viernes, 27 de noviembre de 2009

Con los días soleados, crecen las lesiones infantiles por la bicicleta


Fabiola Czubaj
LA NACION
Con el calor, llegan las actividades al aire libre, como andar en bicicleta. Pero expertos en traumatología infantil y prevención de accidentes advierten que, en estos meses, también se multiplican más de diez veces las consultas pediátricas de urgencia.
Son por traumatismos al andar en bicicletas inadecuadas para la edad o cuando los adultos transportan a los chicos sobre el cuadro, el manubrio o la parrilla sobre la rueda trasera.
Los problemas van desde las lesiones leves por golpes en rodillas, hombros o codos al caer, hasta el desgarro de los tejidos en los pies o las fracturas en las extremidades y las costillas. Las emergencias, que entre abril y septiembre no son más de dos por semana, con la llegada del calor superan la decena.
"La gravedad de este tipo de lesiones, que son evitables en un 100%, suele ser mediana si se la compara, por ejemplo, con los accidentes de tránsito. Pero no por eso, despreciable, porque causa lesiones leves y moderadas, ocasionalmente graves, pero también ausentismo escolar y laboral de los padres, gastos de salud y consecuencias psíquicas en los chicos", explicó por teléfono desde Paraná el doctor Carlos Nasta, presidente de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Además, son de gran preocupación para los especialistas que reúne la Sociedad Argentina de Ortopedia y Traumatismo Infantil (Saoti). Una lesión muy común afecta a los chicos de entre 2 y 6 años, cuando ya tienen equilibrio y ocurre cuando padres, hermanos, tíos o abuelos los llevan sentados en la parrilla sobre la rueda trasera o sobre el manubrio. Con la inercia al andar, las puntitas de los pies, que van colgando, se enganchan en los rayos de la rueda y eso produce un desgarro de los tejidos blandos y, con la rotación, en algunos casos fractura del tobillo y el pie.
"Este accidente, que es frecuente en las guardias de los hospitales, se conoce como «pie de bicicleta» y en el 98% de los casos se da cuando el chico coloca la zona anterior del pie entre los rayos. Eso hace que el movimiento de la bicicleta arrastre el pie hacia adelante hasta que dan contra el soporte de la rueda", explicó el doctor Fernando Salas, presidente de la Saoti.
Para evitar el pie de bicicleta, se aconseja usar una sillita plástica, que se coloca en la parte de atrás de la bici y evita que los chicos lleven las piernas colgando, entre otras medidas de seguridad (ver infografía).
"Las lesiones óseas se curan con un yeso y el chico puede caminar al mes. Pero las de los tejidos son más complejas, porque levantan la piel y afectan una zona que se inflama mucho. Las curaciones se hacen dos veces por semana y el tratamiento puede demorar hasta 6 semanas", indicó Fernández.
Los datos registrados en 2007 y 2008 por las Unidades Centinelas de Lesiones muestran que el 95% de 15.000 lesiones atendidas en pacientes de entre 0 y 12 años fueron no intencionales: las caídas ostentaron el primer lugar (44%), mientras que las lesiones de transporte, sobre todo como pasajero, ocuparon el segundo lugar y los golpes (14%), el tercero. El principal lugar donde ocurren las lesiones es la calle y, luego, la vereda, según precisó Sebastián Laspiur, director de Promoción y Protección de la Salud del Ministerio de Salud.
En el Hospital de Niños Sor María Ludovica de la Plata, entre septiembre y marzo se asisten unos 160 casos por mes de pie de bicicleta y en el Hospital de Niños de San Isidro, 12 por semana. "Pero esas cifras expresan un subregistro regional -advirtió el doctor Claudio Fernández, jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología del servicio del hospital platense e integrante de la Saoti-. En ocasiones, a los chicos se los interna por un traumatismo de cráneo de distinta gravedad por transportarlo sentado en el manubrio de la bicicleta."
Un poco más raras, agregó, son las fracturas de fémur y/o de los huesos de la pierna por viajar en el caño de una bicicleta de varón. "El caño y el marco -explicó- actúan con un mecanismo de palanca sobre el esqueleto infantil." Cuando el pie queda enroscado en los rayos, no hay que sacarlo a la fuerza, sino soltar o abrir los rayos para evitar un daño mayor. Nasta insistió: "La bicicleta es un vehículo y no un juguete". La SAP no aconseja su uso hasta los 4 años, que es cuando se adquiere la noción del peligro.

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