miércoles, 25 de noviembre de 2009

"La última niñez y la adolescencia son los momentos más filosóficos"

Para aprender que se puede pensar sin miedo, para darse la libertad de pensar y "terminar con el aura intimidatoria que rodea a cuanto suena a 'filosófico'". Con esas ideas Fernando Savater encaró la escritura de Historia de la filosofía sin temor ni temblor, el último libro de una tetralogía que incluye Etica para Amador, Política para Amador y Las preguntas de la vida. Ilustrado y escrito con humor, Éste bien podría ser un libro para niños y adolescentes, pero es más, es también un recorrido por la historia de las ideas, desde Sócrates hasta Albert Camus. A pocos días de su llegada a la Argentina, para participar de la presentación de Historia de la filosofía sin temor ni temblor en la Feria del Libro de Mar del Plata, el 3 de diciembre, Savater dialogó con Clarín.
¿En qué medida una historia de la filosofía ayuda a acceder a una vida más en sintonía con lo deseado?
La historia de la filosofia es una revisión de las búsquedas del conocimiento que hubo en nuestra tradición. Entender la vida es parte de lo que se puede llamar una vida humanamente digna. La filosofía no es autoayuda, es una forma de intentar conocernos y comprendernos mejor. De vivir de una manera más consciente, no de una manera automática. Conocer la historia, los esfuerzos que se han hecho a lo largo de la historia en ese sentido es parte de la aventura humana.
¿Siempre es posible pensar en libertad?
Pensar en libertad es posible en el sentido de que nadie te puede impedir que pienses, quizá sí que lo expreses. Es verdad que a veces somos nosotros mismos -nuestros temores, nuestra ignorancia, nuestras supersticiones- los que nos impiden pensar. Muchas veces los obstáculos no vienen de afuera.Su libro es también una historia de las persecusiones...Sí, efectivamente. Uno puede pensar en libertad pero cuando quiere dar cuenta de lo que ha pensado y comunicarlo, choca con poderes que se basan en mitos, en leyendas, en verdades establecidas que no deben tocarse. En general, las iglesias son las más dadas a ese tipo de saberes que no deben cuestionarse porque la mayoría de los postulados no pueden verificarse. Y la filosofía es un saber laico y racional, es decir, que exige argumentos y pruebas. Pero luego además hay poderes terrenales que no admiten que se ponga en cuestión la legitimidad de las autoridades, la genealogía de los reyes, decir que el pueblo tiene derechos...
Qué ejemplo de hoy podría dar?
Además de las iglesias, nuestro tiempo ha padecido los regímenes políticos totalitarios que hoy todavía están presentes en algunos países. A veces la fuerza de opiniones establecidas en forma muy arraigada, hace que las personas que piensan de otro modo queden marginadas.
¿Que espacio de la actualidad equipararía a lo que fue el ágora?
Hoy el equivalente al ágora son los medios de comunicación y, fundamentalmente, Internet, que es un ágora virtual. En Internet nos encontramos, por medio del blog, del chat, de Facebook. Cada vez que nosotros vamos buscando algo o a alguien, lo buscamos en Internet, que es un poco lo que ocurría en la antigüedad en el ágora, donde la gente también concurría buscando a alguien. Era el sitio donde la gente se reunía para dialogar. Ahora ese sitio es Internet, que por supuesto también es un espacio de diálogo, de intercambio de conocimientos, de buscarnos unos a otros. Incluso es el lugar de la seducción, y de las perversión, porque todos los espacios humanos son así.
¿En qué medida la escuela puede ser un ámbito para la filosofía?
La última niñez y la primera adolescencia son los momentos más filosóficos, porque es cuando se hacen las grandes preguntas. Es cuando uno deja de ser niño, y las explicaciones de los mayores ya no convencen tanto, pero, al mismo tiempo, aún no debe ganarse la vida, algo que quita tiempo para reflexionar sobre el mundo. A un niño o un adolescente ya no le bastan aquellas explicaciones, y es el momento más propiamente filosófico de la vida. Sería una pena desaprovecharlo.
Savater Básico
San Sebastián, 1947

Prof. de Filosofía, escritor
Publicó más de cincuenta obras de ensayo político, literario y filosófico. También, narraciones y obras de teatro. En 1993 fue finalista del Premio Planeta con la novela "El jardín de las dudas". Entre sus libros más recientes figuran "El gran laberinto" y el ensayo "La vida eterna", una reflexión filosófica sobre la religión en este tiempo.
Definiciones
La materia: "La filosofía es una forma de buscar verdades y denunciar errores o falsedades que tiene ya más de dos mil quinientos años de historia".

Excesos: "El ser humano no es ni un ángel ni una bestia: y quien se empeña en hacerse el angelito termina por ser más bestia que los demás".
El poder: "A los filósofos nunca les ha sido demasiado provechoso empeñarse en complacer a los príncipes.
"Las filósofas: "Uno de los rasgos distintivos de la filosofía actual es la presencia de mujeres entre sus figuras más destacadas e influyentes. Se confirma que el pensamiento filosófico(...) no es cuestión del sexo masculino".
clarin.com

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