"El deseo de tener un animal tiene su origen en un antiguo deseo primario, el deseo del hombre moderno de volver al paraíso perdido", escribió alguna vez Konrad Lorenz, el célebre científico que en 1973 recibió el Premio Nobel de Medicina por sus revolucionarios trabajos sobre comportamiento animal. A esa nostalgia por un estado natural al que es imposible retornar, se le agrega una añoranza de signo contrario: que las mascotas parezcan cada vez más civilizadas. El mejor, más leal amigo del hombre, amenaza con volverse exigente y cosmopolita. Hoy, un perro que se muerde la cola, antes que despertar el regocijo infantil, puede devenir carne de diván, y, en vez de viajar en la parte posterior de una camioneta, reclamar las comodidades de un taxi individual.
Al doctor Ricardo Bruno no le gusta que se aplique el término en boga: "psicólogo", prefiere que lo llamen "veterinario especialista en conducta animal". Los tratamientos que lleva adelante duran por lo general tres meses y el precio de la consulta es de 200 pesos.
Son diversas las causas que empujan a los perros a los desordenes de conducta cotidianos. Los principales problemas que sufren son la agresividad contra las personas y la automutilación. Por lo general, los dueños que acuden al Dr. Bruno "suelen hablar de sus mascotas como si fueran humanos, como si fueran hijos". Además, especialmente en la clase media alta ocurre que "se adquiere un animal como bien suntuario o por status social. En esos casos, el animal queda luego solo, muy aislado", cuenta.
Hay dueños que instalan a sus mascotas sobre el diván, como si se tratara de un trono canino, y otros que les inoculan sus propios conflictos y depresiones: el especialista recuerda el caso de un animal que solía destruir metódicamente el mobiliario de la casa cada lunes. Tras una minuciosa indagación qué era lo que lo afectaba tanto: su adoradora dueña acababa de divorciarse y pasaba el domingo llorando abrazada a él, como si fuera la tabla de salvación para su naufragio sentimental.
Jimena Molina se dedica a un aspecto menos tortuoso de la vida perruna: lo suyo es la moda. Es diseñadora de indumentaria para mascotas y creadora de Canine Couture , una de las tiendas top en la materia. Dueña de Bianca, un Yorkshire cool hasta la médula, inspirador para que se dedicara a esta curiosa actividad, Jimena reconoce que el objetivo final es que el perro sea tan fashion como su poseedor. Hoy hay dueños ?asegura- que llevan al pichicho vestido de frac a sus casamientos o con colores que se adecuan al vestido de la novia (blanco, rosa o champagne). Los hay que los casan, con la etiqueta de rigor, con algún o alguna congénere. La oferta es amplia y variada: hay bolsitos para trasladarlos, pulóveres, camisas hawaianas, remeras de Argentina con el número diez e incluso, en algunas tiendas, camas con baldaquino. Los precios, claro está, producen el vértigo de todo lujo verdadero.
A los paseadores de perros profesionales, a las peluquerías, las guarderías y conocidas colonias de vacaciones, hoy pueden agregarse otras actividades y placeres. No es infrecuente que se les festejen los cumpleaños o que se los envíe por las suyas en taxis, incluso en avión (al menos una empresa, http://www.petsventura.com/ , se dedica a esas tareas específicas) cuando se trata de una mudanza familiar. ¿La moda que se avecina?: las prepagas para mascotas de toda clase.
Otro cambio sustancial de los años recientes tiene que ver con la ceremonia del adiós. Hoy existe la posibilidad de realizar obituarios y también de darles a los perros, esos miembros informales de la familia, el último reposo en bucólicos jardines donde puede dejarse en su memoria el consabido ramo de flores. Adriana Kreuzer, la dueña del cementerio Jardín del Amigo , en Olivos, donde descansan 11.000 animales, explica: "Las personas que entierran a sus mascotas en forma individual bajo los pinos o las acacias tienen acá varios animales y vienen a visitarlos seguido. Los que no vuelven son los que los tienen en la fosa común o se llevan las cenizas después de la cremación". Esos son los servicios que presta su cementerio, además del retiro en ambulancia. El costo del entierro es de 550 pesos, y hay que agregar los gastos de mantenimiento.
