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domingo, 26 de junio de 2011

El sacrificio de los mayas para pedir lluvia a los dioses




La famosa ciudad maya de Chichén Itzá sigue dando sorpresas a los investigadores. Un nuevo hallazgo arqueológico en el interior de un cenote (cueva sumergida) mexicano ha desvelado un novedoso tipo de rituales mortuorios mayas prehispánicos.
Un equipo de arqueólogos subacuáticos de la Universidad Autónoma de Yucatán ha descubierto bajo las aguas un nicho natural donde se hallaron huesos humanos y de animales, vasijas de cerámica, cuentas de jade y de concha, cuchillos de pedernal y otros objetos, todos ellos colocados de forma cuidadosa y selectiva en lo que parece ser una ofrenda sagrada de petición de lluvia.
Según explicó a ELMUNDO.es el investigador Guillermo de Anda, director del equipo de arqueólogos y del proyecto 'El Culto al Cenote', el descubrimiento se produjo durante la exploración de un pozo natural situado a escasos dos kilómetros de la famosa pirámide de Kukulcán (o de El Castillo). "Tras descender por cuerdas 21 metros hasta la superficie del agua, descubrimos a cinco metros de profundidad una cueva inundada que conducía al nicho".

Ofrenda submarina

Además de los citados objetos, se encontraron también bifaciales, artefactos redondos de concha (anteojeras identificadas con atributos de Tláloc, deidad de la lluvia) y gran cantidad de carbón que, probablemente, fue utilizado en el ritual. Todo estaba en su sitio, tal y como lo dejaron los sacerdotes mayas.
En la zona central de la cueva estaba lo que parece ser la ofrenda principal "formada por elementos que encierran un gran simbolismo, ya que puede verse el cráneo de un perro (animal relacionado con los espíritus que van al inframundo) un venado (animal simbólico de inframundo y creación), una tibia humana, y un cuchillo de sacrificio", indicó De Anda.
Los investigadores calculan que este ritual en honor al Dios Tláloc debió celebrarse en los siglos IX y X, cuando los antiguos mayas padecieron dos periodos de sequía en la región y que provocó el llamado Colapso Maya. En el nicho se hallaron restos humanos de, al menos, seis individuos, probablemente sacrificados.
"Aún no sabemos en qué consiste este tipo de ritual", explicó el arqueólogo, que asegura que lo más importante y sorprendente del hallazgo es que se trata de una práctica ceremonial novedosa para los expertos que está en proceso de estudio.
Hasta ahora, los casos documentados de sacrificios mayas se referían a ritos en que se arrojaban a las víctimas al fondo del cenote junto a objetos y otros elementos religiosos.
"En este caso, está claro que las personas no eran arrojadas desde la superficie, sino colocadas en las paredes del cenote. Las hipótesis indican que las poblaciones pudieron estar dedicadas a las deidades de la lluvia, para pedir agua, en tanto que la antigüedad de las ofrendas coincide con la época en que se produjeron dos intensos periodos de sequía. Creemos que a causa de la sequía, el nivel del agua del cenote pudo haber descendido entre 3 y 5 metros respecto al que tiene hoy, lo que habría facilitado a los mayas llegar hasta la cavidad y depositar la oblación", señaló.

Petición de lluvia

Además de la ofrenda mortuoria, en el fondo del cenote, en la poza principal, a 50 metros de profundidad, los arqueólogos subacuáticos realizaron más hallazgos de esqueletos humanos de una veintena de individuos y más de un centenar de elementos de huesos de animales, cerámica y esculturas, entre las que destaca un portaestandarte con características similares a un jaguar.
De Anda destacó que este cenote, conocido con el nombre de Holtún, nunca había sido explorado y por lo tanto su contexto está inalterado. "A través de análisis de ubicación espacial del material y una estricta metodología cartográfica y de registro, se ha logrado la descripción de la ubicación precisa de cada elemento en un plano, con lo que se determina que se trata de un sitio ritual semejante al Cenote Sagrado de Chichén Itzá".
Cuando se realizaron las investigaciones en este famoso yacimiento, entre 1882 y 1968, los pocos adelantos en la metodología y técnica de investigación propiciaron que se perdiera mucha información, por lo que el estudio de este nuevo cenote podría ayudar a contestar muchas incógnitas que quedaron sin respuestas respecto al primero, que probablemente es el más importante de toda el área maya.
elmundo.es

miércoles, 18 de mayo de 2011

Comer lo mismo que el hombre de las cavernas podría ser muy saludable



El paleolítico es el período más largo de la historia humana. Abarca el 99% de su existencia y está comprendido por los más de dos millones de años anteriores al período neolítico, que sucedió hace unos 10 mil años. El neolítico no sólo fue un período de cambio por la invención de nuevas herramientas, lo fue sobre todo por un cambio en la forma de alimentación de los seres humanos, el cambio de ser cazadores-recolectores a comenzar a cultivar sus propias cosas con la invención de la agricultura y criar animales con la ganadería.
Estas dos actividades introdujeron con el tiempo muchos alimentos hoy en día cotidianos que no existían en la alimentación original del hombre: lácteos, cereales, aceites procesados, azúcares refinados, carnes obtenidas de animales alimentados con granos, etc.
En la década del 70 el gastroenterólogo Walter L Voegtlin publicó el libro “The stone Age diet” (La dieta de la edad de piedra) describiendo la dieta del paleolítico y defendiendo una idea: el organismo del hombre moderno no está adaptado aún al tipo de comida que consume, entonces, es recomendable seguir la original dieta paleolítica para tener una mejor salud.
El concepto de dieta paleolítica (que puede aparecer como “dieta del hombre de las cavernas” y muchas otras variantes que remiten a lo mismo) apunta entonces a una dieta que excluya las comidas a las que no hubiera podido tener acceso el hombre del paleolítico. Hay diferentes niveles de exigencias entre quienes siguen esta dieta y variedades en la forma en que la siguen (algunos comen determinados tipo de carnes o varían en su forma de cocción) pero en general se sostiene que la dieta paleolítica incluye: carne, insectos, frutas, vegetales (no legumbres), hongos, pescado, raíces y algunos frutos secos. Es importante también la forma en que se obtienen esos productos, prefiriendo carnes de animales no alimentados a grano o verduras alteradas genéticamente.
Muchas personas dedicadas a la investigación de esta dieta y sus impactos en la salud aseguran que es más saludable que la dieta habitual occidental. El Dr. Staffan Lindeberg por ejemplo, realizó una investigación para vincular los distintos tipos de dietas con las “enfermedades occidentales” (infartos, accidentes cerebrovasculares, diabetes, demencia, obesidad, alta presión sanguínea, entre otras) y comprobó que una tribu cercana a Nueva Guinea que aún hoy sostiene hábitos de caza y recolección mostraba una disminución muy significativa en la presencia de esas enfermedades e incluso la ausencia total de algunas de ellas.
También hay una gran cantidad de libros publicados sobre el tema como The Paleolithic Prescription: A Program of Diet and Exercise and a Design for Living, de S. Boyd Eaton, Marjorie Shostak y Melvin Konner que propone un plan de dieta y ejercicios adecuados a la dieta paleolítica para mejorar la salud o The Paleo Diet for athletes, de Loren Cordain y Joe Friel orientado a atletas y cómo esta dieta puede volverlos mejores competitivamente.
En internet abundan los sitios con artículos explicando cómo seguir la dieta paleolítica y haciendo recomendaciones. El sitio Paleofoodmall por ejemplo, se dedica a publicar links a distintas comidas que se venden por internet y se mantienen dentro de la dieta paleolítica como las “Caveman cookies“, unas galletitas hechas con frutos secos, miel y bayas que cuestan entre 5,45 y 9,45 dólares.
cukmi.com

martes, 26 de abril de 2011

Los humanos, diestros desde hace medio millón de años

Un homínido de Atapuerca parte carne con la diestra.| Mauricio Antón


Una nueva investigación, dirigida por el profesor norteamericano David Frayer, de la Universidad de Kansas, ha confirmado que los seres humanos han sido preferentemente diestros al menos desde hace medio millón de años, una característica que se relaciona con el lenguaje.
El trabajo, en el que también participan los investigadores de Atapuerca, especialmente Marina Lozano, junto con colegas croatas e italianos, ha seguido los pasos de la investigación publicada 1988, en la revista 'Journal of Human Evolution', por el codirector del equipo español José María Bermúdez de Castro, Timothy G. Bromagea y Yolanda Fernández Jalvo, en la que por primera vez se mencionó este rasgo humano.
Ahora, nuevos materiales encontrados en la Sima de los Huesos y en otros yacimientos europeos confirman sus resultados.
En la nueva investigación, también se han analizado las marcas que hay en la parte frontal de los dientes de ancestros de nuestra especie y que se relacionan con el uso de la mano derecha. "No se trata de marcas hechas al comer, sino que vimos que eran más gruesas y siempre con la misma dirección. Los microscopios electrónicos revelaron que fueron hechas con piedras afiladas. Concluímos que los homínidos cogían la carne con la boca y la cortaban con lascas al ras de los dientes, como hacen los esquimales con los cuchillos", explica Bermúdez de Castro a Elmundo.es
Enseguida les llamó la atención que todas las marcas estaban hechas en paralelo y en la misma dirección, siguiendo un patrón que se corresponde con el uso de la mano derecha para coger la herramienta de piedra. Además, como ahora resalta Frayer, se observa que eran señales producidas a lo largo de toda la vida, y no en un episodio puntual de corte.

