estar habilitado por los organismos correspondientes y contar con la máxima complejidad quirúrgica necesaria según el tipo de procedimiento que lleve adelante. "Tanto si se realiza una intervención compleja como una mastoplastia reductora (reducción de mama) o una dermoliptectomía (reducción de piel y grasa de abdomen interior) o una rinoplastía, lipoaspiración o agregado de prótesis mamarias", agregó.
Por último, el especialista destacó que es fundamental la elección del paciente, que debe ser sano, y contar con todos los chequeos médicos y psicológicos necesarios para afrontar una cirugía estética.
El doctor Francisco Famá, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora indicó que someterse a una cirugía plástica "no es lo mismo que ir a la peluquería". "El paciente debe saber que está entrando a un quirófano para hacerse una operación y debe conocer que estos procedimientos llevan implícitos riesgos y complicaciones que pueden aparecer", afirmó Famá.
El experto indicó que se deben realizar todos los exámenes preoperatorios y elegir un lugar acorde como sanatorios, clínicas u hospitales habilitados y que cuenten con quirófanos de emergencia, ya que no se puede minimizar este tipo de operaciones. "Un aspecto fundamental al que hay que prestar atención es a la anestesia que se utiliza, ya sea local o general", agregó Famá.
Los especialistas consultados por lanacion.com indicaron los riesgos en cada una de las cirugías estéticas más comunes que se llevan a cabo, pero destacaron que las infecciones, los hematomas y los rechazos o trastornos nerviosos son los que más suelen aparecer.
Implante mamario: Esta es una de las cirugías estéticas con mayor demanda. También es una de las que representa más riesgo. Pueden ocurrir episodios de gran dolor, deformidad o infecciones que pueden provocar que la prótesis se encapsule y que sea necesaria una nueva intervención para retirarla, ya que puede causar una infección. Por otro lado, si la prótesis no es de buena calidad puede romperse, desinflarse o perder relleno, todo esto provocará una reducción en el tamaño, pero también inflamación y mucho dolor. También pueden aparecer hematomas, donde se junta sangre alrededor del implante, cuya solución es un drenado.
Rinoplastía: La cirugía estética de nariz mal realizada puede tener consecuencias graves, generando defectos de muy difícil tratamiento. Los más comunes son: achicamiento excesivo, pinzamiento en la punta y retracción de las narinas. Más allá del aspecto poco agradable que puede quedar a la nariz, el problema más grave es que puede quedar fallas funcionales como dificultades para respirar.
Lipoaspiración. Hay que extremar el cuidado de la anestesia que se suministra. El riesgo más común es que se genere una asimetría o una infección. Además pueden aparecer hematomas y sangrado. Un cuidado especial debe hacerse con las cicatrices para que no se conviertan en hipertróficas, de acuerdo al tipo de piel del paciente, o queroides.
Rejuvenecimiento facial con "hilos de oro". Es un procedimiento minimamente invasivo donde pequeños hilos de oro, que es un material poco reactivo al organismo, rellena surcos de la piel, brindando un aspecto estético más juvenil. Es una alternativa a tensar la piel a través de un lifting. Es importante utilizar hilos esterilizados con estículas laterales y que el procedimiento se efectúe en un lugar en condiciones de asepsia, una condición libre de microorganismos que producen enfermedades o infecciones. Una bacteria pude provocar una infección severa, con resultados graves para la salud.
Lifting. Al retirar piel sobrante se tensan los músculos de la cara. Pueden aparecer hematomas e infección. Una cirugía mal efectuada puede derivar en un daño neurofacial que provoque el endurecimiento de los músculos de la cara por un daño en el nervio facial.
Según diferentes páginas web de distintas sociedades de cirugía plástica consultadas, como la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires , los riesgos de la cirugía estética se dividen en dos grupos: riesgos estéticos y riesgos de salud. En el primer caso, el riesgo se refiere a que los resultados no sean los esperados, y por lo tanto no satisfacen al paciente. En el segundo grupo, se incluyen las consecuencias para la salud, que van desde secuelas motoras y funcionales, hasta trastornos psicológicos y sociales.
Las causas pueden ser muy variadas, desde el uso de materiales o medicamentos que no son de buena calidad, hasta fallas en la administración de la anestesia, ya sea por las cantidades o por no haber chequeado correctamente la tolerancia del paciente. También existen fallas humanas de los profesionales que, muchas veces, son cirujanos pero no han hecho la especialidad en cirugía plástica, e incluso hay casos de médicos que ni siquiera son médicos.
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