domingo, 29 de noviembre de 2009

Cómo perdemos tiempo deseando tener tiempo

El día sólo tiene 24 horas. Entonces, ¿por qué malgastamos tantas horas? En muchos casos, no tenemos alternativa. Malgastamos el tiempo esperando a que cambie el semáforo más largo del mundo. Malgastamos el tiempo esperando a que los sitios de la Red carguen animaciones, videos, música y más avisos que nadie tiene tiempo de ignorar. Perdemos el tiempo en la cola del supermercado, pese que nos esforzamos por descubrir qué cola avanzará más rápido sobre la base de un algoritmo personal que considera cuánta gente en cada fila tiene más de 60 años, la cantidad de ítems en cada carrito, el tiempo estimado que tardará la gente en encontrar la billetera y si la cajera es conversadora. Aun así, siempre logramos ponernos en la cola más lenta. Por suerte, no es malgastar el tiempo si usted considera que hará un buen uso de sus horas hojeando revistas para saber cuántos kilos perdió Lindsay Lohan, cuántos aumentó Kirstie Alley, y cuánto perdieron los clientes británicos de Madoff.
Perdemos mucho tiempo en las colas para control de seguridad en los aeropuertos, principalmente porque la gente se siente shockeada al saber que un litro de agua es más que tres onzas, olvida que su hebilla de cinto es de metal y se muestra sorprendida de que se le exija que se quite los zapatos, aunque lo ha tenido que hacer cada vez que voló en los últimos ocho años. Y perdemos mucho tiempo viajando de un lugar a otro. Ahí sí que perdemos tiempo.
Según la encuesta de Trabajo y Educación de Gallup (lema: "Nosotros trabajamos, ustedes se educan"), el trabajador estadounidense pasa en promedio de 46 minutos por día viajando hasta el trabajo y de vuelta a su casa. Son 199 horas, o 25 días de ocho horas cada año. Eso es más tiempo de lo que pasamos en vacaciones, soñando con las vacaciones y dando parte de enfermo porque ya no tenemos vacaciones. Si uno trabaja 30 años -y estoy en mi derecho de soñar que puedo jubilarme-, eso significa que usted se ha pasado dos años completos de días laborales sentado en el tráfico o en el subte, deseando estar en cualquier otro lado. Lo bueno de esto es que si usted no viaja al trabajo, puede jubilarse dos años antes. Avíseme cómo le cae esto a su patrón.
También está el tiempo que malgastamos escogiendo ropa. Una encuesta de la compañía de vestimenta Matalan, de Gran Bretaña, concluyó que la mujer promedio pasa casi un año de su vida -287 días, para ser exactos- pensando en qué ponerse. Son 6888 horas, o 413.280 minutos dedicados a decidir cómo vestirse de modo que una mujer pueda mirarse al espejo, volverse a su pareja y preguntarle: "¿Me veo gorda con esto?"
Y dejen de reírse, hombres. Si bien los varones no pasan ni remotamente tanto tiempo decidiendo qué ponerse, dedican al menos una cantidad de tiempo similar a tratar de descubrir si hay una respuesta adecuada a la pregunta de si su pareja se ve gorda. Reconozcámoslo: si la esfinge hubiese hecho esa pregunta, ninguna persona habría podido ingresar en Tebas y ella seguiría viva y cumpliendo funciones hoy en día.
Si no nos encontramos esperando en una cola, viajando o eligiendo ropa, estamos totalmente improductivos y perdiendo el tiempo durmiendo. Al ritmo de seis a ocho horas por día. Esto es más o menos la misma cantidad de tiempo que pasamos en el trabajo y el doble del tiempo que somos productivos en el trabajo. Pero aunque podemos considerar que dormir es perder el tiempo, los expertos nos dicen que dormimos demasiado poco y funcionamos mejor si dormimos más. Apuesto a que se aburren de escuchar a la gente roncar cuando explican esto.
Los expertos no son los únicos que piensan que dormir no es una pérdida de tiempo. En una encuesta realizada por los hoteles Westin, más de la mitad de la gente encuestada dijo que preferiría dormir bien que tener buenas relaciones sexuales, lo que habla muy bien del sueño. Y bastante mal de su vida sexual. Demostrando cuánto disfrutan de su sueño, el 42% dijo que preferiría encontrar una píldora para dormir que un chocolate sobre su almohada.
¿Y qué hay del tiempo que perdemos on line? Eso puede terminar no siendo una pérdida de tiempo, más allá de que uno logre descubrir la dirección de e-mail de la primera chica o el primer chico que besó en el tercer grado y pueda escribirle una carta diciéndole que nunca dejó de quererlo o quererla. Un estudio presentado en una reunión de la Sociedad de Neurociencias (lema: "¿Quién no apoya la neurociencia?") descubrió que las búsquedas on line son en realidad un ejercicio mental que fortalece la función del cerebro en los adultos mayores. No saben si lo mismo vale para los jóvenes, pero es difícil de creer que los videos de YouTube de "Mario y Luigi conocen a Yoda armados con Legos" le fortalecen la función cerebral a quienes los miran.
De lo que no tiene que preocuparse es de que leer esto pueda haber sido una pérdida de tiempo. Recuerde que leer artículos sobre perder el tiempo no es una pérdida de tiempo ni nada por el estilo. No tengo estudios que respalden esta afirmación. Va a tener que creerme y nada más.
Por Mad Dog / Featurewell Traducción de Gabriel Zadunaisky
lanacion.com

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