Sima de los Huesos

El artículo publicado este mes en la revista 'Laterality' concretan que el porcentaje de individuos en la Sima de los Huesos (donde se han encontrado 'Homo heidelbergensis') y en otros yacimientos de neandertales es del 93,1% de diestros.
Frayer destaca que este rasgo tiene implicaciones para comprender la capacidad lingüística de las poblaciones humanas primitivas, dado que el lenguaje se localiza en el hemisferio izquierdo del cerebro, que controla también la parte derecha del cuerpo, por lo que hay una conexión entre ser diestro y el lenguaje.
"La correlacióngeneral entre el uso de la manos y la lateralidad del cerebro muestra que los cerebros humanos fueron lateralizados en una forma 'moderna' hace al menos medio millón de años y que ese patrón no ha cambiado desde entonces", señala el investigador norteamericano. "No hay razón para pensar que este patrón no se extiende más allá en el pasado y que el lenguaje tiene raíces muy antiguas", concluye.
elmundo.es

jueves, 7 de abril de 2011

¿El primer homosexual prehistórico?


En la República Checa han descubierto el cuerpo de un hombre -que se remonta al 2.900 ó 2.500 antes de Cristo- en una forma normalmente reservada a las mujeres de la cultura de la cerámica, que vivieron durante la etapa de la Edad del Cobre.
El esqueleto fue encontrado en un suburbio de Praga, en la República Checa, con la cabeza apuntando hacia el este y rodeado de utensilios domésticos, un ritual que anteriormente sólo se había descubierto en tumbas femeninas.
"Por la historia y la antropología sabemos que las personas de este período se tomaban los rituales funerarios muy en serio por lo que es muy probable que no se trate de un error el hecho de encontrarle en esa posición" ha dicho la coordinadora del equipo de arqueólogos que ha realizado el descubrimiento, Kamila Remisova Venisova, en declaraciones recogidas por el diario británico 'The Telegraph'.
"Lo más probable es que se tratara de un hombre con una orientación sexual diferente, un homosexual o un transexual", añadió.
De acuerdo con la cultura de la cerámica, que comenzó en la tardía Edad de Piedra y culminó en la Edad de Bronce, los hombres eran tradicionalmente enterrados hacia el lado derecho, con sus cabezas apuntando hacia el oeste, y las mujeres hacia su lado izquierdo con sus cabezas apuntando hacia el este. Ambos sexos colocados en posición de cuclillas.
elmundo.es

