viernes, 8 de octubre de 2010

La maternidad se prolonga cada vez más

Soledad Vallejos
Con 40, 45 e incluso con más años, la cantidad de mujeres maduras que buscan un embarazo está hoy en ascenso. El dato es confirmado por los directores de los principales centros de fertilización asistida de la Argentina, y también del mundo.
Es común que las mujeres, en pareja o solas, madres o no, decidan tener un hijo cuando consideran que alcanzaron una situación económica conveniente, un desarrollo personal consolidado o, simplemente, porque ya han disfrutado suficiente de la vida. Pero a esa altura generalmente deben recurrir a la ciencia. ¿Hay un límite para hacerlo? Sí: los expertos coinciden en recomendar no hacer tratamientos de fertilización más allá de los 50 años.
"Es un fenómeno sociocultural que viene creciendo con fuerza desde hace unos 20 años, pero aún en esta época muchas mujeres desconocen que, luego de los 35 años, la fertilidad comienza a decaer, y el descenso es mucho más drástico a partir de los 40", explica el doctor Claudio Chillik, director científico del Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (Cegyr). Sin embargo, ellas están dispuestas a someterse a las más diversas técnicas que les permitan realizar su deseo de ser madre, y los avances de la ciencia están de su lado.
"Cuando ya han superado la barrera de los 45, casi la única opción es a través de la donación de óvulos", explican Chillik y Sergio Pasqualini, director de Instituto Médico Halitus, al que asistió, por ejemplo, Marcela Tinayre, que casi con 50 años concibió a su tercer hijo, Rocco. "A esta altura de mi vida esperaba que mis nietos me hicieran bisabuela, no que mi hija me convirtiera otra vez en abuela", había dicho Mirtha Legrand.
Precisamente, es sobre ese salto generacional sobre lo que reflexionan los psicólogos y especialistas en educación. "En la mayoría de estos casos, no suelen considerarse las necesidades que tendrá ese niño, sino que el énfasis está puesto en satisfacer el deseo de los adultos", dice Iris Pugliese, codirectora del Centro Psicoanalítico Argentino.
Pero esa misma diferencia cronológica, sin embargo, no es tan significativa para la profesora en ciencias de la educación Inés Moreno, que asesora a más de 50 escuelas y se enfrenta con esta situación a menudo.
"Vemos padres con la edad supuestamente esperada para un niño de ocho años que no tienen comunicación con ellos, no se hacen cargo y no tienen un vínculo de amor con sus hijos. Y estos mismos niños tienen compañeros de clase con padres que por edad tal vez podrían ser sus abuelos, pero para quienes la llegada de un hijo fue una elección de vida tomada con madurez, y su edad no los pone en desventaja, más bien todo lo contrario", reflexiona Moreno.
Un artículo del diario El País , de España, donde la maternidad tardía también es una tendencia entre la población, plantea ambas caras del fenómeno y cuestiona cuál es la diferencia de años perfecta que debería existir entre padres e hijos. "Una distancia generacional se considera idónea porque ayuda a subrayar el rol de cada uno y a mantener el principio de autoridad. Pero esa diferencia tampoco debe ser un abismo", sugieren los expertos españoles.
Según el psicólogo Pere Font, director del Instituto de Estudios de la Sexualidad y la Pareja, ser padre a una edad avanzada no supone una desventaja en la educación de los hijos, aunque admite que carece de la energía tan característica de la juventud. "Estoy más cansado y, por supuesto, no voy a levantarme a las siete de la mañana un domingo para irme de excursión o a jugar a la pelota en la playa, pero puedo enseñarle a mi hija [de 11 años] a jugar a las damas o al ajedrez", asegura.
Lo difícil, precisamente, según opina Pugliese, es "seguir el ritmo y las necesidades de los chicos, porque aunque uno se empeñe en adoptar un aspecto juvenil, algo tan característico en la sociedad actual, que se esfuerza por no envejecer, la agilidad física y mental no es la misma a los 30 años que a los 55".

Un tope máximo
¿Hasta qué edad se puede recurrir a la ciencia para poder tener un hijo? Los expertos coinciden en mencionar una barrera fijada en los 50 años. "Creemos que debe haber un límite de edad. En los casos de intentos con óvulos propios no realizamos tratamientos luego de los 43 años, y cuando se precisa la donación de óvulos, el tope son los 50", dice Chillik, ya que en ambos casos las posibilidades de éxito son casi nulas.
Apelando más al sentido común, Pasqualini revela una situación frecuente en su consultorio: "Cuando viene una pareja y entre los dos suman más de 100 años, en general la decisión no es acertada. Aunque también la realidad indica que cada vez hay más mujeres grandes con hombres más jóvenes. Pero el techo de la mujer son los 50 años", coincide Pasqualini.
No fueron los casos, que tuvieron repercusión mundial, de la española Carmen Bousada (que dio a luz a gemelos a los 67 años y que falleció luego de tres años) ni de Omkari Panwar, una mujer de la India que en 2008 tuvo mellizos junto con su marido, de 76 años, gracias a la fecundación in vitro.
En este sentido, expertos locales y del exterior ponen la mira en el serio inconveniente estadístico. "Aunque el argumento pueda resultar funesto, es clarísimo: por ley de vida, la gente mayor se muere antes que la joven. Y perder esos referentes puede producir un grave trauma en los niños", expone el artículo del diario El País .
Moria Casán, con 64 años, no pierde las esperanzas y, recientemente, confesó su deseo de volver a ser madre con su actual pareja. "La sociedad está cambiando y muchas veces el egocentrismo gana la batalla", concluye Pugliese.

