viernes, 8 de octubre de 2010

Cómo afrontar la hiperactividad infantil

La hiperactividad se muestra como un trastorno en la conducta. Los niños hiperactivos desarrollan una actividad motora muy intensa, a veces inexplicable para los padres y demás familiares que están a su alrededor.
Estos niños a menudo comienzan tareas sin ningún fin claro, que nunca finalizan, ya que enseguida se fijan en otra actividad. Por ello les resulta tan difícil mostrar un nivel de atención normal. Cuando se encuentran en presencia de gente con la que no tienen mucha confianza aumentan la intensidad de su hiperactividad.

¿Qué les hace la hiperactividad?

- Son niños difíciles de educar, ya que son nerviosos, inquietos e insensibles a los castigos.
- Debido a que les cuesta mucho estar atentos a alguna actividad concreta, sufren problemas de rendimiento escolar, a pesar de que su coeficiente intelectual es totalmente normal.
- Sus estados de ánimo son bruscos y su temperamento impulsivo. Para diferenciarlos de un niño normal, inquieto por naturaleza, hay que fijarse que en momentos en los que necesitan concentración, como en clase, los niños hiperactivos son incapaces y se comportan como si estuvieran en el recreo.
- Se puede percibir a grandes rasgos, que un niño es hiperactivo si le vemos muy impulsivo, con malas notas en el colegio, alejado de sus compañeros y muy reticente a acercarse a ellos y socializarse.

¿Qué se puede hacer?

- A menudo los padres califican a su hijo hiperactivo como inquieto, gamberro y maleducado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, un niño puede ser todo eso sin sufrir hiperactividad.
- Suelen tener dificultades para relacionarse con los demás, tanto en el colegio como en casa. Hay que intentar que él mismo esté motivado para jugar con los demás, enseñarle a jugar en equipo.
- No hay que llamarles la atención de manera exagerada, por muy grave que sea la faena. Les cuesta entender qué han hecho mal porque no son capaces de atender las explicaciones del padre al cien por cien. Por ello es necesario regañarles de manera normal, como a cualquier otro niño, y recompensarles con buenas palabras cuando consigan algún logro, por muy pequeño que sea. De esta manera él se dará cuenta de que su buen comportamiento avanza y se esforzará en hacerlo mejor. Lo más importante es hacerle ver que su esfuerzo sirve y que mejora.

El tratamiento que deben seguir depende mucho de cada caso. Existen desde los fármacos estimulantes y sedantes, hasta las prácticas psicoterapéuticas. Éstas últimas ayudan a que el ambiente en casa y en el colegio sea más tranquilo. Ambos deben estar recomendados y prescritos por profesionales.
Las técnicas cognitivas consisten en trabajar las habilidades sociales de estos niños, para mejorar sus relaciones con la sociedad y sus niveles de atención.

Existen muchos proyectos de ayuda para paliar este problema. Uno de ellos es el de la asociación Cuéntame y te Cuento, que ofrece unas sesiones informativas y de asistencia dirigidas a padres y familiares de niños hiperactivos, las Jornadas sobre trastornos de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). (Más información en http://asociacioncuentameytecuento.blogspot )

elpais.com

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