Los canes en el arte
Desde que en La Odisea, Argos, la mascota de Ulises, fuera el único en reconocer a su amo después de veinte años de ausencia (y morir al instante de la emoción), el perro está considerado el más fiel socio del hombre. El arte, al que siempre le gustó humanizarlos, los ha retratado ampliamente.
Algunas películas
Después de Rin Tin Tin, la primera celebridad actoral canina, Lassie tomó la posta de esos perros que dejan entrever una inteligencia más allá de la media. La película, en 1943, fue un hito del séptimo arte y tuvo su continuación en una serie televisiva: en ella, el perro, tras ser vendido, vuelve tras un largo periplo a su casa de origen: www.youtube.com/watch?v=95RqYBDHVsk .
En Turner & Hooch (1989), Tom Hanks es dueño de un perro proclive a ataques de furia dignos de un psicólogo.
La remake de 101 dálmatas (1996) retoma, con actores de carne y hueso, el cartoon de los estudios Disney.
Algunos libros:
El coloquio de los perros, de Miguel de Cervantes Saavedra: en esta, una de las Novelas ejemplares, el perro Berganza, le va contando a otro, por las noches, su propia vida.
El llamado de la selva (1903), de Jack London. En este clásico de aventuras, se cuentan las peripecias de Buck, un perro doméstico que es robado para ser obligado a trabajar en Alaska. Separado de la civilizada familiar, afloran sus viejos instintos.
Perros héroes, de Mario Bellatin: más recientemente, el escritor mexicano, gran fanático de los animales domésticos, le dedicó este relato original, no sólo a los perros, sino también a uno de sus criadores.
Más información
En el blog Bestiario podés compartir la foto de tu mascota enviando un mail a bestiario@lanacion.com.ar
Mirá más videos sobre mascotas videos.lanacion.com.ar/tag/mascotas
Consejos para elegir la primera mascota del hogar
Mascotas: cómo mantener la higiene del hogar
Producción periodística: Laura Capriata, Claudia Zoppi, José Brea, Jorge Bosch, Pedro Rey, Fernando Bertello, de la Redacción de LA NACION
Al doctor Ricardo Bruno no le gusta que se aplique el término en boga: "psicólogo", prefiere que lo llamen "veterinario especialista en conducta animal". Los tratamientos que lleva adelante duran por lo general tres meses y el precio de la consulta es de 200 pesos.
Son diversas las causas que empujan a los perros a los desordenes de conducta cotidianos. Los principales problemas que sufren son la agresividad contra las personas y la automutilación. Por lo general, los dueños que acuden al Dr. Bruno "suelen hablar de sus mascotas como si fueran humanos, como si fueran hijos". Además, especialmente en la clase media alta ocurre que "se adquiere un animal como bien suntuario o por status social. En esos casos, el animal queda luego solo, muy aislado", cuenta.
Hay dueños que instalan a sus mascotas sobre el diván, como si se tratara de un trono canino, y otros que les inoculan sus propios conflictos y depresiones: el especialista recuerda el caso de un animal que solía destruir metódicamente el mobiliario de la casa cada lunes. Tras una minuciosa indagación qué era lo que lo afectaba tanto: su adoradora dueña acababa de divorciarse y pasaba el domingo llorando abrazada a él, como si fuera la tabla de salvación para su naufragio sentimental.