TEXTUALES
"La edad de los padres no siempre es una desventaja para los niños".
INES MORENO
Prof. de Ciencias de la Educación

"Muchas veces el énfasis se orienta a satisfacer el deseo de los adultos."
IRIS PUGLIESE
Centro Psicoanalítico Argentino

"Debe haber un límite de edad y el tope para una mujer son los 50 años"
CLAUDIO CHILLIK
Centro de Estudios CEGYR

"El problema es cuando entre los dos suman más de 100 años"
SERGIO PASCUALINI
Instituto Médico Halitus

PERFILES
Es hoy la mujer que posee el título de "madre más vieja del mundo", ya que dio a luz a mellizos, con 70 años. El matrimonio ya tenía 4 hijos, tres mujeres y un varón.
OMKALI CHARAN SINGH
Madre a los 70 años, en India

Ostentó el título de la madre más longeva del mundo en 2006, luego de dar a luz a mellizos a los 67 años. El año pasado murió de cáncer y los niños quedaron huérfanos.
CARMEN BOUSADA
Madre a los 67 años, en España

La hija de Mirtha Legrand quedó embarazada a los 49 años gracias a un tratamiento de fertilización asistida. En 2001 nació su tercer hijo, Rocco, hijo del empresario Marcos Gastaldi.
MARCELA TINAYRE
Conductora

Quiere ser madre a los 64 años. "Sé que necesitaré ayuda de la ciencia, pero cuando estoy embarazada soy brutal y tengo muchas ganas", afirmó la vedette, que es abuela.
MORIA CASAN
Actriz y Vedette

"Todos tenemos una fecha de caducidad"
MADRID.- Pionero en España de la fecundación in vitro -fue padre del primer bebe probeta, en 1984-, Santiago Dexeus continúa a los 75 años atendiendo en la clínica Tres Torres de Barcelona. Con un discurso exento de estridencias, pero sin tapujos, este ginecólogo defiende el derecho de toda mujer a concebir, incluso a edades avanzadas. Pero pone límites: los 50 años.

-¿Por qué las mujeres han ido retrasando la edad de ser madres?

-Porque han salido de la cocina y quieren tener su vida profesional. Y también influye la crisis económica, que golpea más a las mujeres que a los hombres. Antes, el esquema era: dos sueldos y compartir las tareas que conlleva un hijo. Ahora es la mujer la que renuncia al trabajo para regresar a ese esquema tradicional -mejor dicho reaccionario- de estar metida en casa.

-¿Qué riesgos fisiológicos comporta ese retraso?

-La fertilidad femenina disminuye a medida que pasan los años. Pero no hay que ser tremendistas, porque una señora de 35 años tiene las mismas probabilidades de convertirse en madre que una chica de 22. Sin embargo, a partir de los 40 es posible una disminución natural de la fertilidad. Y el hecho de querer tener un hijo le provoca angustia. Todas las parejas, cuando acuden a la consulta con el especialista, tienen una carga emocional negativa muy fuerte.

-Pero a veces se va retrasando tanto que se llega tarde...

-Es que ahora el hecho de tener un hijo se planifica mucho. No es como antes. Y a veces no se encuentra el momento oportuno. Hasta que no se puede aplazar más y entonces se presentan dificultades desde el punto de vista clínico. Hay que medicar y eso no es lo natural. Y si algunas pruebas fallan, aumenta la angustia. También crea angustia no decir la verdad: hay que decir las cosas claras. Si no hay solución, aceptar que no la hay.

-Cuando una mujer, por ejemplo de 45 años, acude a su consulta porque quiere ser madre, ¿piensa en otros condicionantes, por ejemplo que cuando el hijo sea adolescente los padres estarán jubilados?

-No. Yo animo a las parejas a tener hijos porque pienso que la vida es muy variable. Todos tenemos fecha de caducidad y no sabemos cuándo. Ahora, si la mujer tiene 50 años ya no la aceptamos. Y ha habido casos de mujeres de 60 años que yo los considero aberrantes y totalmente absurdos. Igual, estos casos esconden frustraciones o tendencias no muy recomendables para ser madres. Es una actitud egoísta.

-¿Le representa algún problema ético que una mujer de cierta edad quiera ser madre?

-Cada vez menos. Con los años uno se da cuenta de que esos principios tan laboriosamente pensados en la vida chocan con la realidad y explotan. Y pueden pasar dos cosas, la tragedia o la comedia: yo prefiero la comedia. Pero ya le he dicho que la edad máxima para concebir son los 50 años.

lanacion.com

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