domingo, 27 de febrero de 2011

Forenses, de la Argentina al mundo

Forenses, de la Argentina al mundo
Hay un gringo que quiere hacer exhumaciones y necesita ayuda", escuchó Luis Fondebrider mientras participaba en una marcha durante el incipiente gobierno de Raúl Alfonsín. La democracia se ponía de pie lentamente y, con la esperanza, subsistían atisbos de miedo, desconfianza y desinformación. Los familiares de los desaparecidos por el terrorismo de Estado estaban sumidos en el dolor y tenían una pregunta desesperada: "¿Dónde están?".
Transcurría 1984. Luis y otros estudiantes de antropología se juntaron por primera vez cuando supieron de la presencia de Clyde Snow en la Argentina, el antropólogo "gringo" que, conociendo la realidad política del país, había viajado desde Estados Unidos para realizar exhumaciones con nuevas técnicas que permitían la correcta conservación de los restos para el análisis. Sólo contaban con sus estudios de antropología en curso y con su no menos importante vocación humanitaria.
Fue allí cuando se conformó equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), ONG de carácter científico que se dedica a recuperar los cuerpos de desaparecidos durante la última dictadura militar, con objeto de restablecer su identidad y, si es posible, restituirlos a sus familias.
Sus 55 integrantes actúan como peritos de la Justicia argentina, aportan pruebas en los juicios por delitos de lesa humanidad y se dedican a reconstruir la historia detrás de cada desaparición forzada, a través de la averiguación del paradero de los restos, su exhumación y el posterior análisis en el laboratorio.
Hasta el momento, llevan realizadas más de mil exhumaciones, determinaron 446 identidades y restituyeron a sus padres los cuerpos de 247 personas que, así, dejaron de ser desaparecidas.
Las primeras respuestas que el EAAF dio en nuestro país hicieron que, a través de las conexiones que los organismos de derechos humanos tienen con sus pares en el exterior, se enteraran de su existencia entidades como Amnesty International y la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam). La experiencia argentina era precursora y estos organismos no tardaron en pensar que el trabajo de estos forenses podría aplicarse a más de un país con situaciones políticas similares.
Primero fue en América del Sur, a fines de los 80, cuando comenzaron a buscar víctimas de las últimas dictaduras militares en Chile y Brasil. Luego se extendieron hacia América Central, donde investigaron en Guatemala y El Salvador.
Pero la violación de derechos humanos no era patrimonio exclusivo de este continente y pronto los forenses conocieron realidades más distantes. A comienzos de los 90 viajaron a Kurdistán para buscar a la población kurda que fue vícitima de los ataques del gobierno de Irak. Poco después realizaron uno de sus trabajos más trascendentes cuando fueron convocados por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia para investigar las masacres ocurridas en Bosnia, Croacia y Kosovo.
Uno de los casos que tuvo mayor repercusión fue la búsqueda, exhumación e identificación del cuerpo del Che Guevara en Bolivia. En 1995 había trascendido que sus restos estaban en el aeródromo de Vallegrande. El rumor motivó la creación de una comisión especial para su búsqueda, que convocó al EAAF por su experiencia. Tras dos años de arduo trabajo al que se sumaron expertos cubanos, en julio de 1997 el equipo halló la fosa del guerrillero y pudo identificar sus restos.
Las repercusiones y el éxito de sus hallazgos hicieron que en estos años los convocaran de todos los continentes. Hoy trabajan en casi 40 países, financiados por organizaciones y fundaciones internacionales. Actualmente, entre otras misiones, buscan a desaparecidos durante la dictadura de Stroessner en Paraguay, y realizan entrenamientos para antropólogos en Chipre y Timor Oriental.
Jóvenes colaboradores
Pero, a pesar del reconocimiento que adquirieron a nivel mundial, es en Buenos Aires donde mantienen abiertas sus oficinas desde el primer día de manera permanente ya que, oficialmente, actúan como peritos a disposición de los jueces que investigan los delitos de lesa humanidad.
"La primera experiencia fue en un cementerio del norte de la provincia de Buenos Aires. Recuerdo que fuimos con padres y policías, la situación política era muy endeble todavía. La persona que encontramos no era la que estábamos buscando. Pero aprendimos a realizar una exhumación forense con metodología científica, la primera en la Argentina", recuerda Fondebrider. Hasta ese entonces, esos procedimientos los realizaban sepultureros con palas mecánicas, destruyendo evidencia y perdiendo importante información.
"En ese momento los familiares de los de-saparecidos no confiaban en los forenses del sistema oficial. Por eso quisimos darles una alternativa independiente, aplicando diferentes disciplinas científicas como la antropología, la arqueología y la medicina para ese contexto tan especial", explica Fondebrider. Fue entonces cuando decidieron conformar un equipo, que funcionaría como una organización sin fines de lucro, al que le darían dedicación exclusiva.
Silvana Turner ingresó al equipo a mediados de los ochenta. Asegura que no tuvo miedo de involucrarse en aquel momento, quizá por la inconsciencia que todavía tenía a sus 19 años. "Creo que lo que me acercó fue la curiosidad de pensar qué podía hacer con la disciplina que estaba estudiando, porque uno veía a la antropología más limitada al ámbito académico y no al científico. Veía que se podía aportar al tema de los derechos humanos desde algo concreto", recuerda.
El primer gran hallazgo, como grupo ya constituido, fue en un cementerio bonaerense, donde se encontraron once cuerpos de desaparecidos, que pudieron ser identificados luego en el laboratorio. Años después, otros grandes acontecimientos marcaron la historia del equipo, como cuando exhumaron los cuerpos de las víctimas de lo que se conoció como la masacre de Fátima (la ejecución masiva de 30 detenidos en la ruta 8 a la altura de Pilar), o la identificación de los cuerpos de Azucena Villaflor y de la monja francesa Léonie Duquet, que habían aparecido en la costa atlántica en 1978, tras haber sido arrojadas al agua en los llamados vuelos de la muerte. Recientemente, encontraron restos óseos cremados en las afueras de la ciudad de La Plata, en lo que fue el centro de detención Pozo de Arana, que tuvo como detenidos a los adolescentes de La Noche de los Lápices y a Jorge Julio López.
"Lo que fuimos corroborando científicamente es que eran ciertos los testimonios de los detenidos. Las personas habían sido torturadas y estaban enterradas como NN, de manera clandestina, en distintos cementerios del país. La mayoría de las versiones oficiales indicaba que habían sido muertos en enfrentamientos, pero nosotros advertimos que tenían balazos en la nuca, lo que se corresponde más con un fusilamiento", explica Fondebrider. El antropólogo agrega que en el último año han encontrado en Buenos Aires y Santa Fe cuerpos en fosas comunes, en descampados fuera de cementerios, que dan cuenta de otro modus operandi.
Tarea interdisciplinaria
Antropólogos, arqueólogos, detectives, científicos: las palabras esbozan aunque no llegan a definir completamente el trabajo que realiza este equipo de expertos. Ellos mismos entran en un largo relato cuando intentan explicar su labor, que tiene diferentes etapas aunque, en rigor, todas ellas ocurren en simultáneo.
En primer lugar, la investigación histórica. Los antropólogos deben dar con las coordenadas geográficas en donde se encuentran enterrados los restos óseos de las víctimas de la represión. Los huesos son, en esta historia, lo único que sobrevivió a la tortura y el tiempo: el único elemento tangible que los familiares pueden recuperar para realizar el duelo.
Para las identificaciones consultan a familiares que pueden aportar datos sobre las características físicas de la persona y las circunstancias de la desaparición. Por otro lado, resultan fundamentales los testimonios de los sobrevivientes de los centros clandestinos de detención, que aportan pistas para dar con el paradero de los cuerpos.
En tanto, los documentos que quedaron de la burocracia estatal de aquel período, los libros de ingresos a los cementerios (fundamentalmente las entradas de cuerpos como NN) y los archivos, tanto gubernamentales como periodísticos, constituyen el corpus de fuentes escritas de las que se valen para definir los objetivos.
Una vez autorizados por la Justicia, proceden a exhumar los cuerpos, la otra etapa fundamental del proceso. Todas las lecciones que aprendieron de Snow las ponen en práctica en cada excavación. Mediante la aplicación de técnicas de la arqueología, los antropólogos descubren los restos ocultos en las profundidades de la tierra. Con palas, cepillos y pinceles trabajan uno a uno los huesos y los disponen en contenedores para su posterior análisis.
"Son restos que pertenecieron a personas que fueron torturadas, asesinadas, pero, además, enterradas de la peor manera, a veces en fosas comunes, a veces en precarios cajones", describe Turner. Esas jornadas funcionan como bisagras en el proceso. Ese es el momento en que los que están desaparecidos aparecen.
Devolver la identidad
La siguiente etapa es la identificación en el laboratorio. Durante los primeros años, los antropólogos se basaban en la determinación del perfil biológico de la persona: sexo, edad, lateralidad y todos aquellos rasgos individualizantes, como lesiones óseas, patologías y particularidades odontológicas que pudieran ser cotejados con la información provista por los familiares y las historias clínicas.
Pero el EAAF siempre estuvo a la vanguardia de la ciencia en materia de estudios, y los avances que permitieron determinar el ADN a partir de restos óseos a finales de los años 90 (una técnica mucho más compleja de la que se realiza con sangre) les abrió un abanico de posibilidades en el laboratorio. "Antes dependíamos de que la persona tuviera algún rasgo característico o que hubiera alguna ficha médica", explica Turner.
De allí la importancia de que los familiares de desaparecidos se sigan acercando a estos profesionales para dejar su sangre en un banco de datos: permite acotar los tiempos y aumentar exponencialmente las identificaciones. En este sentido, en 2007 el EAAF lanzó una campaña denominada Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Desaparecidos, que tiene como objetivo la recolección masiva de muestras de sangre para poder compararla genéticamente con los restos que aún no pudieron identificarse. Mediante la firma de un convenio con la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio de Salud de la Nación, se establecieron 63 hospitales y centros de salud de todo el país para la extracción de muestras. La presentación es voluntaria, confidencial y gratuita.
La culminación
Una vez confirmada la identidad de la persona encontrada, llega la instancia de comunicación a las familias, algo que los antropólogos hacen con la misma delicadeza con la que realizaron la labor científica, ya que implica contener a los padres de las víctimas en el momento en el que reciben la noticia. "Es un vínculo de confianza, de confidencialidad e, inevitablemente, de involucramiento", describe Turner.
Luego del momento del entierro, al que los forenses suelen asistir, suele proseguir un intercambio de llamadas y visitas con los familiares, en un lazo que ya no podrán romper con quienes recibieron un poco de alivio, después del dolor por la muerte.
"Para los familiares es, por un lado, un momento muy terrible, porque tienen la certeza de que esa persona fue asesinada. Pero, por el otro, sienten cierta paz después de tantos años de incertidumbre. Ahora saben qué pasó, dónde estuvieron, tienen los restos, pueden enterrarlos, tener una sepultura y visitarlos, además de reinsertar en la sociedad a ese ser querido que había perdido su identidad", expresa Fondebrider.
"Son momentos muy difíciles, de una carga emocional muy fuerte. Pero sabemos que es algo importante para las familias, que influye en su proceso de duelo. En general los familiares se muestran muy agradecidos con nosotros y eso nos da aliento para seguir. Más allá de que somos peritos ante la Justicia, son momentos en los que uno entiende por qué está haciendo esto", agrega Turner.
En septiembre, el EAAF realizó un envío de evidencia a dos laboratorios, Lidmo, en Córdoba y The Bode Technology, en los Estados Unidos, que son unos de los pocos lugares con capacidad de hacer cruces masivos de datos genéticos. Ahora, espera cotejar el ADN de los 925 restos óseos cuya identidad aún no pudieron establecer con las nuevas muestras de sangre del banco de datos.
Afirman que, por estos días, la genética les permite hacer estudios que hace 20 años eran impensables.
Por Maia Jastreblansky
lanacion.com.ar
En internet www.eaaf.org

sábado, 22 de enero de 2011

Hace 10 mil años, en América los perros servían de alimento

Hace unos 10.000 años, el mejor amigo del hombre no sólo proporcionaba protección y compañía, sino una fuente ocasional de alimento. Esa es la conclusión de los investigadores después de haber hallado un fragmento de hueso que consideran la más antigua confirmación de un perro domesticado en el continente americano.
   Un estudiante avanzado de la Universidad de Maine, Samuel Belknap III, encontró el fragmento mientras analizaba una muestra seca de desechos humanos desenterrada en el sudoeste de Texas en la década de 1970.
   Un examen calculó la antigüedad del hueso en 9.400 años y un análisis de ADN confirmó que provino de un perro y no de un lobo, un coyote ni un zorro, afirmó Belknap.
   Como fue hallado dentro de una pila de excrementos humanos y tenía el color naranja-marrón característico de un hueso que ha pasado por el aparato digestivo, el fragmento revela la primera evidencia directa de que los perros —además de ser utilizados para compañía, seguridad y caza— eran comidos por los seres humanos e incluso pudieron haber sido criados como una fuente alimenticia, agregó.
   Belknap estudiaba la dieta y nutrición de los habitantes de la región de Lower Pecos en Texas de 1.000 a 10.000 años atrás, cuando halló el hueso .
   “Ocurre que esta persona que vivió hace 9.400 años comía perros”, dijo.
   Belknap y otros investigadores de los laboratorios de antropología molecular de las universidades de Maine y de Oklahoma, donde se efectuó el análisis de ADN, escribieron un informe sobre sus conclusiones.
   El informe, revisado y aceptado, está pendiente a revisiones, para publicarse en la American Journal of Physical Anthropology este año, dijo el director editorial Christopher Ruff.
   Los perros han desempeñado un papel importante en la cultura humana durante miles de años.
   Hay registros arqueológicos de perros que datan de hace 31.000 años en Bélgica, 26.000 años en la República Checa y 15.000 años en Siberia, dijo Robert Wayne, profesor de Biología Evolutiva en la Ucla y experto en la evolución de los perros, pero los registros caninos en el Nuevo Mundo no han sido hasta ahora tan detallados ni han ido tan lejos en el tiempo.
lacapital.com.ar

