LAURA TARDÓN
MADRID.- Cuando los padres son extranjeros o cuando los pediatras creen que los progenitores esperan salir de la consulta con un antibiótico recetado para su hijo. O simplemente para prevenir 'males mayores'. Son algunos de los factores que llevan al uso excesivo de estos fármacos en la población pediátrica. Así lo afirma un grupo de investigadores italianos en un estudio publicado en 'BMC Pediatrics'.
"Es cierto que muchas veces nos sentimos presionados por los padres, que, en numerosas ocasiones, son quienes reclaman el antimicrobiano", señala María José Rivero, pediatra del Hospital de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid).
Sin embargo, al contrario de lo que perciben los pediatras, "cuando entrevistamos a los padres, uno de cada cuatro aseguraba que no esperaba la receta de un antibiótico", explican los autores del artículo, de la Agencia Sanitaria y Social Regional de Emilia-Romaña (una región situada en el norte de Italia).
"La falta de tiempo impide que haya una buena comunicación con los padres progenitores. Precisamente esta presión asistencial es la que no deja tiempo suficiente para explicarles que no siempre es necesario el antibiótico (sólo en las infecciones bacterianas)", comenta la doctora Rivero. Tal y como muestra este trabajo, aunque la mitad de los progenitores sabía, por ejemplo, que la mayoría de las infecciones se resolvían espontáneamente, un alto porcentaje seguía creyendo que estos fármacos son necesarios para los virus.
El problema, argumenta la especialista, es que no existe ningún parámetro que ayude a determinar si la infección respiratoria es bacteriana o vírica. Esta es la razón principal por la que los pediatras creen que se extienden eb excesivo recetas de estos medicamentos. Según el estudio, el 56% de los médicos encuestados atribuye la sobreprescripción al diagnóstico incierto. De hecho, en el 29% de los casos, el pediatra no pudo distinguir entre infección vírica y bacteriana.
El diagnóstico incierto, en primer lugar, y la presión de los padres no son los únicos motivos que influyen en el exceso de prescripción. Las conclusiones del estudio también señalan que "cuando las amígdalas se presentan rojas o con placas de exudado blanquecido, el paciente tiene dolor facial, de oído, inflamación de la mucosa nasal o si sus padres son extranjeros, los pediatras tienden a indicar el antimicrobiano por prevención".
"Es cierto que esta última circunstancia nos hace pensar que ante la posibilidad de que no hayan entendido bien la información y el diagnóstico, es mejor prevenir y solemos recetar un antibiótico", resalta la pediatra del Hospital de Fuenlabrada.
En total, el 22% de los niños que acudieron a las consultas con sospecha de infección respiratoria recibió antibiótico a pesar de tener un diagnóstico de causa viral.
Cómo reducir la prescripción
Esta investigación forma parte de un proyecto regional en Italia cuyo objetivo es identificar los motivos del abuso de la prescripción de los antibióticos en los niños para diseñar un plan de intervención y reducir así su indicación en las infecciones respiratorias comunes.
Para ello, distribuyeron cuestionarios entre más de 600 pediatras y unos 1.029 padres de Emilia-Romaña y evaluaron un total de 4.352 casos sospechosos de las infecciones respiratorias más comunes.
La importancia de cambiar el abordaje de estas patologías es, según la autora del trabajo, María Luisa Moro, que "la prescripción innecesaria de estos medicamentos es peligrosa porque incrementa la prevalencia de la resistencia".
De ahí que reducir su uso en las infecciones respiratorias siga siendo una asignatura pendiente, especialmente en los países del sur de Europa, entre ellos España, donde según la literatura científica, debido al exceso de esta medicación, el 50% tiene resistencia, por ejemplo, a la penicilina.
Los investigadores proponen el uso del test de diagnóstico rápido, el desarrollo de guías de actuación claras para el manejo de las infecciones respiratorias en los niños, herramientas de información para los padres.
Recientemente, un estudio financiado por la Unión Europea, en el que participa la Universidad de Gran Canaria, demostraba que el uso en las consultas de Atención Primaria de estos test reduce más del 50% la prescripción de antibióticos.
