martes, 19 de octubre de 2010

Tartamudez: en los adultos se controla

Fabiola Czubaj
El tratamiento fonoaudiológico de la tartamudez es tan efectivo en los preescolares como en los adolescentes y los adultos. De hecho, la rehabilitación de esa repetición de una letra, una sílaba o hasta una palabra permite que las personas disfluentes logren hablar de manera continua, cómoda y sin tensión.
"Generalmente, se difunde mucho la prevención y el buen pronóstico de recuperación de la tartamudez en los chicos, sobre todo en los preescolares. Entonces, los adultos y hasta los adolescentes piensan que el momento de hacer un tratamiento ya pasó. En realidad, la disfluencia sí se puede tratar y se puede conseguir una mejor calidad de vida", dijo a LA NACION la licenciada Mara Luque, fonoaudióloga especializada en tartamudez y docente invitada en la carrera de Fonoaudiología de la UBA.
A la tartamudez no se la considera una enfermedad, sino un trastorno del habla que afecta la velocidad, la continuidad y la facilidad para pasar de un sonido a otro de las palabras. "Lo que se altera es la fluidez y por eso actualmente se la denomina disfluencia", precisó Luque, integrante de la International Fluency Association y la Asociación Argentina de Tartamudez (AAT).
Se estima que casi un millón de argentinos padece este trastorno neurobiológico tan controlable a toda edad. Factores temperamentales, ambientales, sociales, cognitivos y lingüísticos pueden facilitarles el camino. Los fonoaudiólogos especializados aseguran que no sólo las repeticiones de letras, sílabas o palabras completas es una señal de alarma para hacer una consulta con el especialista, sino también la necesidad de hacer fuerza (tensión) para avanzar en una oración.
Durante el tratamiento, el paciente aprende estrategias para mejorar el "motor" del habla, lograr fluidez al hablar y trasladar todo eso a su comunicación cotidiana. "Es importante que sienta que puede controlar la tartamudez y no que la tartamudez lo controla a él", agregó Luque.
Los ejercicios fonoaudiológicos son apenas una parte de la terapia. "Se busca que el habla sea continua, cómoda y sin tensión, que se concentra en distintas partes del cuerpo, especialmente en las áreas del habla", indicó. Este viernes se conmemora el Día Mundial de la Tartamudez y la AAT invita a escuchar al coro de niños de su grupo de Ayuda Mutua el próximo domingo en el Club Flores ( www.aat.org.ar ) o a participar el año que viene del IX Congreso Mundial de Tartamudez y Encuentro de Personas Disfluentes, que se realizará en el país en la Facultad de Medicina de la UBA.

lanacion.com

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