sábado, 1 de enero de 2011

El primo del neandertal

Hace unos 40.000 años, y desde mucho antes, vivía en el continente europeo una especie humana que, aunque extinguida, se conoce razonablemente bien por la abundancia de fósiles recuperados en múltiples yacimientos, incluidos algunos muy notables en España. Eran los neandertales, gente robusta y con una cultura propia manifestada en sus herramientas y en los vestigios de sus vidas. Pero, si eran tan específicamente europeos como el registro fósil indica, ¿quién vivía entonces en Asia? La respuesta, que se ocultaba en una nube de restos fósiles varios y debates científicos poco concluyentes, ha llegado ahora no de la mano de huesos desenterrados en algún rico yacimiento, sino directamente del ADN. Los análisis genéticos avanzados de un pequeño hueso de una mano femenina hallado en una cueva del sur de Siberia muestran que pertenece a un hasta ahora desconocido pariente asiático de los neandertales. Además, unos pocos de sus genes están presentes hoy en las poblaciones de Melanesia.
    "Si, los primos asiáticos, es una buena manera de presentarlos", dice Svante Pääbo, científico que ha liderado el descubrimiento. Estos individuos de Siberia, del yacimiento de Denisova, "comparten un origen antiguo con los neandertales, pero tiene su propia historia independiente", añade.
    Con el hallazgo, desvelando el secreto de los genes, se aclara el panorama de la evolución humana en el tramo justo anterior a nuestra especie, a la vez que se abren nuevos interrogantes sobre cruces, contactos y herencias de los humanos prehistóricos. En Europa estaban los neandertales hasta hace casi 30.000 años; en Asia, los denisovanos (y tal vez otros), y en África señoreaba ya la especie humana actual, que acabó ocupando todo el planeta y que incorporó pocos genes neandertales. Por cierto, nadie llegó a América hasta varios miles de años más tarde.
    "Como demuestra este trabajo, los estudios de la variación genética humana se ensanchan más allá del ámbito médico", comentan los expertos Carlos D. Bustamante y Brenna M. Henn (Universidad de Stanford) en Nature. "El estudio de los diversos genomas humanos, tanto antiguos como actuales", añaden "es la herramienta más poderosa disponible para comprender nuestros orígenes comunes y nuestra historia".
    Desde hace un siglo, la paleoantropología ha avanzado a golpe de buscar y rebuscar huesos fósiles que dieran una idea de cómo eran los seres del pasado: los primeros homínidos de hace unos cinco millones de años, las especies africanas más evolucionadas pero aún con muchos rasgos simiescos y los primeros seres del género Homo de hace unos dos millones de años (hasta aquí siempre en África). Poco después, los primeros emigrantes del continente ancestral se aventuraron hacia Eurasia. Pero aún faltaban oleadas posteriores de poblaciones, cruces y procesos evolutivos hasta llegar a los remotos hombres de Atapuerca, de más de un millón de años (los más antiguos) y de hace 500.000, los preneandertales, muy bien documentados, de la Sima de los Huesos de ese yacimiento burgalés.
    Pääbo y los científicos que colaboran con él han dado un rigor revolucionario en esa ciencia con su capacidad de aislar material genético de los fósiles, analizarlo y compararlo. "Este trabajo de Denisova es uno de los primeros ejemplos de cómo la genética toma la avanzadilla a la paleontología más clásica, al ser capaz de identificar a unos seres desconocidos analizando su genoma", comenta Tomás Marqués-Bonet, investigador del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC) y uno de los autores del artículo.
    En 2008, se encontró en la cueva de Denisova una falange y un molar que se dataron entre hace 30.000 y 50.000 años. No se han anunciado más huesos humanos por el momento. Pero Pääbo domina la herramienta genética para buscar y analizar ADN antiguo. "En el molar no se ha podido recuperar material genético de suficiente calidad, pero en la falange sí", explica Marqués. "Y es muy difícil lograrlo, porque, normalmente, los fósiles tienen tantos microbios que, si no tienes mucho cuidado, acabas secuenciando el genoma de los microbios y no el del hueso". Además, está la cuestión de la contaminación con ADN actual, pero esto no es problema para estos científicos con fama de cuidadosos, que alcanzaron un hito con la publicación este año del genoma del neandertal.
    ¿Cómo llamar a aquellas poblaciones del sur de Siberia? Los científicos se refieren al grupo de Denisova, y pasan de puntillas sobre la cuestión de la especie. "Darle un nombre latino requeriría decidir si nos referimos a ella como especie o como subespecie", explica Pääbo a EL PAÍS por correo electrónico. "Dado que no hay definiciones claras, esto siempre deriva en debates académicos estériles que no pueden resolverse", añade. "Por ejemplo, aunque sabemos mucho más de los neandertales que de cualquier otra forma fósil humana, los científicos aún no se ponen de acuerdo sobre si es una especie o una subespecie, así que mejor los llamamos con sus nombres comunes: denisovanos, neandertales y humanos modernos. Todo el mundo comprende de qué estamos hablando".
    Seguramente es una sabia decisión del experto sueco -que trabaja en Alemania, en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva- para provocar más ruido en una ciencia, la paleontología, que hasta ahora ha definido las especies por los fósiles, y cuantos más mejor. No hay en este caso por ahora más que una falange y un molar. "Pero el profesor Anatoli Derevianko [de la Academia Rusa de Ciencias] y sus colegas siguen excavando en Denisova y esperamos encontrar más material".
    El dedo y el molar de Denisova no son nuevos en la ciencia. Hace unos meses el mismo Pääbo y su equipo dieron a conocer el análisis genético de la mitocondria. "Pero ese genoma es limitado", dice Marqués-Bonet. "Ahora, con el genoma del núcleo tenemos muchísima más información y, de hecho, las conclusiones han variado porque con el mitocondrial los denisovanos no parecían tan parientes cercanos de los neandertales".
    Es curioso que nadie sabe cómo serían aquellos primos asiáticos de los neandertales, qué aspecto tendrían, ni siquiera la denisovana del dedo y el molar, porque se sabe que los dos fósiles pertenecen a una hembra, qué aspecto tendría... Pero con los genes se desvela su historia evolutiva. "Denisova comparte más genes con los neanderales que con los humanos actuales", explica Marqués-Bonet, aunque entre ambas especies extinguidas hay notable diferencia genética, añade. Otro resultado notable de la investigación es que los habitantes actuales de Melanesia -región de Oceanía que incluye la isla de Nueva Guinea-comparten entre un 4% y un 6% del material genético de los de Denisova extinguidos, mientras que no se aprecia aportación de genes de estos últimos al resto de las poblaciones asiáticas actuales. Esto sugiere que hubo algún tipo de mestizaje de los primos de los neandertales con los antepasados de los melanesios. De cualquier forma, unos y otros, los neandertales y sus parientes asiáticos, se extinguieron y nuestra especie acabó instalándose en todo el planeta.
    Desde hace décadas, "se ha debatido acerca de si nuestra especie surgió solo una vez y se difundió por todo el mundo, reemplazando a todas las especies de Homo existentes, o si nuestros ancestros se cruzaron con las otras especies y subespecies", comentan Bustamante y Henn, en Nature. "Hasta ahora, los datos genéticos y la interpretación de los fósiles, parecían favorecer el modelo de la completa sustitución, en el que todos los genes de toda la especie humana se remontan a un origen único en una o más poblaciones africanas, de tamaño moderado, de hace unos 200.000 años. Sin embargo, la secuencia del genoma nuclear de Denisova, junto con la del neandertal, sugiere que esa historia denominada Salida de África del Homo sapiens problemente estuvo más entrecruzada en algunas regiones que en otras". La conclusión de Bustamante y Henn es que se produjo efectivamente una sustitución de las poblaciones previas por parte de nuestra especie, pero hubo, además, un limitado flujo genético entre ellas.
    elpais.com

    domingo, 21 de noviembre de 2010

    La larga infancia humana, clave del éxito de la especie

    La larga infancia de los 'Homo sapiens', que dificulta la supervivencia de las crías durante muchos años, podría ser la clave de su éxito en el planeta respecto a otros primos humanos como los neandertales. Esta es la conclusión a la que ha llegado una investigación, publicada esta semana, que se ha realizado con el estudio de 11 dientes fosilizados encontrados en Europa.
    El trabajo, editado en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS) y realizado por científicos de la Universidad de Harvard, parte del hecho de que las piezas dentales tienen líneas que se van acumulando con la edad, como los anillos de los árboles. Ello permite conocer la edad de los restos que se encuentran con un cálculo muy aproximado.
    Para conseguir la máxima precisión posible, los investigadores utilizaron el sincrotrón europeo ESRF, en concreto el del departamento de paleontología que dirige Paul Tafforeau, único en el mundo con esta especialidad. El potente haz del sincrotrón reveló el progreso anual de 10 molares de neandertales y uno de un 'sapiens' primitivo desde la diminuta línea llamada 'certificado de nacimiento' hasta la muerte.
    La conclusión a la que llegaron es que nuestra especie madura mucho más lentamente que cualquier otra, incluso que nuestros parientes más cercanos, desde que dejamos África hace unos 100.000 años.
    De hecho, los neandertales siguen un patrón de crecimiento intermedio entre el de los 'Homo erectus', los primeros ancestros claramente humanos, y los modernos 'sapiens'. "Esto sugiere que un desarrollo lento es una característica reciente y única de nuestra especie y podría ser una ventaja adicional al aprendizaje y la cognición compleja frente a los contemporáneos neandertales", señalan los investigadores.

    Comparativas de primates

    La biología evolutiva ya había demostrado que la infancia es diferente en cada especie y los antropólogos habían documentado muchas diferencias entre los adultos de especies muy cercanas, como los humanos y los chimpancés.
    Los datos genéticos y los fósiles indican que ambos linajes se separaron hace unos seis millones de años, evolucionando de forma diferente. Los primates no humanos mantienen un periodo de gestación corto, una infancia corta y una edad de reproducción muy temprana y corta.
    Investigaciones desarrolladas en los pasados 20 años también concluyeron que incluso los 'Australopithecus' y los 'Homo habilis' crecían más deprisa que los humanos modernos, pero sin embargo no estaba claro cuando comenzó a desarrollarse esta prolongada niñez.
    En este trabajo, los científicos realizaron de todas las piezas una tomografía computerizada con rayos X, gracias al sincrotrón europeo ESRF de Grenoble (Francia), uno de los más potentes del mundo, para ver imágenes internas en tres dimensiones, sin tener que dañar los restos. "En ESRF podemos ver dentro de los fósiles en diferentes escalas y estudiar como fue el crecimiento diario de sus líneas", apunta Tafforeau.
    Entre las piezas estudiadas se encuentra la del famoso niño neandertal descubierto en Bélgica en el invierno de 1830. Hasta ahora se pensaba que había muerto a los cuatro o cinco años, pero ahora se ha comprobado que no tenía más de tres.
    elmundo.es

    domingo, 12 de septiembre de 2010

    Los rituales ancestrales, cada vez más convocantes

    Tesy de Biase
    lanacion.com
    NAZCA, Perú.- La tradición chamánica convoca a una creciente peregrinación de iniciados y curiosos de todo el mundo. Cargadas de cierta mística sesentista, las ceremonias sanadoras y energizantes son vistas como alternativa por los desencantados de la psiquiatría, la psicología y la medicina convencionales.
    La cosmovisión indígena comparte poco con la mirada racionalista occidental. Los universos físico, mental y emocional están absolutamente unidos, pero esta integración se extiende a la naturaleza, a la que cada uno está ensamblado desde una dimensión espiritual.
    "Nosotros creemos en los espíritus que están en toda la naturaleza, de la que formamos parte. Cuando rompemos el equilibrio con ella, nos enfermamos. Por eso realizamos ceremonias para recuperar ese equilibrio", explica el chamán peruano residente en Buenos Aires Oscar Campos, cuyo nombre indígena es Jampikamayoc, que significa "el que cura con hierbas sagradas".
    La enfermedad como ruptura de esa armonía natural es un concepto central de los ritos de sanación chamánica, herederos de la sabiduría ancestral indígena. Este hecho no es ajeno a la mirada de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que define a los tratamientos con plantas medicinales como la expresión más popular de la medicina tradicional indígena. De ella, destaca valores que coinciden con el paradigma de salud sostenido por el preámbulo de su constitución: el estado de bienestar físico, mental, social.
    "Esta definición va más allá del paradigma biomédico occidental tradicional, que trata el cuerpo, la mente y la sociedad como entidades distintas, y refleja un concepto más holístico de la salud. Los pueblos indígenas tienen un concepto similar de la salud, pues el bienestar es la armonía entre los individuos, las comunidades y el universo", afirma un documento de la OMS, cuyo director ejecutivo propuso sumar el bienestar espiritual a los factores que promueven la salud.
    Tal es el poder que para la concepción indígena tiene la armonía con los otros, que un ritual de sanación por una enfermedad grave exige la presencia de familiares, vecinos y amigos, que participan en las oraciones, los mantras y las danzas dirigidos por el tambor del chamán. Ceremonias que en lenguaje ancestral se dirigen a los espíritus de la naturaleza, para que eliminen el mal y convoquen el bien, pero que cuentan con la red de sostén que le da un apoyo emocional al enfermo.
    "Las terapias de familia, que hoy son tan comunes en los tratamientos psicológicos, la cultura indígena los realiza desde hace siglos", se enorgullece Jampikamayoc.
    Integración holística
    "Venimos de la tierra y debemos vivir en equilibrio con ella", comenta el chamán Félix Quispesarmiento, de Nazca. Y el médico francés Jacques Mabit, director del Centro Takiwasi de Tarapoto, en el corazón de la selva peruana, refuerza: "Somos un microcosmos en unidad con el macrocosmos; cada uno debe encontrar su orden interno en armonía con el orden trascendental". Mabit insiste: "El esquema occidental se niega a considerar la dimensión trascendental o espiritual de la vivencia humana". Y acusa a la psiquiatría clásica de abusar de la prescripción de psicofármacos que sólo se ocupan de la química cerebral, en un intento por "borrar todo malestar sin acceder a su significado profundo". Y alerta: "La desaparición del sufrimiento físico y psíquico se paga con la desaparición del acceso al sentido de la vida, alimentando el mito de la felicidad química".
    En su opinión, éste es el motor de la caravana de occidentales que se zambullen en los secretos chamánicos para "ir al encuentro consigo mismos, en un intento legítimo de reapropiación de la libertad individual de acceso a su propia conciencia".
    La revalorización de estas prácticas se repite en toda la América indígena. En Perú, aparece también la resistencia a renunciar a centenares de plantas con potencial terapéutico, que los chamanes convierten en brebajes "sagrados".
    "En el mundo industrializado, se expande la ideología de la vuelta a la naturaleza y existe una cierta desconfianza en el valor de los productos de la industria farmacéutica. Debido a ello, la demanda mundial de plantas medicinales ha experimentado un crecimiento inusitado", informa un documento del Instituto Interamericano de Derechos Humanos de Costa Rica.
    Cada chamán conserva sus fórmulas secretas, que arrastran siglos de experiencia empírica. Pero la bisagra que liga la química terrenal con la espiritualidad son las plantas con poder alucinógeno. La ayahuasca en los Andes y el cactus San Pedro en la costa son dos plantas potentes y controversiales. La tradición indígena las considera purificadoras en términos físicos y espirituales, pero no pueden ser utilizadas por todos, ni en cualquier circunstancia.

    Neochamanismo comercial
    Mabit reconoce un lado oscuro al fenómeno: "Hay una tendencia consumista y mientras muchos salen en busca de respuestas auténticas, otros consumen plantas sagradas y chamanismo como algo más para probar", estimulando la aparición de un "neochamanismo comercial" poco serio y riesgoso, que desvirtúa las prácticas ancestrales.

    jueves, 9 de septiembre de 2010

    Restos óseos serían de los primeros habitantes

    LA PLATA (De nuestra Corresponsalía).- Los estudios arqueológicos y paleontológicos practicados sobre restos óseos hallados entre febrero y marzo de 2009 en jurisdicción del partido bonaerense de Lincoln indican que éstos podrían corresponder a los primeros habitantes del continente americano. La antigüedad establecida sería de 10.045 años, según indica la datación de carbono 14 obtenida en la Universidad de Arizona, Estados Unidos.
    Los trabajos fueron encabezados por los arqueólogos Gustavo Politis, de la Universidad Nacional de La Plata, y Pablo Messineo, del Conicet, junto con científicos del Grupo de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano de la Universidad Nacional del Centro.
    Los restos habían sido descubiertos por un vecino de Coronel Martínez de Hoz, localidad de algo más de mil habitantes ubicada a 60 km de Lincoln, y pertenecerían a por lo menos seis individuos: cuatro adultos y dos niños, de entre 3 y 6 años. Estaban redepositados en la orilla de la laguna de Las Pampas y en consecuencia se encontraban desarticulados. Se estima que estos esqueletos estarían relacionados con las primeras oleadas de poblaciones asiáticas que se establecieron en territorio americano. A medida que los estudios avancen, se obtendrán respuestas sobre el modo de vida de los primeros habitantes de esta tierra.
    lanacion.com

    jueves, 12 de agosto de 2010

    El uso de utensilios sería previo a lo pensado

    MADRID ( El País ).- Las marcas en dos huesos de animales de 3,4 millones de años de antigüedad que fueron hallados en el desierto de Afar (Etiopía) sólo pudieron ser hechos por herramientas de corte y percusión.
    Esto demuestra, según publica Nature , que los familiares de Lucy (un ejemplar muy bien conservado de Australopithecus afarensis ) ya empleaban útiles de piedra para cortar carne y romper huesos para extraer la médula de los mamíferos.
    "Esto nos fuerza a revisar la evolución humana; hace retroceder casi un millón de años las evidencias de uso de herramientas y consumo de carne en nuestra familia -dijo Zeresenay Alemseged, director del proyecto Dikika de la Academia de Ciencias de California-. El uso de herramientas modificó la interacción de nuestros antepasados más antiguos con la naturaleza y permitió la fabricación de herramientas cada vez más complejas."
    Los huesos marcados aparecieron a 200 metros del sitio donde el equipo de Alemseged descubrió a Selam, el esqueleto conocido como la hija de Lucy. Son un fragmento de costilla de un animal del tamaño de una vaca y otro de fémur de un antílope.
    El equipo ignora si las piedras utilizadas como herramientas eran naturales o si estaban modificadas para hacerlas más cortantes.

