viernes, 27 de noviembre de 2009

El gasto en abortos ilegales es de mil millones al año

“Tuve que sacar un crédito en el banco para poder pagarme un aborto”; “tuve que pedirle un adelanto a mi patrona”; “vendí mi heladera”; “les pedí plata a todas mis amigas”, quedé debiendo el alquiler”; “tengo que esperar a que me paguen el plan”. Éstos son algunos –sólo algunos– de los testimonios que, a lo largo de los últimos cuatro meses, recibió la línea de atención “Aborto, más información, menos riesgo” (un número telefónico habilitado el 31 de julio pasado con el fin de asesorar a las mujeres que quieren interrumpir un embarazo).
Y estas son algunas –sólo algunas– de las realidades que se filtraron ayer en el salón Arturo Illia del Congreso de la Nación, donde la organización Lesbianas y feministas por la descriminalización del aborto –a cargo de la gestión de la línea– presentó su segundo balance con datos impactantes sobre una práctica que aún está penalizada en la Argentina.
El siguiente es uno de esos datos: mientras que el Estado invirtió, a lo largo de este año, 35 millones de pesos en el Programa Nacional de Educación Sexual y Procreación Responsable, en forma paralela las mujeres han debido desembolsar –también en el 2009– 1.000 millones de pesos para pagar abortos clandestinos: casi un 3.000% más que la inversión estatal. Para llegar a esta cifra, sólo hay que hacer cuentas: si cada interrupción clandestina de un embarazo –ya sea quirúrgica o farmacológica– oscila entre los 1.000 y los 5.000 pesos y, según datos oficiales del Ministerio de Salud hay todos los años unos 500 mil abortos clandestinos, el resultado es que 1.000 millones de pesos van a un mercado paralelo en el que hay todo tipo de abusos. No sólo económicos.
A modo de ejemplo, fueron enumerados algunos de los 1.700 testimonios que las trabajadoras de la línea recogieron a lo largo de cuatro meses:
“Tengo miedo. Me pusieron veneno para ratas”.
“Tengo miedo. Una enfermera le dijo a mi mamá que me tenía que abrir el útero con una cuchara”.
“El médico no me avisó que los antibióticos anulan el efecto de las pastillas anticonceptivas. Me dijo que era una boluda por no leer el folleto”.
“Tengo miedo. A mi hermana en el hospital le dijeron asesina. Las enfermeras le dejaron el feto en la cama durante toda la noche. La policía vino a mi casa. Tengo 13 años y estoy embarazada”.
La ley.
Cada tres días una argentina muere como consecuencia de un aborto realizado en malas condiciones. Mientras tanto, un informe realizado por la organización Human Rights Watch advierte que en los países donde el aborto es legal no hay muertes, incluso cuando la interrupción del embarazo se realiza con un tiempo gestacional superior a las doce semanas.
Este tipo de datos llevó ayer a que, en un salón repleto, varias organizaciones feministas volvieran a exigir la sanción inmediata de una ley por el derecho al aborto seguro y gratuito. Fueron convocados todos los bloques, pero sólo estuvieron escuchando los pedidos, Federico Storani (por la UCR), Hugo Cañón (del partido Nuevo Encuentro, liderado por Martín Sabbatella), Cecilia Merchán (por Libres del Sur) y Silvia Augsburger por el Partido Socialista.
Hay por lo menos dos proyectos en esta dirección. Uno fue impulsado por la legisladora Vilma Ibarra (que propone que el aborto sea legal, siempre y cuando sea realizado en un hospital); y el otro lleva la firma de la diputada socialista Silvia Augsburger. Esta segunda propuesta es respaldada por la Campaña Nacional por el Derecho a un Aborto Legal, Seguro y Gratuito (en el que se inscribe la línea telefónica) y pide la despenalización del aborto si sucede dentro de las primeras doce semanas de gestación (salvo en el caso de los no punibles, que pueden practicarse en cualquier momento del embarazo).
“Desde hace más de 20 años existe la tradición de que los movimientos de mujeres presenten proyectos de ley para que el aborto se legalice o se despenalice, pero nunca son tratados”, advirtió Luciana Sánchez, abogada de la organización que gestiona la línea telefónica.
“EL TELÉFONO DE LA MUERTE”.
La línea “Aborto: más información, menos riesgo” inició sus actividades el 31 de julio pasado, con el fin de asesorar a las mujeres sobre cómo interrumpir un embarazo con recursos farmacológicos (mediante el uso del medicamento misoprostol). Durante el primer mes de atención recibía una llamada cada media hora. Pero luego de la presentación del primer informe de la línea en la Legislatura porteña, y del que Crítica de la Argentina se hiciera eco en su portada del 22 de septiembre pasado, las llamadas se quintuplicaron y empezaron a suceder a razón de una cada seis minutos.
Esta evolución tuvo consecuencias buenas y de las otras. En las legislaturas de Chaco y Tucumán, y en el Congreso Nacional fueron presentados –en total– cinco proyectos de declaración de repudio a lo que se llamó –en palabras de los legisladores chaqueños– “el teléfono de la muerte”. “A través de la Línea confirmamos que hay un terrorismo desinformativo que incluso llega a los consultorios médicos –dice el informe presentado ayer–.
En los testimonios relevados por la Línea, el 27% de las mujeres tenía información sobre aborto errónea o falsa, proporcionada por un médico. Además, el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires desde hace diez años impulsa políticas de restricción de venta y prohibición formal del misoprostol y ha logrado que en todo el país este medicamento haya dejado de ser de venta libre y se venda bajo receta archivada. A partir de esta restricción, el precio en el mercado ilegal aumentó entre un 100 y un 200 por ciento. En otros casos, las mujeres son además estafadas: las pastillas se venden vencidas, en paquetes adulterados. También hemos recibido testimonios de mujeres a quienes se les ha vendido pastillas que contienen cualquier cosa, e incluso cajas vacías”.
Por este tipo de cosas, sólo el 1% de las mujeres que llamaron a la Línea tenía información completa y correcta sobre el método de aborto con misoprostol. Aún cuando este medicamento, dado su uso obstétrico para producir abortos sin riesgos hasta la semana 12 de embarazo, está incluido en la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial para la Salud.
Línea Aborto, más información, menos riesgos: 011-15-66647070 (se puede llamar o mandar SMS).
criticadigital.com

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