Jimena Molina se dedica a un aspecto menos tortuoso de la vida perruna: lo suyo es la moda. Es diseñadora de indumentaria para mascotas y creadora de Canine Couture , una de las tiendas top en la materia. Dueña de Bianca, un Yorkshire cool hasta la médula, inspirador para que se dedicara a esta curiosa actividad, Jimena reconoce que el objetivo final es que el perro sea tan fashion como su poseedor. Hoy hay dueños ?asegura- que llevan al pichicho vestido de frac a sus casamientos o con colores que se adecuan al vestido de la novia (blanco, rosa o champagne). Los hay que los casan, con la etiqueta de rigor, con algún o alguna congénere. La oferta es amplia y variada: hay bolsitos para trasladarlos, pulóveres, camisas hawaianas, remeras de Argentina con el número diez e incluso, en algunas tiendas, camas con baldaquino. Los precios, claro está, producen el vértigo de todo lujo verdadero.
A los paseadores de perros profesionales, a las peluquerías, las guarderías y conocidas colonias de vacaciones, hoy pueden agregarse otras actividades y placeres. No es infrecuente que se les festejen los cumpleaños o que se los envíe por las suyas en taxis, incluso en avión (al menos una empresa, http://www.petsventura.com/ , se dedica a esas tareas específicas) cuando se trata de una mudanza familiar. ¿La moda que se avecina?: las prepagas para mascotas de toda clase.
Otro cambio sustancial de los años recientes tiene que ver con la ceremonia del adiós. Hoy existe la posibilidad de realizar obituarios y también de darles a los perros, esos miembros informales de la familia, el último reposo en bucólicos jardines donde puede dejarse en su memoria el consabido ramo de flores. Adriana Kreuzer, la dueña del cementerio Jardín del Amigo , en Olivos, donde descansan 11.000 animales, explica: "Las personas que entierran a sus mascotas en forma individual bajo los pinos o las acacias tienen acá varios animales y vienen a visitarlos seguido. Los que no vuelven son los que los tienen en la fosa común o se llevan las cenizas después de la cremación". Esos son los servicios que presta su cementerio, además del retiro en ambulancia. El costo del entierro es de 550 pesos, y hay que agregar los gastos de mantenimiento.
Los canes en el arte
Desde que en La Odisea, Argos, la mascota de Ulises, fuera el único en reconocer a su amo después de veinte años de ausencia (y morir al instante de la emoción), el perro está considerado el más fiel socio del hombre. El arte, al que siempre le gustó humanizarlos, los ha retratado ampliamente.
Algunas películas
Después de Rin Tin Tin, la primera celebridad actoral canina, Lassie tomó la posta de esos perros que dejan entrever una inteligencia más allá de la media. La película, en 1943, fue un hito del séptimo arte y tuvo su continuación en una serie televisiva: en ella, el perro, tras ser vendido, vuelve tras un largo periplo a su casa de origen: www.youtube.com/watch?v=95RqYBDHVsk .
En Turner & Hooch (1989), Tom Hanks es dueño de un perro proclive a ataques de furia dignos de un psicólogo.
La remake de 101 dálmatas (1996) retoma, con actores de carne y hueso, el cartoon de los estudios Disney.
Algunos libros:
El coloquio de los perros, de Miguel de Cervantes Saavedra: en esta, una de las Novelas ejemplares, el perro Berganza, le va contando a otro, por las noches, su propia vida.
El llamado de la selva (1903), de Jack London. En este clásico de aventuras, se cuentan las peripecias de Buck, un perro doméstico que es robado para ser obligado a trabajar en Alaska. Separado de la civilizada familiar, afloran sus viejos instintos.
Perros héroes, de Mario Bellatin: más recientemente, el escritor mexicano, gran fanático de los animales domésticos, le dedicó este relato original, no sólo a los perros, sino también a uno de sus criadores.
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Consejos para elegir la primera mascota del hogar
Mascotas: cómo mantener la higiene del hogar
Producción periodística: Laura Capriata, Claudia Zoppi, José Brea, Jorge Bosch, Pedro Rey, Fernando Bertello, de la Redacción de LA NACION
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