    lanacion.com

    martes, 13 de julio de 2010

    Estudian prácticas sexuales de pueblos prehispánicos

    Un secreto que permaneció virtualmente oculto durante casi 500 años empieza a develarse. Un grupo de arqueólogos publicó una serie de ensayos sobre las costumbres sexuales de pueblos prehispánicos de México y Centroamérica.
    Son prácticas que escandalizaron a los españoles que llegaron a la región en el siglo XVI, refieren los documentos.
    Y es que el concepto de sexualidad de los pueblos originarios era muy distinto al de Europa, que tenía una visión moral y religiosa sobre el tema, mientras en las culturas mesoamericanas el sexo era un elemento de orden social, explica Enrique Vela, editor de la revista Arqueología Mexicana, que reunió los ensayos.
    "La sexualidad va más allá de lo reproductivo, fue visto como una manera de asegurar la marcha del mundo", dice en conversación con BBC Mundo.
    Salón secreto
    Durante cientos de años, las prácticas sexuales de los pueblos mesoamericanos fueron dejadas de lado, e incluso en la época moderna el tema se abordó desde un punto de vista moral.
    En 1926, por ejemplo, el antropólogo Ramón Mena reunió una muestra de esculturas fálicas y otros objetos prehispánicos alusivos a la sexualidad.
    La colección, sin embargo, no fue abierta al público y permaneció durante varias décadas en un salón secreto del antiguo Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México.
    Muchas piezas resultaron falsas, pero las que fueron validadas se distribuyeron después en las muestras de cada cultura prehispánica.
    Rito de paso
    Los ensayos publicados en Arqueología Mexicana revelan que las relaciones homosexuales eran una práctica frecuente entre la civilización maya.
    Era un elemento más en la formación de los jóvenes, explican los antropólogos Stephen Houston y Karl Taube en su ensayo "La sexualidad entre los antiguos mayas".
    "Las relaciones entre miembros del mismo sexo eran propias del tiempo de los ritos de paso, en los que un niño se convertía en hombre", explican.
    La homosexualidad es un elemento presente en casi todas las culturas prehispánicas, aunque se abordó de manera distinta.
    Por ejemplo entre los mexicas, que dominaban en la región centro de lo que hoy es México, las relaciones entre personas del mismo sexo no eran bien vistas.
    Un elemento que se reflejó en las deidades prehispánicas, muchas de las cuales tenían, en mayor o menor medida, aspectos femeninos y masculinos a la vez, explica el historiador Guilhem Olivier en su ensayo "Entre el pecado nefando y la integración. La homosexualidad en el México antiguo".
    Masturbación ritual
    En algunas culturas la masturbación era un tema vinculado con la fertilidad.
    Los mayas, como otras civilizaciones de Mesoamérica, solían practicar la masturbación ritual, como una manera de fecundar a la tierra que en algunas civilizaciones era considerada un símbolo femenino.
    Otro ejemplo de la importancia que tuvo la masturbación son los hallazgos que describen Houston y Taube:
    "Hay indicios de que los mayas tenían objetos sexuales de madera, usados como consoladores y descritos pudorosamente en un reporte arqueológico como efigie fálica", aseguran.
    La actitud frente a la masturbación es una de las prácticas que hace más evidente la diferencia entre las culturas prehispánicas y la española, dice Vela.
    Hay, además, un elemento adicional: en algunas culturas mesoamericanas el erotismo no era un elemento central en la sexualidad, sino que se veía como una forma de ordenar el planeta, que tiene un lado femenino y uno masculino, como existe arriba o abajo, añade el editor de la revista.
    Fuego y sal a los adúlteros
    En términos generales, las transgresiones sexuales eran severamente castigadas en las culturas mesoamericanas.
    El adulterio, por ejemplo, era castigado con la muerte en algunos pueblos, y en otros como los mexicas se permitía al marido arrancar a mordidas la nariz de los adúlteros.
    Los purépechas tenían otro castigo: en caso de que los adúlteros hubieran asesinado al marido, el varón era quemado vivo mientras le arrojaban agua y sal hasta su muerte.
    El castigo a las prácticas tenía una razón, pues en algunas culturas se les creía causantes de desequilibrios para la comunidad y el cosmos, señalan Miriam López y Jaime Echeverría en su ensayo "Transgresiones sexuales en el México antiguo".
    La presencia del trasgresor provocaba desgracias, como la pérdida de cosechas o la muerte de niños, y en algunos casos se creía que podían producir el fin de una época.
    Por ejemplo, señalan, el tlatoani Moctezuma, líder del pueblo azteca, destruyó un lugar de prostitución "porque atribuyó a sus transgresiones públicas que los dioses hubieran permitido a los españoles llegar e imponer su dominio".


    ALGUNAS CLAVES
    •Homosexualidad: presente en casi todas las culturas prehispánicas. Asociada a ritos de paso de infancia a edad adulta.
    •Masturbación: los mayas la practicaban en rituales para "fecundar la tierra" y hay indicios de que poseían "consoladores".
    •Adulterio: en general era severamente castigado. Los mexicas permitían al marido arrancar la nariz a bocados a los adúlteros. Los purepéchas, los quemaban vivos mientras les arrojaban agua con sal.
    bbc.co.uk

    domingo, 30 de mayo de 2010

    Hábitos individualistas, patrón cultural

    Individualismo, egoísmo, falta de solidaridad. Los expertos enumeran algunas de las peores características del ser humano para explicar los comportamientos que provocan obstrucciones en las calles. “Somos naturalmente egoístas y si nos dejan, nos movemos según nuestro beneficio”, dispara la psicóloga María Cristina Isoba, de Luchemos por la Vida. Y pone como ejemplo a los padres que paran en doble fila frente a las escuelas: “Saben que están haciendo algo mal, pero la mayoría piensa que no implica riesgos. Si se dieran cuenta de que los pueden chocar, les importaría. Pero la conciencia del riesgo y de las consecuencias sociales está distorsionada”.
    El antropólogo Pablo Wright afirma que conductas como estacionar en lugares prohibidos o en doble fila expresan un patrón cultural, que se repite en otros espacios. Hasta en el supermercado, cuando alguien deja su carrito en el medio del paso. “El hombre tiende a adaptar las normas a su beneficio individual –explica–. Entonces, tenemos las normas abstractas y las prácticas reales. Hay que ver cuáles son esas normas prácticas y estudiar su lógica. Son normas que parten de una conducta individualista aceptada socialmente. Y su lógica es que a la gente no le importa el otro”.
    Esta falta de registro del otro, hace que quienes se quejan cuando un piquete interrumpe el tránsito, después sean capaces de dejar su auto en doble fila. “El comportamiento indebido propio para uno tiene una justificación, pero el del otro nos molesta –dice Isoba–. Nos falta la conciencia social del tránsito como un sistema en el que dependemos unos de otros. Y existe tolerancia social frente a comportamientos que afectan la fluidezde la circulación y aumentan el riesgo de accidentes”.
    “Carecemos de cultura ciudadana porque no hubo prácticas ciudadanas por muchos años –opina Wright–. En el desplazamiento por la calle se observa una mezcla de falta de conciencia social y de solidaridad con una competencia por ocupar el espacio vial”.
    ¿Cuál es la solución?

    “Esto se cambia con una política de Estado a largo plazo –dice Wright–. En diez años se puede transformar la conducta vial transmitiendo pautas de comportamiento y con leyes más adaptadas a la realidad. Hace falta una política pública con muchos consensos, una pata educativa, infraestructura, publicidad inteligente, control y sanción”.
    Isoba coincide: “Hay que hacer cumplir la ley, que existe para garantizar la fluidez y seguridad en el tránsito. Si el señor que obstruyó el carril de una calle para dejar su ropa en el lavadero tiene que pagar una multa, el beneficio individual de su conducta disminuirá. Tal vez así se convenza de que, aunque sea más fácil estacionar mal, es preferible hacerlo bien. También es clave la educación: tenemos que entender que somos responsables del tránsito que padecemos”.

    clarin.com

    jueves, 25 de marzo de 2010

    Se diversifica la genealogía humana

    LONDRES ( New Scientist ).- El árbol genealógico humano puede estar en vísperas de sufrir un dramático rediseño. El ADN obtenido de un hueso fosilizado hallado en Siberia habría pertenecido a un misterioso homínido, probablemente una nueva especie, según se publica hoy en la revista Nature .
    La "Mujer X", como se nombró a la criatura, debe de haber compartido su último ancestro con los humanos hace un millón de años, pero probablemente era diferente de ambas especies. Habría vivido hace 30.000 a 50.000 años.
    Hasta ahora, los antropólogos pensaban que los Neandertales y los humanos eran los únicos homínidos que vagaban por Europa y Asia durante el Pleistoceno tardío. La nueva criatura, que probablemente vivía en las cercanías de los humanos y los Neandertales, sugiere que las cosas no eran tan simples. "La imagen que emergerá en los próximos años es mucho más compleja", dice Svante Pääbo, paleogenetista del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, de Leipzig, Alemania.
    Pääbo y su colega Johannes Krause descubrieron el espécimen en la cueva de Denisova, en Siberia del Sur, y secuenciaron ADN de sus mitocondrias (organelas celulares que generan energía). Es imposible decir cómo lucía esta criatura basándose tan sólo en un huesito de su dedo meñique, por lo que Pääbo y Krause todavía dudan en catalogarla como una nueva especie.
    Las mitocondrias de la Mujer X difieren de las de los seres humanos en casi 400 letras de ADN; las de los Neandertales, en la mitad.
    Clive Finlayson, paleoantropólogo del Museo de Gibraltar, afirma que la idea de que había sólo un puñado de homínidos que emigraron de Africa es una gran simplificación. "Probablemente hubo cientos o miles de migraciones desde Africa", dijo.

    lanacion.com

    martes, 26 de enero de 2010

    Una amputación quirúrgica en la Edad de Piedra

    Los antropólogos que trabajan en el yacimiento de Butiers-Boulancourt (sur de París) se han encontrado con la evidencia de una amputación quirúrgica. Que no tendría nada de extraordinario si no fuera porque la antigüedad del paciente se remonta a unos 6.900 años. Es la manera de probar que existían las intervenciones médicas en el Neolítico. De otro modo, no podría explicarse que el antebrazo del esqueleto encontrado por la profesora Buquet-Marcon hubiera sido seccionado de manera tan precisa y ortodoxa.
    Ha permitido reconstruir la operación el recurso de un escáner superdotado. Gracias a él se ha advertido que había un traumatismo y que se había realizado una amputación mediante un escarpelo de sílex, ya que entonces no se habían generalizado los útiles en metal.
    «La limpieza del corte descarta la posibilidad de que el hueso se hubiera seccionado en razón de un accidente o de una pelea», explica Cécile Buquet-Marcon. Llegando a la conclusión, por tanto, de que un especialista con oficio y criterio llevó a cabo un "acto quirúrgico".
    No es la única sorpresa. El análisis de la osamenta ha permitido reconocer señales de cicatrización posteriores en meses e, incluso, en años al trance de la amputación. Se produjo por debajo del codo y no impidió al paciente reintegrarse entre sus congéneres.
    Un hombre grande con artrosis
    El detalle es importante a juicio de la profesora Buquet-Marcon porque sobrentiende los hábitos "sofisticados" de una sociedad solidaria y porque implica el reconocimiento y la integración de los disminuidos físicos en el seno de las tribus neolíticas.
    De ahí la importancia polifacética que ha adquirido el paciente. No se le ha puesto un nombre, pero se le han encontrado muchas otras referencias. Sabemos, por ejemplo, que vivió entre 4.700 y 4.900 años antes de Cristo, que era un hombre grande (2 metros), que padecía artrosis en las vértebras cervicales y que había perdido íntegramente la dentadura.
    Así se lo encontró el equipo de Buquet-Marcon cuando los subalternos cavaron en una profundidad de 1,5 metros. Ha facilitado la conservación del esqueleto el cúmulo calcáreo que rodeaba al amputado, y ha llamado la atención, igualmente, que el difunto compartiera semejante tumba de circunstancias con una oveja y un hacha.
    Es la primera vez que aparece en Francia y en la Europa meridional un ejemplo tan concluyente de cirugía neolítica, aunque el hallazgo de mayor valor y de más antigüedad fue exhumado en el yacimiento de Vedrovice (República Checa). Fue allí donde apareció la prueba de una amputación realizada hace unos 7.500 años.
    'Excelentes cirujanos'
    "Ni en aquel caso ni el ejemplo francés puede hablarse de cirujanos tal como podemos entenderlos hoy", advierte la profesora Buquet-Marcon. "En cambio sí puede decirse que había una cierta especialización y un cierto conocimiento. De los restos hallados se desprenden, por ejemplo, condiciones idóneas de asepsia y se puede acreditar que la sección del hueso se hizo con criterio y escrúpulo", añade la antropóloga.
    Más entusiasta parece su colega Éric Crubézy, profesor en la Universidad Paul-Sabatier de Toulouse. En su opinión, puede hablarse de excelentes cirujanos y se los puede hasta diferenciar en dos grandes escuelas. La primera correspondería a la zona de influencia del Danubio, como probaría el caso de Vedrovice, mientras que la segunda se desarrollaba en el Mediterráneo.
    ¿Había contacto entre ellas? Es una de las dudas que se plantean los especialistas. Se antoja verosímil que unos y otros pueblos compartieran el conocimiento, pero también cabe la posibilidad de que no existiera contacto, de modo que la cirugía habría aparecido como una solución específica e imprescindible a los contratiempos de la guerra y de la caza.

    martes, 12 de enero de 2010

    El secreto del maquillaje egipcio

    EUROPA PRESS
    MADRID.- El llamativo y peculiar maquillaje de ojos que adorna los rostros llegados a nuestros días de la realeza del antiguo Egipto no sólo tenía un papel cosmético. Científicos franceses han descubierto que también era utilizado para prevenir o tratar enfermedades oculares ya que actuaba como desinfectante. Sus hallazgos se publican en el número de enero de la revista 'Analytical Chemistry'.
    Los químicos Christian Amatore, Philippe Walter y sus colaboradores del Centro Nacional de Investigación Científica galo (CNRS) han demostrado que hace miles de años los antiguos egipcios usaban sustancias basadas en mineral de plomo como cosméticos, incluido un ingrediente del maquillaje negro para los ojos.
    Algunos egipcios pensaban que este maquillaje jugaba una función mágica, en la que los antiguos dioses Horus y Ra protegían a quienes los lucían contra varias enfermedades, pero, hasta el momento, la ciencia no les había dado la razón.
    En una investigación previa, los científicos analizaron 52 muestras de maquillaje del antiguo Egipto guardadas en el Museo del Louvre de Paris e identificaron cuatro sustancias diferentes basadas en plomo. Avanzando un paso más en la investigación, estos autores han demostrado ahora que esas sustancias disparaban la producción de óxido nítrico en un 240% en células de piel cultivadas.
    Los científicos indican que el óxido nítrico es una agente señalizador clave en el cuerpo humano. Sus funciones incluyen el refuerzo del sistema inmune para luchar contra la enfermedad. Su papel podría ser importante para hacer frente a las infecciones oculares que, en áreas tropicales como la zona del Nilo, pueden ser un serio problema.
    De esta forma, los egipcios antiguos podrían haber utilizado de forma deliberada esos cosméticos para ayudar a prevenir o tratar enfermedades de los ojos, según sugieren los investigadores, que explican que dos de los compuestos examinados no se producen de forma natural y tuvieron que ser sintetizados por los 'químicos' de la época.

    elmundo.es

    miércoles, 4 de noviembre de 2009

    Murió a los cien años el antropólogo francés Claude Lévi-Strauss

    El antropólogo francés Claude Lévi-Strauss, uno de los intelectuales más relevantes del siglo XX, destacado antropólogo y padre del enfoque estructuralista de las ciencias sociales, falleció el sábado a los 100 años, informó hoy la editorial Plon.
    La editorial informó únicamente del fallecimiento de Lévi-Strauss sin ofrecer más detalles sobre las causas o el lugar en el que se produjo.Lévi-Strauss, que habría cumplido 101 años el próximo 28 de noviembre, influyó de manera decisiva en la filosofía, la sociología, la historia y la teoría de la literatura.
    Dada su avanzada edad, el año pasado no participó personalmente en los actos conmemorativos de su centenario. Pese a todo, responsables del museo Quai Branly, donde hay un auditorio con su nombre, indicaron entonces que el intelectual se mantenía lúcido y en buen estado de salud.
    Francés nacido en Bruselas en 1908, el autor de Tristes trópicos trabajó como profesor en la universidad brasileña de Sao Paulo y en la New School for Social Research de Nueva York, antes de ejercer como director asociado del Museo del Hombre de París y de enseñar en el Collège de France, hasta su jubilación en 1982.Hijo intelectual de Émile Durkheim y de Marcel Mauss, e interesado por la obra de Karl Marx, por el psicoanálisis de Sigmund Freud, la lingüística de Ferdinand de Saussure y Roman Jakobson, el formalismo de Vladimir Propp y un largo etcétera, era además un apasionado de la música, la geología, la botánica y la astronomía.
    Las aportaciones más decisivas del trabajo de Lévi-Strauss se pueden resumir en tres grandes temas: la teoría de la alianza, los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos.
    La teoría de la alianza defiende que el parentesco tiene más que ver con la alianza entre dos familias por matrimonio respectivo entre sus miembros que con la ascendencia de un antepasado común.
    Además, para Lévi-Strauss no existe una "diferencia significativa entre el pensamiento primitivo y el civilizado", indicó a Efe el profesor de antropología Rafael Díaz Maderuelo con motivo del centenario del intelectual.
    La mente humana "organiza el conocimiento en parejas binarias y opuestas que se organizan de acuerdo con la lógica" y "tanto el mito como la ciencia están estructurados por pares de opuestos relacionados lógicamente", agregó.
    Fuente: EFE
    clarin.com

    jueves, 3 de septiembre de 2009

    Analizan la espiritualidad de hoy: ¿hay un retorno de lo sagrado?


    Epoca de desencanto, sin grandes narraciones ideológicas como techos sobre la intemperie del vivir, hay quienes eligen retornar al mundo de lo sagrado y lo espiritual. El camino hacia la luz es bajo el paraguas protector de una religiosidad que, en este caso, desconoce las estructuras de las religiones tradicionales. Que lo sagrado y lo simbólico de la espiritualidad no pertenecen necesariamente al terreno de lo religioso, ha sido el eje que atravesó la Jornada sobre "El retorno de lo sagrado" que se realizó en el C. C. Borges, organizadas por Editorial Biblos y la Fundación desde América.

    Antropólogos, epistemológos, filósofos y estudiosos de religiones, tradiciones, debatieron entre sí y con el público durante todo el día. Participaron: Fernando Schwarz, Ana María Llamazares, Carlos Martínez Sarasola, Leandro Pinkler, Pablo Wright y Bernardo Nante. "Cada sociedad define las fronteras de lo que es sagrado y profano", señaló la antropóloga, y una de las organizadoras del encuentro, Verónica Riera: "No hay jerarquía entre las religiones porque son diferentes vías de acceso a lo sagrado."

    En este sentido una de las ponencias más esclarecedoras fue la del antropólogo Fernando Schwarz que, bajo el título "El nuevo espíritu antropológico. Diferentes aproximaciones a lo sagrado" explicó que lo sagrado es un elemento de la estructura de la conciencia y no una etapa de la historia de esta conciencia. "Religión podría ser un término útil siempre y cuando recordemos que no implica necesariamente una creencia en dios, en los dioses o en los espíritus, sino que se refiere a la experiencia de lo sagrado. Está en relación con las ideas de ser, de significado y de verdad", explicó Schwarz.

    Pablo Wright, profesor de Antropología Simbólica en la UBA señaló a través de tres casos la reelaboración del sentido de lo sagrado. El primero, a través de la experiencia de las iglesias tobas. Allí hay una reelaboración de la simbología cristiana desde el chamanismo: "Por ejemplo, los tobas identifican a Dios con la constelación de las pleyades". El segundo ejemplo tomado es el de los íconos de la religiosidad popular como Gilda y el Gauchito Gil que no son reconocidos por la Iglesia Católica. Y por último hizo referencia a la antroposofía que se materializa en las llamadas escuelas Waldorf: un fenómeno de las clases medias y altas argentinas. Allí, la educación se vincula con un romanticismo y una enseñanza basada en la dimensión integral de la vida, a un modelo cosmológico.

    A su vez, el antropólogo Carlos Martínez Sarasola expuso su trabajo "Cosmovisión indígena originaria y experiencia de lo sagrado", donde se refirió a la revitali zación de la cosmovisión indígena americana que trasciende sus fronteras, presentándose como una posibilidad cierta de contribución al proceso colectivo de retorno a lo sagrado y la espiritualidad: "Creo que los aspectos que podríamos definir como religiosos son una parte de la cosmovisión, porque por definición el significado es más limitado. Muchas sociedades indígenas han tenido y tienen un lugar consagrado para la religión, con sus rituales, clases sacerdotales, templos y demás parafernalias asociadas. Sin embargo aún en este caso, y atendiendo a esta peculiar visión integradora del mundo, la vida y el universo que identifica a la concepción indígena y la constituye en uno de los pilares de su identidad, me parece más preciso hablar de cosmovisión."

    Pero aunque el título del encuentro se refería al "retorno de lo sagrado", una de las conclusiones a las que se arribó fue, como subrayó la antropóloga Riera, que "lo sagrado no se perdió. La cuestión de la pérdida es una construcción de nuestra sociedad porque en realidad lo sagrado es ahistórico. La pérdida es relativa, depende de quien lo enuncia, para los antropólogos las cosas sagradas son dinámicas y cambiantes a lo largo del tiempo, en todo caso la diferencia es que ahora hay conciencia de lo sagrado".
    clarin.com

    jueves, 27 de noviembre de 2008

    Lévi-Strauss cumple 100 años


    Claude Lévi-Strauss, uno de los intelectuales más relevantes del siglo XX, destacado antropólogo y padre del enfoque estructuralista de las ciencias sociales, que influyó de manera decisiva en la filosofía, la sociología, la historia y la teoría de la literatura, cumple cien años de vida.
    A pesar de su longevidad e intensa actividad intelectual desde antes de la Segunda Guerra Mundial, Lévi-Strauss, miembro de la Academia de Francia desde 1973, goza de buena salud y se mantiene lúcido, como relató a la prensa el director del museo Quai Branly de París, Stéphane Martin, institución que alberga un teatro con el nombre del célebre antropólogo.
    Francés nacido en Bruselas el 28 de noviembre de 1908, este centenario humanista es hijo de un judío agnóstico de origen alsaciano que le educó en un ambiente artístico, aunque terminó cursando estudios de Derecho y Filosofía en la Sorbona de París.
    El autor de "Mythologiques" ejerció como profesor de esta última disciplina hasta que recibió una invitación de Marcel Mauss, padre de la etnología francesa, para ingresar en el recién creado departamento de etnografía.
    Fue así como despertó en Lévi-Strauss la curiosidad por una materia en la que desarrollaría una brillante carrera y que le ha concedido un "lugar preeminente entre los investigadores del siglo XX", explicó a Efe el profesor de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid Rafael Díaz Maderuelo.
    Su nueva vocación le llevó a aceptar un puesto como profesor visitante en la universidad brasileña de SÃúo Paulo, de 1935 a 1939, estancia que le posibilitó llevar a cabo trabajos de campo en el estado amazónico de Mato Grosso y en la Amazonía.
    Allí realizó estancias esporádicas entre los bororo, los nambikwara y los tupi-kawahib, experiencias que le orientaron definitivamente como profesional de la antropología, campo en el que su trabajo aún hoy "sigue siendo válido para la mayoría de los antropólogos", señaló Díaz Maderuelo sobre el autor de "La Pensée sauvage".
    Tras regresar a Francia, en 1942 se trasladó a Estados Unidos como profesor visitante en la New School for Social Research de Nueva York, antes de un breve paso por la embajada francesa en Washington como agregado cultural.
    De vuelta a París, fue nombrado director asociado del Museo del Hombre y se convirtió después en director de estudios en la à cole Pratique des Hautes à tudes, entre 1950 y 1974, trabajo que combinó con su enseñanza de antropología social en el College de France, hasta su jubilación en 1982, al tiempo que dirigía el Laboratorio de Antropología Social.
    Hijo intelectual de Emile Durkheim y de Mauss, e interesado por la obra de Karl Marx, por el psicoanálisis de Sigmund Freud, la lingüística de Ferdinand Saussure y Roman Jakobson, el formalismo de Vladimir Propp y un largo etcétera, es además un apasionado de la música, la geología, la botánica y la astronomía.
    Las aportaciones más decisivas del trabajo de Lévi-Strauss se pueden resumir en tres grandes temas: la teoría de la alianza, los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos.
    La teoría de la alianza defiende que el parentesco tiene más que ver con la alianza entre dos familias por matrimonio respectivo entre sus miembros que, como sostenían algunos antropólogos británicos, con la ascendencia de un antepasado común.
    Para Lévi-Strauss, no existe una "diferencia significativa entre el pensamiento primitivo y el civilizado", señaló Díaz Maderuelo, pues la mente humana "organiza el conocimiento en parejas binarias y opuestas que se organizan de acuerdo con la lógica" y "tanto el mito como la ciencia están estructurados por pares de opuestos relacionados lógicamente". Comparten, por tanto, la misma estructura, sólo que aplicada a diferentes cosas.
    Respecto a los mitos, el intelectual sostiene desde la reflexión sobre el tabú del incesto, que el impulso sexual puede ser regulado gracias a la cultura.
    "El hombre no mantiene relaciones indiscriminadas, sino que las piensa previamente para distinguirlas. Desde ese momento ha perdido su naturaleza animal y se ha convertido en un ser cultural", comentó Díaz Maderuelo.
    Para Lévi-Strauss, las estructuras no son realidades concretas, sino más bien modelos cognitivos de la realidad que sirven al hombre en su vida cotidiana.
    Las reglas por las que las unidades de la cultura se combinan no son producto de la invención humana y el paso del animal natural al animal cultural -a través de la adquisición del lenguaje, la preparación de los alimentos, la formación de relaciones sociales, etc.- sigue unas leyes ya determinadas por su estructura biológica.
    Fuente: EFE