lunes, 23 de noviembre de 2009

"La presión y la angustia son más intensas en un deportista"

Sergio Schulmeister, de huracán; Robert Enke, del Hannover; y Mirko Saric, de San Lorenzo, tres futbolistas que se suicidaron

El alemán Robert Enke se suicidó este martes arrojándose a las vías de un tren. Tenía 32 años, era el arquero del Hannover y atajaba en la selección de su país. Estaba casado y tenía una beba de ocho meses. Tres años atrás, había sufrido la pérdida de una hija de 2 años, a consecuencia de una dolencia cardíaca.
¿Por qué se suicidó? ¿Se podría haber evitado ese fatal desenlace? Según Ricardo Rubinstein, psicoanalista miembro titular de la
Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y director de SportMind, una consultora dedicada al trabajo psicológico y desarrollo emocional de jugadores, equipos y organizaciones en situaciones con exigencia de alta competencia, "hay veces en las que un suicidio no puede evitarse, pero los clubes e instituciones deportivas deberían contar con un perfil de profesionales que se ocupen de la salud mental para poder prevenir cuadros de este estilo". Además, "por las características de la profesión, quienes están en situación de alta competencia están en un nivel de exigencia superior al resto y entonces el nivel de presión o el nivel de angustia es mucho más intenso".
Por su parte, Marcelo Roffé, licenciado en Psicología y presidente de la
Asociación de Psicología del Deporte Argentina, considera que "las presiones en el alto rendimiento son muchas, pero no es común que como consecuencia de esto el deportista se suicide. Tiene que haber causas internas importantes que lo motiven". En este caso en particular, "el haber perdido a una hija es algo que seguramente no ha podido elaborar, pero debemos sumar algunas otras cuestiones que desconocemos, ya que siempre pensamos al suicido como algo multicausal".
"Generalmente se toma lo psicológico sólo en relación al rendimiento deportivo, pero hay que ocuparse también de los problemas personales de los jugadores, de las relaciones entre sus pares y con el entrenador; esto es importante como prevención en alguien que padeció una desgracia o que tenga una patología previa que pueda desembocar, como en este caso, en el suicidio", agrega Rubinstein.
La muerte de Enke no puede explicarse todavía. El presidente del Hannover, Martin Kind, le dijo a la agencia DPA estar seguro de que el deceso del deportista "no tiene nada que ver con el fútbol" y que "es un horror". "Uno espera que pasen muchas cosas en la vida, pero no algo así", agregó.
Kind, además, mencionó que el estado emocional del arquero era "inestable" y que seguía afectado por la muerte de la hija, pese a que junto con su esposa habían adoptado luego a una niña.
En esta dirección, Roffé sostiene que "habría que revisar si recibía la atención psicológica adecuada y si se tomaron todas las medidas de prevención".
Para Rubinstein, sólo pueden manejarse hipótesis: "Lo deportivo puede ser un factor más que se sumó a otras situaciones que a él lo venían deprimiendo. Pero quizá no se prestó atención o no se tomó en cuenta la seriedad del cuadro que este jugador tenía".
diarioperfil.com.ar

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