Sin embargo, "aún no están implantados en España porque antes hay que valorar la relación entre su coste y eficacia", aclara Beatriz González López-Valcárcel, una de las autoras del trabajo y catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de Gran Canaria.
elmundo.es
MADRID.- Cuando los padres son extranjeros o cuando los pediatras creen que los progenitores esperan salir de la consulta con un antibiótico recetado para su hijo. O simplemente para prevenir 'males mayores'. Son algunos de los factores que llevan al uso excesivo de estos fármacos en la población pediátrica. Así lo afirma un grupo de investigadores italianos en un estudio publicado en 'BMC Pediatrics'.
"Es cierto que muchas veces nos sentimos presionados por los padres, que, en numerosas ocasiones, son quienes reclaman el antimicrobiano", señala María José Rivero, pediatra del Hospital de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid).
Sin embargo, al contrario de lo que perciben los pediatras, "cuando entrevistamos a los padres, uno de cada cuatro aseguraba que no esperaba la receta de un antibiótico", explican los autores del artículo, de la Agencia Sanitaria y Social Regional de Emilia-Romaña (una región situada en el norte de Italia).
"La falta de tiempo impide que haya una buena comunicación con los padres progenitores. Precisamente esta presión asistencial es la que no deja tiempo suficiente para explicarles que no siempre es necesario el antibiótico (sólo en las infecciones bacterianas)", comenta la doctora Rivero. Tal y como muestra este trabajo, aunque la mitad de los progenitores sabía, por ejemplo, que la mayoría de las infecciones se resolvían espontáneamente, un alto porcentaje seguía creyendo que estos fármacos son necesarios para los virus.
El problema, argumenta la especialista, es que no existe ningún parámetro que ayude a determinar si la infección respiratoria es bacteriana o vírica. Esta es la razón principal por la que los pediatras creen que se extienden eb excesivo recetas de estos medicamentos. Según el estudio, el 56% de los médicos encuestados atribuye la sobreprescripción al diagnóstico incierto. De hecho, en el 29% de los casos, el pediatra no pudo distinguir entre infección vírica y bacteriana.
El diagnóstico incierto, en primer lugar, y la presión de los padres no son los únicos motivos que influyen en el exceso de prescripción. Las conclusiones del estudio también señalan que "cuando las amígdalas se presentan rojas o con placas de exudado blanquecido, el paciente tiene dolor facial, de oído, inflamación de la mucosa nasal o si sus padres son extranjeros, los pediatras tienden a indicar el antimicrobiano por prevención".
"Es cierto que esta última circunstancia nos hace pensar que ante la posibilidad de que no hayan entendido bien la información y el diagnóstico, es mejor prevenir y solemos recetar un antibiótico", resalta la pediatra del Hospital de Fuenlabrada.
En total, el 22% de los niños que acudieron a las consultas con sospecha de infección respiratoria recibió antibiótico a pesar de tener un diagnóstico de causa viral.
Cómo reducir la prescripción
Esta investigación forma parte de un proyecto regional en Italia cuyo objetivo es identificar los motivos del abuso de la prescripción de los antibióticos en los niños para diseñar un plan de intervención y reducir así su indicación en las infecciones respiratorias comunes.
Para ello, distribuyeron cuestionarios entre más de 600 pediatras y unos 1.029 padres de Emilia-Romaña y evaluaron un total de 4.352 casos sospechosos de las infecciones respiratorias más comunes.
La importancia de cambiar el abordaje de estas patologías es, según la autora del trabajo, María Luisa Moro, que "la prescripción innecesaria de estos medicamentos es peligrosa porque incrementa la prevalencia de la resistencia".
De ahí que reducir su uso en las infecciones respiratorias siga siendo una asignatura pendiente, especialmente en los países del sur de Europa, entre ellos España, donde según la literatura científica, debido al exceso de esta medicación, el 50% tiene resistencia, por ejemplo, a la penicilina.
Los investigadores proponen el uso del test de diagnóstico rápido, el desarrollo de guías de actuación claras para el manejo de las infecciones respiratorias en los niños, herramientas de información para los padres.
Recientemente, un estudio financiado por la Unión Europea, en el que participa la Universidad de Gran Canaria, demostraba que el uso en las consultas de Atención Primaria de estos test reduce más del 50% la prescripción de antibióticos.
Sin embargo, "aún no están implantados en España porque antes hay que valorar la relación entre su coste y eficacia", aclara Beatriz González López-Valcárcel, una de las autoras del trabajo y catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de Gran Canaria.
elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario