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martes, 14 de febrero de 2012

Una cirugía pionera en el mundo


La noche después de la última operación Aníbal Sayavedra no pudo conciliar el sueño. "Me fui a bañar tres veces de la ansiedad que tenía", recuerda Aníbal, que esa noche no podía dejar de mirarse la panza, ahí donde durante 16 años hubo una perforación en la que debía colocar la bolsita que le permitió seguir viviendo después de que a los 23 años le extirparan buena parte de su sistema digestivo.
Hasta el 30 de septiembre de 2010, Aníbal fue uno de los 80.000 argentinos ostomizados, personas que poseen una abertura en el intestino o en las vías urinarias que se comunica a través de la piel con una bolsa desechable que recoge las heces o la orina. Pero ese día se convirtió en la primera persona del mundo a la que se le realizó una cirugía de reconstrucción completa del piso pelviano para revertir el ano contra natura.
"Aunque hay algunas reconstrucciones realizadas a partir del colon, no hay ninguno como ésta, que se haya hecho a partir del intestino delgado, que es más complicado", comentó a LA NACION el doctor Carlos Miguel Lumi, cirujano del hospital Udaondo, que realizó las cirugías que liberaron a Aníbal de "la bolsita".
La técnica desarrollada por el doctor Lumi, a partir de una similar que se aplica en España en pacientes con colostomía, podría ser de utilidad para pacientes ostomizados por diversas causas: cáncer de recto, colitis ulcerosa, poliposis adenomatosa familiar, entre muchas otras.
"Es un gran avance -opinó el doctor Gabriel Gondolesi, jefe de la Unidad de Soporte Nutricional, Rehabilitación y Trasplante Intestinal del Hospital Universitario Fundación Favaloro-, ya que mejora la calidad de vida de los que han sido ostomizados, muchos de los cuales no pueden adaptarse a vivir con la bolsita."
El papá de Aníbal también había sido ostomizado, ya que padecía la misma enfermedad y habría de morir a los 38 años. "La poliposis adenomatosa familiar se caracteriza por pólipos en el tubo digestivo, y si se deja a su evolución natural en el 99% de los casos termina en cáncer de colon", explicó el doctor Juan Pablo Muñoz, de la Unidad de Coloproctología del Udaondo.
Fue por eso que, en 1994, cuando Aníbal comenzó a manifestar los primeros síntomas, los médicos decidieron extirparle el colon, el recto y el ano. "De ver todo lo que había sufrido mi papá, yo no quería saber nada con la bolsita -recordó-; al final tomé coraje y lo logré." En los años siguientes, Aníbal nunca habría de olvidar lo que le había dicho el médico que lo operó: "Tené fe, que la ciencia avanza".
En 2006, su madre vio en un noticiero una nota sobre un trasplante de intestino realizado en la Fundación Favaloro, y le sugirió a Aníbal recorrer los 430 kilómetros que separan su casa en Villaguay, Entre Ríos, de la fundación porteña.
"Fui a ver al doctor Gondolesi. El me dijo que había un médico en el Udaondo que podía llegar a tener una solución para mí, que eran varias cirugías, pero que debía esperar un año." Tres días antes de que se cumpliera al año, Aníbal volvió a Buenos Aires para tener una consulta con el doctor Lumi, del Udaondo. "Me abrazó como si me conociera desde hacía años. Yo dije «este doctor me va a sacar»."

Dos extremos del camino

Aníbal reunía todas las condiciones para ser operado: llevaba más de cinco años sin que el cáncer se manifestara, los tests psicológicos daban bien y una intervención exploratoria reveló que contaba con una intestino suficiente como para realizar la ambiciosa reconstrucción.
La primera operación se realizó en noviembre de 2009 [ver ilustración]. Todo salió perfecto, y en mayo de 2010 Aníbal volvió al quirófano. "Pasados por lo menos 3 meses, si no ha habido infecciones ni estenosis [reducción del calibre del tubo digestivo reconstruido], se coloca un esfínter artificial alrededor del nuevo -explicó Lumi-. Y se espera nuevamente unos meses para ver si el cuerpo no rechaza la prótesis."
"«Doctor, ¿cuándo me va a sacar la bolsita», le decía yo a Lumi cada vez que venía a un control. Lo volvía loco...", recuerda Aníbal, que debió esperar hasta septiembre de 2010 para la última de las cirugías.
"Antes hay que evaluar la función de todo lo reconstruido", explicó Muñoz. Si todo está bien, "el paciente recupera inmediatamente su funcionalidad. Luego son necesarios unos meses hasta que recupere la sensación de necesidad de evacuar", completó Lumi.
"Me costó un tiempo adaptarme", asegura Aníbal, que recuerda que en la sala del Udaondo había un muchacho en la misma situación en la que él se encontraba hacía 16 años.
"Era un chico de Quilmes, se llamaba Germán. Tenía 23 años y le habían puesto la bolsita. Cuando le conté lo que me habían hecho, no lo podía creer."

Mejor calidad de vida

"La colostomía y la ileostomía salvan vidas -dijo el doctor Gabriel Gondolesi, experto en trasplantes-. Hoy se hace mucho en forma transitoria, en pacientes operados por tumores del tubo digestivo, en los que no se puede hacer en forma inmediata su reconstrucción."
Sin embargo, "persiste la idea de que poner una bolsa de colostomía es un certificado de defunción, porque antes se hacía cuando no había chances de operar a un paciente con un tumor irreversible".
"La colostomía transitoria nos permite, por ejemplo, realizar el trasplante de intestino". Lo que es innegable es su impacto psicológico: "Muchos pacientes nos plantean que el cierre de la colostomía es tan importante como el momento del trasplante. De ahí el valor de la cirugía de Lumi, que les permite recuperar su calidad de vida."
lanacion.com

jueves, 12 de enero de 2012

La edad del cirujano influye en las complicaciones tras la operación

La experiencia no siempre es sinónimo de hacer mejor las cosas. En el quirófano, o se mantienen la motivación, la destreza y las ganas de aprender o, a partir de los 50, los resultados que obtiene un cirujano son peores que los de sus compañeros más jóvenes. Y el perjuicio va para el paciente, que tiene más problemas posoperatorios. Así lo pone de manifiesto un estudio que ha analizado durante un año más de 3.500 tiroidectomías (extracción parcial o total de la glándula tiroides) en cinco hospitales franceses de referencia.
El quirófano es siempre un ambiente de alto riesgo. Las complicaciones que se registran durante una hospitalización tienen que ver muchas veces con los cuidados quirúrgicos y posquirúrgicos. Un equipo coordinado por el doctor Antoine Duclos, profesor de Salud Pública de la Universida de Lyon (Francia) ha analizado, tras una intervención de tiroides, como la que han practicado a la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, cuántas complicaciones se produjeron, cuántas se debían al factor humano y, por rango de edad, qué cirujanos tenían más problemas.
Participaron en el estudio 28 cirujanos con una edad media de 41 años y que trabajaban unas 66 horas a la semana. En un año, seis de ellos (21%) hicieron menos de 30 tiroidectomías, siete (25%) practicaron entre 30 y 99, nueve (32%) hicieron entre 100 y 199 y seis (21%) realizaron al menos 200 operaciones.
Las conclusiones del análisis, publicadas en 'British Medical Journal', muestran que los pacientes que sufrieron hipoparatiroidismo tras la intervención -un trastorno causado por la mala función de la glándula paratiroides y que se caracteriza por una concentración de calcio muy baja, entre otras cosas-, habían sido operados en su mayoría por cirujanos con más de 20 años de experiencia o por casi recién llegados. Mientras que la otra complicación analizada -la lesión del nervio laríngeo recurrente (NLR) y la parálisis de cuerdas vocales que conlleva- se relacionó exclusivamente con los cirujanos más mayores.
Asimismo, otros trabajos citados por los investigadores también han mostrado que los cirujanos de más edad, los que llevan operando más tiempo, tienen más tasas de mortalidad después de poner un bypass coronario o de hacer una endacterectomía carotídea (intervención en una de las arterias que riega el cerebro).
¿A qué se debe este mayor riesgo? Según los autores, "la carga de trabajo y el tiempo dedicado a tareas burocráticas, más que clínicas, puede afectar a la atención del cirujano en el quirófano y pasar factura al paciente". Por lo general, son los cirujanos de más edad los jefes de sección y los que se dedican más al papeleo.
Según las estadísticas, un cirujano alcanza su mayor destreza en quirófano a mitad de su carrera. Pasado este periodo "sin un entrenamiento apropiado, las habilidades a la hora de operar descienden, también por fatiga mental debido a repetir siempre el mismo procedimiento durante tanto tiempo", señala el doctor Duclos.
"El talento y la experiencia no son suficientes para garantizar la seguridad del paciente en el quirófano. Si un cirujano no tiene motivación, no podrá progresar", admiten los autores. Dadas las implicaciones que tienen estos resultados para la práctica clínica, los investigadores concluyen que "a partir de los 50 años los cirujanos deberían entrenar su mente y ser conscientes de sus propias habilidades dentro de la sala de operación. Uno no puede creer que sólo acumulando experiencia va a mantener intacta su destreza. Es necesario seguir aprendiendo y motivándose, por el bien del enfermo".
elmundo.es

sábado, 3 de diciembre de 2011

Adiós a la cicatriz de la operación de tiroides

¿Le han operado alguna vez de tiroides? ¿Ha sufrido al comprobar que, después de la operación, le ha quedado una cicatriz en el cuello? Pues ahora esto puede convertirse en un problema del pasado. La tecnología avanza y un equipo de cirujanos de la Clínica Universidad de Navarra ha aprovechado las nuevas técnicas para aplicarlas a la cirugía de tiroides. Así, cada vez que se mire al espejo, no tendrá que recordar su paso hospitalario en forma de cicatriz en la garganta.
Para hacer frente a este problema, un grupo de especialistas en el área de Patología Tiroidea han aprobado con nota las primeras tres intervenciones en España en las que han utilizado el robot Da Vinci, un sistema que permite intervenir a pacientes con problemas en la glándula tiroidea a través de la axila, evitando operar directamente en la garganta y, con ello, que pueda quedar una antiestética cicatriz.
La técnica, originaria en Asia, ha empezado a exportarse al mundo con bastante rapidez. "Hace años que en países como Japón o Corea -que por su cultura las cicatrices en la garganta están mal vistas- se interviene a través de la axila, pero ahora con esta nueva tecnología se consigue simplificar esa operación de forma notable. Después de Asia, dio el salto a EEUU hace un par de años y ya cuenta con más de 1.500 pacientes que han sido intervenidas con esta nueva tecnología. Ahora llega a Europa y nosotros hemos sido los primeros en aplicarla en España", comenta a ELMUNDO.es el doctor Juan Alcalde, especialista en Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra.
"Ciertamente, aunque en general el resultado estético que la cirugía convencional deja en el cuello es aceptablemente bueno, alrededor del 5% de los pacientes desarrolla una cicatriz hipertrófica -es decir, el crecimiento exagerado del tejido cicatricial- u otro tipo de señales con el deterioro estético que esto conlleva", explica el doctor Alcalde.
Esta técnica transaxiliar está indicada principalmente para la extirpación del bocio nodular (es decir, cuando aumenta el tamaño de la glándula tiroides por la presencia de nódulos en su interior), de carcinomas foliculares de tiroides inferiores a dos centímetros, y de aquellos afectados por hiperparatiroidismo, una patología que se produce cuando hay una segregación anormalmente mayor de la hormona paratiroidea.
"En estos casos, y aunque en la actualidad hay una apuesta importante por la cirugía tiroidea mínimamente invasiva, lo cierto es que a la hora de tener que extraer de forma parcial o total de glándula tiroides, con Da Vinci nos ahorramos cualquier cicatriz en la garganta y, además, gracias a la precisión de este robot, la intervención se realiza con una única incisión en la axila", indica el doctor Alcalde.

Sabiduría asiática

¿Cómo se puede operar un problema de tiroides a través de la axila? La idea es realizar una incisión de unos seis centímetros que quede oculta en los pliegues de la axila. Una vez hecha la incisión, los especialistas alcanzan la región cervical y tiroidea guiándose por la visualización del equipo robótico. Pero no sólo del robot vive la nueva cirugía. Los especialistas también cuentan con una serie de instrumentos diseñados especialmente para este tipo de cirugía, como es el caso del bisturí 'harmónico', que consigue dividir y sellar las estructuras vasculares.
Eso sí, una de las desventajas es el tiempo. El doctor Alcalde advierte que este tipo de cirugía dura entorno a una hora más que la convencional, "simplemente porque el recorrido quirúrgico que va desde la axila hasta la glándula tiroides es más largo", aunque añade: "El tiempo depende también de la operación que haya que hacer. Así, por ejemplo, lo que se tarda quirúrgicamente en la extirpación de la glándula tiroides, en los casos en los que se elimina la mitad de ella, es similar al empleado en la técnica clásica".
Otra diferencia es la de los precios. Si una intervención clásica en la que hay que extraer la mitad de glándula cuesta en la Clínica Universidad de Navarra unos 5.000 euros -entre consulta, todo tipo de pruebas, la operación y la hospitalización-, utilizando esta nueva técnica los costes alcanzan los 9.000. En el caso de que hubiera que realizar una extracción completa, el precio llegaría a los 11.000 euros nuevamente 4.000 euros de diferencia que con la técnica clásica, según comentan fuentes de la Clínica Universidad de Navarra.
No obstante, desde la Clínica Universidad de Navarra se indica la gran seguridad de esta técnica, "que no implica ningún riesgo extra a la operación tradicional, sobre todo porque para llevarla a cabo es necesario que el equipo de cirujanos posea una amplia experiencia en cirugía de glándula tiroides" y, según los especialistas, se evita "la necesidad de introducir gas, tal y como se precisa en las técnicas laparoscópicas, quizá los procedimientos más utilizados hoy en día por los cirujanos y que también evita las grandes incisiones en las cirugías tradicionales", señala el doctor Alcalde.
elmundo.es

martes, 22 de noviembre de 2011

Maria Petrocini Ferretti: La primera cirujana

Detalle de la inscripción de Ferretti en el Colegio Médico Florentino. | U. de Florencia
Largo, intrincado y plagado de obstáculos. Así ha sido el camino que, a lo largo de la historia, las mujeres han tenido que recorrer para hacerse un hueco en el mundo de la medicina. Cuando nadie confiaba en sus capacidades, unas pocas pioneras lucharon a brazo partido por practicar -y aprender- un oficio reservado a los hombres y vetado a quienes "por razones morales" no tenían derecho a empuñar un bisturí.
La historia de Maria Petrocini Ferretti, recogida esta semana en la revista 'Archives of Surgery', es un ejemplo de esta lucha y dedicación.
Ferretti (1759-1791) había aprendido la profesión de cirujana trabajando junto a su marido, Francesco, que ejercía en la pequeña localidad toscana de Anghiari (Italia). Animada por sus destrezas, decidió pedir un permiso oficial para practicar la medicina al Colegio Médico Florentino, una institución que desde el siglo XVI hasta el reciente XIX fue el encargado de otorgar la licencia necesaria para ejercer en toda la región de la Toscana.
En 1788, y pese a haber presentado recomendaciones firmadas por los cirujanos más importantes de la región, el consejo le negó la oportunidad de presentarse al examen requerido para obtener el certificado. En concreto, denegaron su solicitud alegando que aun en el caso de que dispusiese de los conocimientos científicos necesarios, "una mujer no puede tener ni mano firme ni audacia", dos cualidades básicas para un cirujano, por lo que presentarse a una evaluación no sería más que una pérdida de tiempo.
Pese a todo, esta negativa no consiguió disuadir a Ferretti de su empeño. Es más, con el 'no' ya en la mano, decidió remitir una súplica al Gran Duque Pietro Leopoldi de Habsburgo-Lorena de Toscana para que intercediera en su favor. En la carta, la aspirante detallaba los conocimientos aprehendidos junto a su marido y las lecciones de anatomía, obstetricia y cirugía que había adquirido en el Hospital Santa Maria Nueva de Florencia, la sede de la Escuela Florentina de Cirugía.
Contra todo pronóstico, un decreto del Gran Ducado publicado el 16 de agosto de 1788 revocó la decisión del Colegio Médico Florentino y otorgó a la italiana la oportunidad de someterse al examen de evaluación. Sin perder tiempo, Ferretti lo aprobó ese mismo mes de septiembre y pasó a formar parte de la nómina de cirujanos oficialmente autorizados para ejercer la profesión.
Entre otras cosas, debía aceptar las disposiciones establecidas por el colegio que, en la época, decidió prohibir la práctica más o menos habitual hasta entonces de castrar a ciertos niños para preservar sus aflautadas voces.
Un año después, Ferretti abandonó Florencia y publicó un libro en el que, entre otros métodos, ofrecía nuevas pautas para la crianza de los niños, como la recomendación de no envolver excesivamente a los recién nacidos. Lamentablemente, su obra no fue mucho más extensa, ya que, con apenas 32 años, la ya cirujana falleció, tal y como quedó recogido en los archivos de la Biblioteca Biomédica de la Universidad de Florencia, que han visto recientemente la luz.
Eso sí, Ferretti vivió lo suficiente para abrir un poco más el camino de las mujeres médicas. Su propia hija, Zaffira, terminaría licenciándose en Medicina por la Universidad de Bolonia en 1808 y obteniendo el permiso para practicar la cirugía en 1810.
elmundo.es

martes, 1 de noviembre de 2011

Cirugía Mínimamente Invasiva


Hay avances que se miden en milímetros. En este caso, los 0,5 de la incisión que José Manuel Rojo acaba de practicar en la muñeca de María Pilar Exojo en un quirófano de la unidad de cirugía ambulatoria del hospital Gregorio Marañón de Madrid. "Los libros dicen que para operar el túnel carpiano hay que hacer una incisión de cuatro centímetros, pero mira esta", dice el médico con orgullo.
También se puede medir en minutos. De los 15 minutos de operación propiamente dicha (desde que el paciente está anestesiado y el médico listo) de la técnica tradicional a los menos de cinco del método desarrollado por Rojo, que en esta demostración para EL PAÍS se ha recreado en las explicaciones y ha utilizado casi 10. "Y eso es dinero; en las operaciones donde se ahorran, al menos, 2.000 euros", añade.
O en días. De los menos de tres que calcula que va a tardar Pilar Exojo en recuperarse, a las seis semanas de media que lleva el posoperatorio tradicional (y eso si no se complica, como le pasó a Exojo hace tres años, que estuvo dos meses y luce una cicatriz de cuatro centímetros en la otra muñeca).
La operación de túnel carpiano es la más frecuente de las de mano. Solo en Madrid se practican unas 4.000 al año (lo que, extrapolado, da más de 26.000 en España). Consiste en liberar los nervios de la presión de una polea que los fijan en el paso más estrecho que va desde el brazo a la mano, a la altura de la muñeca -una especie de desfiladero lleno de vasos sanguíneos, tendones y nervios que hacen que funcione la herramienta más precisa del ser humano, la mano-. Parece una tontería, pero no lo es. Cuando esta brida aprieta, el paciente pierde fuerza, siente dolor y queda imposibilitado para llevar una vida normal.
Rojo tuvo la idea de simplificar el proceso viendo a los fabricantes de maquetas que construyen barcos dentro de botellas. "Solo que la muñeca no es transparente como el vidrio", dice el médico. Pero el efecto lo ha conseguido con un ecógrafo portátil, con el que el cirujano se orienta para abrir un pequeño túnel desde el antebrazo, dos dedos antes de la muñeca, por el que introducirá la aguja provista de una cuchilla que le permitirá cortar la polea que oprime a los nervios. Lo hace con una pequeña aguja con la que va abriendo un camino aprovechando uno natural entre el techo del tendón y la parte más externa de la mano.
La intervención parece rápida y sencilla. "Podría hacer más de 20 en una mañana", presume el médico. Ha bastado con introducir una especie de aguja (parecida a las de ganchillo) con una cuchillita en la punta. Con ella se ha cortado la polea. Dos gotas de sangre marcan el lugar por donde se ha hecho la incisión. Pilar Exojo sale encantada. Aunque pidió que la sedaran bien porque la vez anterior le molestó mucho, esta vez admite que todo ha sido "mucho mejor".
Rojo y su equipo, que ya han publicado resultados de sus técnicas en varias revistas (Ultrasound Medicine y Bone Joint Surgery, entre otras) y la han presentado en congresos, están a la espera de que la técnica, aún en pruebas, reciba el visto bueno del hospital para un uso masivo. Aunque, en el fondo, más que el permiso lo que quiere es el aval. "La técnica se puede aplicar a 26 tipos de intervenciones de mano de las que solo en Madrid se hacen 13.500 al año [unas 90.000 en España], aunque la de túnel carpiano sea la más frecuente (aproximadamente un 30% del total)", insiste el médico. Los resultados están siendo tan buenos que esperan la visita de cirujanos de la prestigiosa Clínica Mayo de EE UU para exponerles la técnica.
Además, cuando el sistema acabe los ensayos, se podrá hacer "en ambulatorios". De hecho, parte del proyecto es la elaboración en un centro de salud de Vallecas, el barrio de Madrid cuya atención corresponde al Gregorio Marañón. Esto significaría acercar aún más la técnica al paciente, y abaratarla -"bastarían un médico, una enfermera y una auxiliar"-.
Pilar Exojo hace ya un rato que ha dejado el quirófano. Cuando se le pase el efecto de la sedación, se irá a casa. "A ver si me va mejor que la otra vez", comenta. Antes de la intervención ha contado que hace tres años la herida se cerró en falso (primero por fuera que por dentro), y que eso retrasó su rehabilitación. Ha aprovechado para operarse ahora que está en paro -es educadora infantil-, pero no podrá descansar demasiado. "Tengo dos niñas, y ellas no me han dado la baja", dice.
Las revisiones, eso sí, no le quitarán mucho tiempo. "Ahora, como estamos de pruebas, les hacemos venir más, pero la idea es que con una vez a la semana o a los 15 días sea suficiente. Y luego que hagan vida normal", dice.
elpais.com

lunes, 10 de octubre de 2011

La cirugía de los labios vaginales está de moda


No se lleven a engaños. No es el aumento de pecho, ni la eliminación de las cartucheras o de las arrugas los tipos de cirugía estética que están en alza. Ahora, al parecer, lo que las mujeres desean es disminuir el tamaño de sus labios vaginales, una vieja petición de las actrices de películas pornográficas.
Al menos eso dicen las estadísticas. Según reconoce el Servicio Nacional de Salud británico, en los últimos diez años este tipo de intervención es cinco veces más frecuente. En nuestro país, y tal y como se ha puesto de manifiesto durante el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (Semal) celebrado en Madrid, las intervenciones cirugía estética íntima se han duplicado en los últimos cinco años. Entre las técnicas más demandadas están la lipoescultura del pubis o del monte de Venus, el estrechamiento vaginal, la reconstrucción del himen o la reducción de los labios vaginales.
Miguel Chamosa, vicepresidente de la Sociedad Española de Cirugía Estética y Reparadora (SECPRE), lo admite: "Hemos comprobado que se ha elevado la demanda de la cirugía vaginal. De la misma opinión es Juan Monreal, presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética y Plástica (AECEP), que reconoce que "el número de solicitudes de este tipo de tratamientos ha aumentado, probablemente, debido a que se conoce más su existencia. No pienso que haya una mayor demanda por el famoso culto al cuerpo". Según sus cálculos personales, y "pese a que es difícil de estimar, ya que no se suelen incluir en muchas de las estadísticas, las intervenciones anuales de reducción de los labios vaginales anuales deben rondar las 100".
Conocida como labioplastia reductora o ninfectomía, se recomienda a mujeres que por razones congénitas u otras causas presenten labios vaginales mayores o menores de un tamaño anormal, asimétrico o colgante. "Yo prefiero hablar de proporción. Si los labios mayores son demasiado finos, por ejemplo, no cubren los menores entonces da la sensación de que son de mayor volumen", destaca el experto de la SECPRE.

Diversos motivos

Insiste, además, en que los motivos para "su remodelación son múltiples como la incomodidad al vestir prendas cada vez más ajustada o al llevar trajes de baño. También por molestias durante la práctica de deporte, como montar en bicicleta".
Puede ocurrir también que los "labios menores (aquellos que rodean el orificio de la vagina) se plieguen sobre sí mismo por su gran tamaño, dificultando en muchas ocasiones las relaciones sexuales. Pero pueden reducirse a un tamaño funcional y estéticamente más normal, sin que resulte problemático ni molesto y sin que pierdan su función protectora o su sensibilidad" puntualiza el doctor Monreal.
Formando parte de la unidad estética de los labios menores se encuentra el capuchón del clítoris. "Esta área de piel que recubre el clítoris puede tener también un tamaño más grande del adecuado protruyendo hacia el exterior a modo de pene. En ocasiones el capuchón y el propio clítoris se encuentran descendidos por debajo de su lugar ideal. Estas circunstancias descritas pueden e, incluso, deben ser corregidas si se detectan para poder conseguir un resultado adecuado", añade.
Pero la motivación estética es la que más empuja a las mujeres hacia la cirugía vaginal. "Lo demuestra el grado de satisfacción con la técnica en el 99% de las intervenidas", agrega el cuirujano Chamosa. Y también el hecho de que el primer estudio llevado a cabo sobre las verdaderas dimensiones de los labios vaginales de las que desean pasar por quirófano para modificarlos revele que todas tenían un tamaño considerado como normal.
Publicada en la revista 'An International Journal of Obstetrics and Gynaecology', "el ensayo se realizó con 33 mujeres que acudieron a un centro médico de ginecología de Londres demandando una labioplastia reductora. La media de edad fue de 23 años", se insiste en el trabajo. En dicho centro, la práctica clínica es la de intervenir a mujeres "a partir de los 18 años, cuya longitud de los labios sea mayor de 50 milímetros o con una marcada asimetría entre los superiores e inferiores de más de 30 mm".
"Para nosotros ha sido una sorpresa encontrar que las participantes tuvieran un tamaño normal de labios, pero lo más preocupantes fue ver la edad de alguna de las solicitantes, concretamente una niña de 11 años", reconoce Sarah Creighton, del Instituto de Salud de la Mujer de Londres y una de las autoras de la investigación.

El tamaño

Los datos revelan que todas poseían dimensiones normales, con una media de 26,9 mm del labio derecho y 24,8 mm; del izquierdo. Además, a tres de las participantes se les ofreció "la cirugía para hacer frente a una significativa asimetría de los labios. A 12 (40%) se les negó la intervención, aunque ellas reconocieron que seguirían solicitándola en otros centros médicos. Un total de 11 aceptó la recomendación de acudir a un psicólogo y una fue referida a los servicios de salud mental", comentan los investigadores británicos.
Otras conclusiones son las que hacen referencia a lo que las pacientes les gustaría lograr con la intervención. "La mayoría reconoció que deseaba mejorar la apariencia de los labios. Otros argumentos fueron: reducción de las molestias, aumentar la confianza en sí mismas y mejorar las relaciones sexuales". Bien planificada, "la intervención devuelve la confianza y la autoestima a las pacientes", apostilla el presidente de la AECEP.
La intervención, "cuyo precio oscila entre los 800 y los 2.500 euros dependiendo del tipo de intervención y del 'caché' del cirujano", según este experto, generalmente se realiza bajo anestesia local asociada a sedación, en régimen ambulante. El periodo de convalecencia, a adaptar a cada tipo de actividad laboral, suele ser breve, en torno a tres días, con revisiones más inmediatas a las 24 y 72 horas. El reinicio de relaciones es posible hacia las cuatro semanas.

Problemas éticos

Pese a que los propios investigadores británicos reconocen que dado que la "definición de un labio menor normal resulta problemática, el criterio para intervenir o no suele ser del cirujano. Por este motivo, y dado el aumento de estas intervenciones y la edad de algunas de las solicitantes, los resultados de este estudio plantean un dilema ético".
Para el vicepresidente de la SECPRE, "el desembarco de compañías comerciales que se mueven por intereses económicos y que 'operan por operar' es uno de los problemas para frenar las intervenciones estéticas que no son necesarias. Hay que moverse con principios éticos a la hora de aconsejar a las pacientes, algo que desafortunadamente se está perdiendo".
Muchas mujeres "estás solicitando la labioplastia con fines estéticos, lo que significa que el aumento de este tipo de intervención es potencialmente infinito, tal vez por ello se necesita de forma urgente la elaboración de protocolos, una responsabilidad que cae sobre los profesionales médicos y las sociedades", defienden los científicos británicos.
Para el doctor Chamosa se trata de una buena propuesta. "Creo que deben hacerse este tipo de protocolos, pero teniendo en cuenta en ellos muchas variables. Por ejemplo el tamaño de los labios dependerá también de la altura y peso de la paciente, por lo que no se pueden establecer longitudes cerradas".

jueves, 6 de octubre de 2011

'El futuro de la cirugía del colon'

[foto de la noticia]
Los cirujanos del Hospital Clínic de Barcelona siguen mejorando. Esta vez, han presentado una nueva técnica que les ha permitido extraer el colon completo (el intestino grueso) de un paciente a través del ano realizando una única incisión abdominal. El caso, presentado en el pasado Congreso de EURONOTES y publicado en la revista 'Surgical Endoscopy', fue el primero del mundo.
"Lo que intentamos siempre es hacer cosas mejores para el paciente pero siempre con seguridad", ha explicado a ELMUNDO.es Antonio Lacy, jefe de Cirugía Gastrointestinal en el centro barcelonés y responsable de la intervención. "En este caso, hemos demostrado que podemos hacer cirugía del colon a través del ano y el recto; algo importante".
La operación se llevó a cabo el pasado mes de julio en un paciente de 36 años que sufría colitis ulcerosa grave. El fracaso de las terapias farmacológicas llevó a los médicos a realizar la extracción total del colon, en este caso, mediante una técnica nueva denominada MANOS (siglas en inglés de Cirugía a través de Orificios Naturales Asistida por Microlaparoscopia).
El equipo dirigido por Lacy introdujo todo el material quirúrgico a través del ano y sólo realizó una incisión en el abdomen a través de la cual se llevó a cabo un control laparoscópico de la intervención. Este corte se aprovechó después para practicarle la ileostomía al paciente (la apertura que necesita para eliminar las heces).
Esta nueva aproximación a la cirugía del colon utilizando el puerto anal "es el futuro", asegura Lacy. "Se han utilizado otros orificios, como la vagina, pero a la mitad de la población no le sirve", añade. En cualquier caso, cuanto menos invasivas sean las intervenciones, mejor para el paciente ya que la recuperación es mucho más rápida.
De momento, la técnica es experimental y los pacientes son seleccionados caso por caso, presentados al comité de ética del hospital e informados detenidamente acerca de la intervención. "Ahora mismo, sólo el 5% de las personas que precisan cirugía del colon es candidato a MANOS pero en un futuro el porcentaje crecerá", augura el cirujano.
Para ello -subraya- "es esencial que los ingenieros trabajen cerca de nosotros", porque cada nueva técnica requiere un instrumental diferente que se adapte a las necesidades.
elmundo.es

jueves, 29 de septiembre de 2011

Reparan lesiones de cadera por incisiones de un centímetro


Una nueva técnica para reparar las lesiones más comunes de la cadera permite prolongar la "vida útil" de la articulación y los huesos pélvicos con anestesia local y apenas dos o tres incisiones de un centímetro. La llamada artroscopia de cadera promete también retrasar y hasta prevenir el uso futuro de prótesis.
"Antes se pensaba que el problema de cadera era propio de una persona mayor. Sin embargo, actualmente se sabe que hay un 15% de la población que tiene mínimas deformidades de las articulaciones de la cadera que predisponen a lesiones y artrosis mucho más prematuras", explicó el doctor Jorge Ortega Traverso, miembro de la Sociedad Internacional de Artroscopia de Cadera.
Cada vez consultan más jóvenes, especialmente deportistas profesionales o aficionados, con daño en el "menisco" de la cadera debido principalmente a esfuerzos extremos en la elongación o alteraciones en el andar. Por eso, los especialistas aconsejan consultar a cualquier edad ante un dolor o molestia mínima que no cedan, en lugar de enmascararlos con analgésicos o antiinflamatorios.
En una cadera sana, la articulación cuenta con un anillo cartilaginoso (labrum) que permite que la cabeza del fémur se mueva sin fricción dentro de una cavidad con forma de copa (acetábulo). Cuando algún problema interrumpe esa armonía, aparecen los dolores y los riesgos.
En los menores de 50, las lesiones más comunes son por el desprendimiento total o parcial del "menisco" de la cadera o labrum; las deformidades de la cabeza del fémur o del acetábulo, y hasta por artrosis o traumatismos, como en los adultos mayores. Si la artrosis está muy avanzada, la colocación atroscópica de una prótesis está desaconsejada por la fragilidad de los huesos.
"No todas las prótesis son para todos los pacientes -aclaró Ortega Traverso-. Las deformidades, como las que producen el choque entre la cabeza femoral y el acetábulo, o las lesiones del labrum se pueden tratar con microcirugía o artroscopia de cadera. En algunos casos con artrosis avanzada se podría intentar la intervención, pero sólo como un paliativo para reducir las molestias. Pero será indispensable que el paciente modifique el estilo de vida para proteger la articulación todo lo posible."

Cuestión de edad

La nueva técnica, de cuya efectividad no dudan los especialistas entrenados en su uso, todavía genera algunas resistencias. En especial, porque no se puede hacer en cualquier centro sin los instrumentos artroscópicos indicados (son más largos y delgados que los que se utilizan para reparar la rodilla) y una mesa de tracción para mantener separada de manera segura la cabeza femoral del hueso coxal durante la intervención.
"Es la misma cirugía que se utiliza en la rodilla, pero mucho más compleja: además de durar un poco más [entre 1 y 2 horas], hay que traccionar la articulación 1 centímetro, que es el espacio en el que se trabajará."
Si se trata del desprendimiento del labrum o el choque femoroacetabular, que pueden ocurrir por la práctica de ejercicios que exigen una gran rotación de la cadera (danzas o gimnasia deportiva) o de deportes de contacto (artes marciales, rugby, fútbol o hockey sobre césped), se observa también si existe alguna deformación en el cuello del fémur o en el borde del acetábulo, "hay que tratarlas porque favorecen la ruptura del labrum".
El arsenal de herramientas incluye fresas de hueso para emparejar las deformaciones o arpones para fijar el menisco desgarrado. "La idea es reparar lo mejor posible las estructuras para que queden fijas. Esto permite que la articulación se mueva libremente y que se selle para que no se escape el líquido sinovial, un amortiguador articular", relató Ortega Traverso.
Pero si sobreviene la artrosis y el paciente necesita una prótesis, la calidad de vida, la edad y el estado de salud de los huesos influyen en la posibilidad de optar por un paso previo al reemplazo total de cadera. Se trata de un reemplazo de superficie con una nueva prótesis de aleación de cromo, cobalto y titanio, que recubre la cabeza del fémur y la superficie del acetábulo. Para asegurarla al fémur, no es necesario cortar el hueso, sino colocar un vástago más corto que el de la prótesis tradicional y cementarla a la cabeza del fémur.
"Se están utilizando prótesis que no invaden mucho el hueso, hechas con nuevos materiales que aceleran la recuperación." Las recomendaciones internacionales limitan el uso de estas nuevas prótesis a los hombres con buena estructura ósea y menores de 55 (o mayores de 55 en casos excepcionales). En los mayores de 70 no están indicadas porque es mayor la incidencia de las fracturas de cadera.
En tanto, en las mujeres se aconseja tener un poco más de cuidado; en especial, en edad fértil. "Hay más riesgo que en los hombres de que pierdan densidad ósea. Y como se trabaja en el cuello del fémur, podría ocurrir una fractura", precisó Ortega Traverso, que aseguró que es en la detección temprana de todos estos problemas donde "se está viendo un verdadero avance de la especialidad"..
lanacion.com

lunes, 19 de septiembre de 2011

Separaron a dos siamesas que nacieron unidas por la cabeza

GEMELAS CRANEOPAGAS. HAY UN CASO CADA 2,5 MILLONES DE NACIMIENTOS.
Era una misión muy difícil, casi imposible, con escasos antecedentes de sobrevida. Pero el equipo británico de médicos logró desunir con éxito a las siamesas sudanesas Rital y Ritag Gaboura, de 11 meses. Así lo informó ayer el hospital infantil Great Ormond Street, de Londres, donde las nenas fueron intervenidas. Las niñas, que estaban unidas por la parte superior de la cabeza, fueron separadas el 15 de agosto tras cuatro operaciones y evolucionan en forma favorable, de acuerdo al último parte médico.
La muy poco frecuente condición que sufrían las hermanitas resulta de muy complicada resolución . Que la sangre fluya entre ambas cabezas –como ocurría en este caso– torna sumamente dificultosa la desunión de los cuerpos. Pero afortunadamente, según señaló la agencia de noticias Ansa, los médicos indicaron que Rital y Ritag no sufrieron complicaciones neurológicas.
Habían nacido por cesárea el 22 de septiembre de 2010 en Jartum, capital de Sudán, y en abril fueron trasladadas en un avión a Londres gracias a la labor de la organización con fines benéficos Facing the World, dedicada a ayudar a chicos con severas desfiguraciones.
Según relata esa ONG, los casos de siameses unidos por la cabeza son extremadamente raros, y la tasa de supervivencia más allá de la infancia de ellos es bajísima (uno en diez millones).
Las niñas fueron separadas en un complejo proceso de cuatro etapas: dos operaciones en mayo, la inserción de expandidores de tejido en julio y la separación definitiva el 15 de agosto en el hospital Great Ormond Street de Londres.
A los pocos días –cuenta Facing the World en su sitio web– las gemelas estaban de regreso en la sala general interactuando y jugando como antes. Y la organización benéfica espera que muy pronto sus padres puedan cumplir su sueño de llevarse a casa a sus dos hijas sanas, por separado.
Este tipo de separaciones implican un muy alto riesgo, especialmente si –como ocurría con las hermanitas sudanesas– hay mucho intercambio sanguíneo entre los cerebros de ambas. “ La incidencia de supervivencia de gemelos con esta característica es muy extraña ”, dijo David Dunaway, cirujano en jefe del hospital Great Ormond Street, en un comunicado. “La tarea presentó innumerables retos y estábamos muy conscientes de nuestras responsabilidades con la familia y las dos niñas”, señalaron los médicos.
“Nos sentimos muy afortunados de poder tener hoy con vida a nuestras hijas gracias a la labor de los profesionales británicos y del grupo Facing the World”, dijo la familia en otro comunicado, difundido por Ansa.

Antecedentes

En julio de 2008, en España, lograron separar a siamesas unidas por el abdomen. Se trató de las pequeñas Youssra y Hanae, de 17 días de vida, nacidas en Andalucía. La intervención duró unas ocho horas y se desarrolló en dos quirófanos con la participación de 36 profesionales.
En septiembre de 2006, en un Hospital de Washington, EE.UU., separaron con éxito a los siameses Mateo Asher y McHale Twain Shaw, de cuatro meses, que estaban unidos por la espalda. La operación duró casi cinco horas y en ella participaron más de 65 personas.
En octubre de 2003, y tras una intervención de 26 horas, médicos estadounidenses separaron con éxito a los siameses egipcios de dos años Ahmed y Mohamed Ibrahim, que estaban unidos por la cabeza. Los niños nacieron en junio de 2001 y había sido trasladados a Dallas, donde fueron examinados más de un año antes de la desunión.
clarin.com

martes, 2 de agosto de 2011

ASEGURAN QUE A EVITA LE HICIERON UNA LOBOTOMIA ANTES DE MORIR

ABRAZO HISTORICO. EVITA CON PERON EL 17 DE OCTUBRE DE 1951, DIA DEL RENUNCIAMIENTO. YA ESTABA MUY ENFERMA.
Un grupo de neurocirujanos de la Universidad Nacional de Cuyo y la Universidad de Yale en Estados Unidos presentaron una nueva hipótesis sobre los últimos días de agonía de Eva Duarte de Perón . La investigación, en base a pruebas médicas y declaraciones de los médicos del entorno presidencial de Juan Domingo Perón, da cuenta de que a Evita se le habría realizado una lobotomía prefrontal para calmar el dolor que le causaba el cáncer que la llevó a la muerte, en julio de 1952.
El estudio fue presentado ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo. El neurocirujano argentino Daniel Nijensohn, profesor de la Universidad de Yale, fue quien explicó que la investigación partió en 2005, a partir de una entrevista concedida por el neurocirujano húngaro George Udvarhelyi (fallecido en mayo de 2010 en Estados Unidos). El médico húngaro declaró ante una revista científica “haber participado de una lobotomía prefrontal practicada a Evita para aliviar los intensos dolores, la ansiedad y la agitación”. Udvarhelyi dijo en esa confesión que la operación la realizó el neurocirujano estadounidense James L. Poppen.
“Udvarhelyi residió en Argentina a principios de los 50 y perteneció al entorno de Ramón Carrillo, ministro de Salud del presidente Juan Domingo Perón”, explicó a Clarín Nijensohn. Según el investigador, la lobotomía frontal era en la década del ´50 una técnica popular entre los médicos, utilizada para paliar el dolor . Contó que Poppen viajó varias veces a la Argentina entre 1949 y 1954. Y citó el dato de que, en Estados Unidos se realizaron 40 mil lobotomías entre 1949 y 1952.
Según esta investigación, la operación fue en la habitación de Eva Perón en el Palacio Unzué, en junio de 1952. Evita murió a los 33 años, el 26 de julio de ese año, a causa de un cáncer de cuello de útero con metástasis en varios órganos del cuerpo.
La lobotomía, que es una perforación en los lóbulos frontales del cerebro, producía una sedación a Evita .
La operación se realizaba con anestesia general, duraba un par de horas y consistía en hacer agujeros de trépano en la corteza del cerebro, “Muchos neurocirujanos colocaban un botón de hueso para evitar que existiera una depresión. Se abría la cubierta del cerebro y se atravesaba con un instrumento llamada leucótomo”, precisó el investigador.
Nijensohn se muestra convencido de que la lobotomía a Eva fue un hecho, pero aclaró que su tesis se podría comprobar “sólo con la exhumación del cadáver, como el que se le ha hecho al cuerpo del ex presidente chileno Salvador Allende”.
Además de Nijensohn, en la investigación que será publicada en la revista Neuro Target, participaron los neurocirujanos mendocinos Fabian Cremaschi y Luis Savastano, el miembro fundador del Colegio Argentino de Neurocirujanos Alberto Kaplan y el profesor de la Universidad de Harvard, Edwards Laws Jr.
La conferencia concluyó con una advertencia: “Este tema se ha mantenido como secreto de Estado durante 60 años, seguramente por amenazas e intrigas palaciegas que mantuvieron esta historia silenciada de la medicina argentina”.

Para los históricos del PJ, es una versión “disparatada”

Lorenzo Pepe, ex diputado nacional y actual secretario del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, escuchó una vez a principios de la década del ‘60 la versión de que a Eva Perón se le había practicado una lobotomía para aliviarle el sufrimiento. “Pero no me pareció creíble. En primer lugar porque era algo muy cruel para que Perón la hubiera permitido. En segundo lugar porque cuando falleció Eva ya existía la morfina, con lo que no había razón para hacer algo de esta naturaleza ”.
Más allá de las versiones y de las especulaciones, Lorenzo Pepe aseguró ayer a Clarín que no existe documentación alguna que indique que a Evita se le hizo una lobotomía. “Categóricamente, no”, insistió el ex legislador justicialista.
Pepe recordó, por ejemplo, que en el libro que escribió Jorge Alberto Taiana, ex médico Perón y Evita, no hay menciones de que se le haya realizado esa práctica a la esposa del general. “Al contrario, Taiana refiere la lucidez que tuvo Evita hasta último momento”, explica Lorenzo Pepe. Y agrega: “Taiana quedó sorprendido con que ni muriéndose ella había arriado las banderas”.
El ex diputado también descalificó a George Udvarhelyi, el neurocirujano húngaro que declaró que se le había realizado una lobotomía a Evita.
“Este hombre tenía una actitud radicalmente antiperonista. Es increíble que a 59 años de su muerte se siga revolviendo esto. La necrofilia parece perseguir a los argentinos”.
También el histórico dirigente peronista Antonio Cafiero descartó que a Eva Perón se le hubiera realizado una lobotomía. “Nunca escuchó algo así y directamente le suena disparatado”, contestaron ayer a Clarín allegados al ex gobernador bonaerense.
Cafiero era funcionario del gobierno de Perón cuando murió Evita. “Exactamente un mes antes de su muerte, Antonio fue a visitarla a la residencia presidencial. La vio muy endeble, pero con una fortaleza mental e interior que impactaba. Fue la última vez que la vio”, recordaron.
CLARIN.COM

domingo, 3 de abril de 2011

Se sacan prótesis o bótox para volver a su imagen natural


Si como decía Platón el cuerpo humano es tan sólo un carruaje, algunas y algunos han encontrado en las cirugías plásticas un modo de vivir actualizándole las “ruedas”. Pero el problema es que lejos de sentirse mejor, ahora muchos confiesan que están arrepentidos por haber aceptado pasar por procedimientos que aumentaron sus mamas o sus glúteos, cambiaron su nariz, estiraron su cara, ocultaron las arrugas o modelaron su silueta.
Celebridades internacionales como Mickey Rourke, Priscila Presley, Nicole Kidman y Pamela Anderson, entre muchas otras, ya se animaron a manifestar su arrepentimiento. En el caso del Rourke, el actor y ex boxeador confesó: “Básicamente se trató de arreglar el desastre en el que se había convertido mi cara por el boxeo, pero fui a ver al tipo equivocado para que me recompusiera el rostro”.
La modelo Pamela Anderson, famosa por sus lolas, también manifestó: “Lo que me he hecho hasta ahora se quedará conmigo, pero no quiero nada más. Voy a hacerme tratamientos faciales, pero no quiero volver al camino de los cuchillos”, aclaró.
En el mundillo de la farándula local son muchos los que preferirían volver a tener su carruaje original. Famosas como Adriana Brodsky o Susana Giménez han expresado su arrepentimiento después de las cirugías de la nariz. Otras como la modelo Karina Jelinek o la actriz Gloria Carrá se volvieron atrás con las cirugías de aumento de mama.
Los casos de los arrepentidos también se encuentran entre la gente común. Como le ocurrió Daniela Martinez, de 23 años, quien contó a Clarín : “Me hice las lolas a los 19. Sin embargo, después de tenerlas nunca me volví a sentir cómoda. Me veía en el espejo y sentía que no era yo. La ropa que me ponía no me gustaba como me quedaba, sentía que estaba todo el tiempo en pose. Terminé volviendo al médico para que me devolviera mi medida normal. Aprendí a quererme tal cual soy, y al que no le gusta que no mire”.
El arrepentimiento se produce por diferentes causas. “Algunas personas recurren a lugares que no cuentan con las condiciones higiénicas adecuadas y después tienen complicaciones. Otras se ponen dosis de Bótox o prótesis de tamaños grandes que no les corresponden con su cuerpo. Por lo cual quedan ridículos después de la operación”, afirmó el cirujano plástico Marcelo Robles.
“Hay personas que no tienen información seria antes de las cirugías, y después se arrepienten. No deberían dejarse llevar por avisos que prometen lo imposible”, aconsejó Patricio Jacovella, cirujano, autor de varios libros de la temática, y profesor de la Facultad de Medicina de la UBA.
“Otro caso es el de las personas que abusan de las cirugías. Viven retocándose algo, y no asumen el paso del tiempo. El resultado es muy visible: quedan con pómulos grandes, y excesos en los labios, pero su edad biológica se delata en sus manos o en sus cuellos”, acotó Jacovella.
Desde el punto de vista psicológico, algunas personas creen que con la cirugía resolverá un problema de autoestima. Sin embargo, Adriana Guraieb, de la Asociación Psicoanalítica Argentina, señaló: “No todos los que quieren operarse están preparadas”. Una cirugía plástica no significará un cambio en el interior del carruaje.

CONSEJOS
Para evitar arrepentimientos la persona tiene derecho a que le expliquen detalles de la cirugía, riesgos, posibles complicaciones y resultados, y cuidados post-operatorios, aconsejó Jorge Pedro, especialista en cirugía plástica.
Se recomienda elegir un especialista en cirugía plástica que trabaje en una institución de jerarquía y sea miembro de las sociedades científicas, que la cirugía sea en sanatorios de alta o mediana complejidad, para prevenir accidentes y secuelas. Hay que evitar médicos que ofrecen resultados mágicos de duración indefinida, sin cicatrices, y que niegan la posibilidad de riesgos y complicaciones. “Los médicos no tenemos goma de borrar ni varita mágica”, afirmó Pedro. Hay que aceptar el consejo de quien se niega a operar porque el paciente no está en condiciones físicas o psicológicas, o porque tiene expectativas desmedidas.

CLAVES
Las cirugías se pusieron de moda en los ‘90, con el 1 a 1. Y en el 2000, a pesar de la crisis, ya eran furor: hace dos años se llegaron a hacer 100 operaciones de “lolas” diarias.
Las chicas empezaron a elegir hacerse las “lolas” como regalo en vez de la fiesta de 15.
Se puso de moda sortear operaciones de “lolas” en los boliches. En 2008 se prohibió.
El año pasado la tendencia empezó a cambiar: 3 de cada 10 cirugías de “lolas” ya era para reducir el tamaño.
clarin.com

lunes, 14 de febrero de 2011

Hombres con un pecho demasiado femenino



Cada vez más hombres muestran interés por reducir su pecho y no porque sea una de las últimas tendencias en estética. Aproximadamente un tercio de los varones sufre una alteración en sus mamas, que adquieren una apariencia más femenina, lo que se denomina ginecomastia.
Según la Asociación Británica de Cirugía Plástica, las intervenciones para reducir el volumen de esta parte del cuerpo en hombres se "han incrementado un 28% respecto al año anterior". Aunque no existe un registro nacional, a los especialistas españoles no les sorprende este dato si se remiten a su experiencia clínica. De hecho, se trata de una de las cinco operaciones de cirugía plástica más demandadas entre los hombres. Así lo constata también un informe de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica y Estética (ASAPS).
"Este incremento probablemente está relacionado con el aumento del sobrepeso masculino. En los últimos cinco años, hemos pasado de un 6% a un 14% de la población con obesidad mórbida", señala Alfredo Alonso Poza, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital del Sureste de Madrid. "Las células de la grasa (los adipocitos) segregan un estrógeno que provoca feminización en el hombre y es capaz de estimular el crecimiento mamario", argumenta.
Esta asociación la corrobora el presidente de la Sociedad Española de Cirugía plástica Reparadora y Estética (Secpre), Jaume Masià, quien además recuerda que existen otros desencadenantes de la ginecomastia: "Las alteraciones hormonales, el consumo de fármacos que aumentan los estrógenos en el hombre o la ingesta de anabolizantes". La edad también puede influir, ya que "sufrimos cambios hormonales por los que se pierde capacidad de segregar testosterona".
Además, los pacientes con alteraciones hepáticas o con insuficiencia renal pueden desarrollar ginecomastia. Algunas veces, el problema se resuelve con el tratamiento de la enfermedad que lo causa, con terapia hormonal o abandonando el consumo de anabolizantes, si éste fuera el caso.
Por lo general, el aumento de las mamas suele abordarse con una intervención quirúrgica. Consiste en "realizar una incisión por debajo de la areola y se extrae el botón mamario para reducir el volumen". Este procedimiento quita grasa y tejido glandular. En algunos pacientes, además, es necesario extirpar también la piel sobrante. Dependiendo de cada caso, se aplicará anestesia local o general. El catálogo de prestaciones de la sanidad pública, indica el doctor Masià, cubre estas intervenciones. "Lo único que no asume es la liposucción como método para reducir el tejido graso de las ginecomastias".
Hay que tener en cuenta que, cuando esta alteración ocurre en un niño, "puede influirle enormemente en su integración social". Y a los adultos también "les puede acomplejar mucho, por el nivel de exigencia de la sociedad actual".
elmundo.es

viernes, 10 de diciembre de 2010

¿La cirugía del futuro?

Una nueva vuelta a la cirugía por orificios naturales. En esta ocasión, un equipo del Hospital Clínic de Barcelona ha extirpado un tumor gástrico a través de la vagina de una mujer de 43 años. Este caso, pionero en Europa, pone sobre la palestra un tipo de intervención en alza y dispuesta a robotizarse en un futuro.
Cada vez son más los equipos médicos que se especializan en las técnicas mínimamente invasivas. El grupo de Antonio María de Lacy apuesta, desde el citado centro catalán, por ir aumentando progresivamente la dificultad de estas cirugías. "Ya no sólo se trata de extirpar la vesícula", apunta a ELMUNDO.es.
Con esta máxima dirigió el pasado cinco de noviembre la intervención en la que logró extraer un tumor tipo GIST de 8 cm a través del conducto vaginal de su paciente, que fue dada de alta tres días después. "Ya se habían realizado dos operaciones similares en Japón, pero en ambas el tumor era más pequeño, de unos dos centímetros", añade.
Lo cierto es que España está bastante bien situada en cuanto a NOTES (cirugía endoscópica por orificios naturales, en sus siglas en inglés) se refiere. Otra figura en la materia es José Francisco Noguera, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Son Llátzer (Mallorca), quien actualmente dirige un trabajo para probar nuevos endoscopios más flexibles.
"Se trata de miniaturizar los instrumentos; que éstos puedan manipularse mejor; que sean rotatorios; que tengan articulaciones; y que mantengan el mismo nivel de seguridad", explica este experto.
Con estas mejoras se pretende combatir la insuficiente movilidad de determinadas herramientas quirúrgicas con la que se encuentran los cirujanos. Aunque puedan visionar el interior del paciente, no siempre alcanzan todos los ángulos desde un mismo orificio, lo que 'obliga' a realizar incisiones en el abdomen. Estas nuevas 'entradas' también son necesarias para introducir todo el instrumental.
Como él mismo explica, "actualmente no se realiza la técnica NOTES de forma pura sino híbrida". Pero, a pesar de ello, los especialistas destacan sus amplios beneficios frente a la cirugía abierta (menos efectos secundarios, recuperación más rápida) y la laparoscopia (que requiere más incisiones y de mayor tamaño).
"La estética es lo de menos. Lo más importante es que aparecen menos complicaciones, como cuando se produce una infección. Además, cuantas más incisiones, mayor es el riesgo de aparezcan hernias o adherencias", recalca el doctor Noguera.

El ombligo y el recto

Este médico, que dirige sendos grupos de investigación sobre esta línea en el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud (IUNICS), cuenta con bastante pericia en la denominada 'cirugía de puerto único'. A través del ombligo, y de un par de incisiones abdominales, puede, por ejemplo, extraer la vesícula en unos 30 minutos.
"Es una técnica que nos aparta del objetivo final de no tener incisiones externas pero ofrece beneficios sobre la laparoscopia (que es la técnica que actualmente está más establecida) con un mínimo coste de desarrollo (se pueden emplear un laparoscopio rígido)", recalca.
Por otro lado, el doctor de Lacy, jefe del servicio de Cirugía Gastrointestinal del Clínic, presume de haber sido el primero en extirpar una vesícula por la boca y un cáncer de colon por vía anal.
"El futuro pasará por robotizar la técnica y también por establecer una igualdad entre sexos. Obviamente, la vagina no es una vía de entrada válida para el hombre así que estamos estudiando la viabilidad de introducirnos por el recto", concluye.
elmundo.es

domingo, 31 de octubre de 2010

'Kriptonita' para sanar el pecho tras la cirugía cardiaca

Un nuevo y poderoso pegamento, al que sus creadores han bautizado comercialmente como Kryptonite, podría convertirse en una solución para reparar daños en los huesos y, más concretamentamete, para ayudar a cerrar el pecho tras una cirugía cardiaca.
Según un reciente ensayo que ha involucrado a más de 500 pacientes en Canadá y EEUU, la sustancia adhesiva provoca menos dolores y acelera la recuperación del esternón tras una intervención quirúrgica a corazón abierto.
El Kryptonite (en español, 'kriptonita') ha tomado el nombre de aquel mineral imaginario del planeta de Superman, y ha sido desarrollado en la Universidad de Calgary (Canadá). Inicialmente, su cualidades para reparar el tórax fueron presentadas el año pasado, tras un primer ensayo con 20 pacientes. Ahora, los resultados de una segunda investigación mucho más amplia se acaban de anunciar en el último Congreso de la Sociedad Cardiovascular canadiense.
El pegamento incrementó entre cinco y 10 veces la fuerza mecánica del pecho de los voluntarios durante el posoperatorio, lo que aceleró su recuperación varias semanas y redujo los dolores. Debido a ello, los pacientes tratados con la sustancia adhesiva presentaban, por término medio, menos necesidad de tomar analgésicos.
"Una de las quejas más comunes entre estos pacientes es el dolor externo que se produce tras una cirugía cardiaca", indica el doctor Paul Fedak, principal creador del pegamento y cirujano del Hospital Footshill de Calgary, además de profesor en la citada universidad. "Con este procedimiento alternativo, se produce una cura significativa en cuestión de horas, en vez de tardar semanas", añade.
El pegamento ya recibió en 2009 la autorización de la máxima autoridad estadounidense, la Admisnistración de Alimentos y Medicamentos (FDA), para comercializarse como material resinoso de utilidad en la reconstrucción de cráneos, tras lesiones causadas por cirugía o traumatismos. También está permitida su venta en Europa, Australia, y Canadá.
En general, el compuesto podría ser útil para "cualquier cirugía de huesos, incluidas las ortopédicas, traumatológicas y neurocirugía en el cráneo o la médula espinal", afirma Fedak.
elmundo.es

sábado, 30 de octubre de 2010

Cuando es un enfermo mental el que pasa por quirófano

Pasar por quirófano no es un plato de buen gusto para nadie, pero la situación puede ser más complicada para todos (enfermo y equipo médico que le atiende), si el paciente padece una enfermedad psiquiátrica. De hecho, un equipo de científicos estadounidenses acaba de constatar que aquéllos con patología mental tienen más riesgo de morir durante el posoperatorio que los que gozan de una buena salud psíquica.
La investigación hace hincapié, no obstante, en que este aumento de sus probabilidades de fallecer es moderado y afecta fundamentalmente a los aquejados por depresión y ansiedad.
Thad Abrams, de la Universidad Iowa Carver (en Iowa, EEUU) y autor principal de esta investigación reconoce que "existe un vacío en la literatura científica que haya analizado esta relación, de ahí que nuestro principal objetivo fue estudiar los efectos de la existencia de comorbilidad psiquiátrica en la mortalidad después de una cirugía".
Para ello, y tal y como recoge el último número de 'Archives of Surgery', los autores analizaron los casos de 35.539 pacientes quirúrgicos admitidos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales de veteranos de EEUU entre octubre de 2003 y septiembre de 2006. Indagaron asimismo en si estos enfermos tuvieron antecedentes psiquiátricos los 12 meses previos al ingreso en la UCI.
Los datos revelan que el trastorno mental se identificó en 8.922 de los intervenidos (un 25%).De ellos, un 15% padecía depresión; un 8%, estrés postraumático, un 7% ansiedad; el 2% trastorno bipolar y el 1,8% restante, psicosis. "Tuvimos en cuenta además todos los factores que pueden alterar los resultados de mortalidad en los 30 días posteriores a la cirugía como la edad, raza, otras condiciones médicas, la presencia de la ventilación mecánica en el día del ingreso, la recepción de transfusiones de sangre dentro de las 48 horas de llegar al hospital... entre otros aspectos".
En cuanto a las intervenciones más frecuentes realizadas entre los participantes destacan: las de tórax, cateterismos, cirugías cardiovasculares, operaciones de cáncer de vejiga, cirugías de riñón o vasculares, entre otras.
"Nuestro estudio tiene dos conclusiones fundamentales. En primer lugar: su gran cantidad de participantes y que la presencia de patología psiquiátrica existente se asoció con un modesto aumento del riesgo de mortalidad a los 30 días de ingreso en UCI quirúrgica. En segundo lugar, el grado de estas asociaciones está influenciada por la patología mental... así, el riesgo fue mayor entre los afectados de depresión y ansiedad".
Algunas de las posibles explicaciones a este hecho son "que los estudios indican que los pacientes con depresión frecuentemente no siguen los tratamientos farmacológicos para condiciones médicas subyacentes. Por tanto, es posible que al ser tratadas con deficiencia afecten a los cuidados postoperatorios y a sus resultados. Además, los pacientes con enfermedad mental pueden ser más propensos a someterse a intervenciones en hospitales o por cirujanos de menor calidad", comentan los investigadores.

Valoraciones
Antonio Bulbena, director del Instituto de Atención Psiquiátrica, Salud Mental y Toxicomanías del Hospital del Mar de Barcelona, confirma a ELMUNDO.es que "sí existen evidencias de un aumento del riesgo de mortalidad en personas mayores con delirium, pero no en otras patologías. No obstante, recuerda que lo más importante es trabajar con equipos multidisciplinares en todos los servicios, como el de cirugía, porque el paciente es lo más importante".
Alberto Mateo, jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Universitario La Paz de Madrid, defiende que "el estudio es de una gran calidad y cuenta además con un número bastante considerable de pacientes. No obstante, reconozco que, como cirujano, no tengo la sensación de que los enfermos mentales que se operan tengan un mayor riesgo de morir los días posteriores a la intervención que los que no sufren estas patologías".
Sí reconoce, en cambio "que su manejo posquirúrgico puede ser más complicado, dado que en la curación el protagonista es el paciente y no el médico y se requiere su colaboración. Algunos descuidan su higiene o se quitan las sondas".
Para este experto es importante establecer la diferencia entre una cirugía programada o la de un "enfermo mental que llega a Urgencias y ha intentado suicidarse. En ellos debemos manejar con más cuidado la medicación durante la anestesia y el posperatorio". Defiende, además, que "cualquier enfermedad médica (mental o no, como por ejemplo, una diabetes) complica el acto quirúrgico y el posoperatorio".
Julio Mayol, cirujano digestivo del Hospital Universitario Clínico San Carlos, también en la capital, reconoce que el trabajo "no puede extrapolarse a toda la población debido a que los participantes del estudio son, fundamentalmente, varones y militares".
Confirma que cuando un paciente mental ingresa para ser intervenido, los "cirujanos piden interconsulta con el psiquiatra para valorar la medicación antes y durante el posoperatorio. Aunque el mayor riesgo de complicaciones es el que poseen los enfermos con síntomas subclínicos mentales o que no han sido diagnosticados".
elmundo.es

martes, 26 de octubre de 2010

Mil extranjeros al mes vienen a la Argentina a curarse o para ponerse implantes

Para fin de año, unos 5 millones de visitantes extranjeros habrán llegado a la Argentina. Vienen atraídos por la cosmopolita Buenos Aires, la sensualidad del tango, la belleza de los glaciares, las imponentes Cataratas y el inigualable asado con malbec. Pero de ellos, 11.000 están movidos por otra razón: lo hacen para curarse de una enfermedad, buscar un hijo o verse más lindos. Son el reflejo del fenómeno del turismo médico, que en 2010 moverá en el país 80 millones de dólares.
Hace exactamente un año, hospitales y clínicas privadas acordaron un plan con el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur) para salir a promover a la Argentina como un destino de turismo de salud en el exterior. Entre otras acciones, fueron con una imagen unificada al Congreso Mundial de Turismo Médico y armaron una guía –que combina información de los prestadores con imágenes de atractivos turísticos como Caminito y el Valle de la Luna– para distribuir afuera.
El primer balance oficial arrojó saldo positivo. Según el Inprotur, este segmento de turistas se incrementó un 10% respecto del año pasado y ya suman casi mil visitantes por mes. Se quedan en promedio 12 días: una semana los que vienen para tratamientos simples, y hasta un mes los que deben someterse a prácticas de alta complejidad. Además, aumentó un 30% el gasto que hacen los pacientes: entre 900 y 1.300 dólares por día, más los 2.500 que desembolsan sus acompañantes.
Varios prestadores relevados por Clarín coinciden en el aumento, aunque todavía no lo atribuyen directamente al plan. En el Hospital Italiano, fue del 65%; en Dental House, un centro especializado en implantes dentales, del 45%, y ya atienden a unos 30 extranjeros por mes. “Se quedan por 15 días y todos aprovechan para hacer turismo, les encanta la Patagonia”, señala Christian León, CEO de Dental House.
¿Es igual la calidad de atención para un paciente extranjero que para uno argentino? En todos los centros consultados por este diario aseguran que sí, y que las únicas diferencias que existen pueden ser para acelerar cuestiones administrativas, o darle un poco más de “contención” al paciente que llegar a un lugar desconocido. Las prácticas que vienen a hacerse los extranjeros se programan con anticipación, y las más elegidas son los tratamientos estéticos, de ortodoncia, cirugías laparoscópicas y traumatológicas.
Leonardo Boto, responsable del Inprotur, señala que los atractivos turísticos suman a un cóctel de factores que hace que los extranjeros se definan por Argentina a la hora de hacerse un tratamiento médico o estético: “Los profesionales son muy prestigiosos, hay inversión en innovación tecnológica, las clínicas brindan confort y atención personalizada, y las prácticas son mucho más económicas acá que en Europa o Estados Unidos”. El económico es un factor importante –por ejemplo, un implante cuesta acá unos 600 dólares, contra 6.000 que sale en EE.UU., y una in vitro, 4.000 contra 8.300–, pero no el único. Los extranjeros coinciden en destacar la calidad de la atención médica, tanto en lo estrictamente profesional como en el trato humano.
“Piensan primero en la diferencia económica, pero después terminan enganchados con el profesionalismo y la atención personalizada. En Estados Unidos, una pareja que consulta por reproducción ve a enfermeras o a los residentes, y pocas veces tienen la posibilidad de hacer preguntas”, señala Carlos Carrere, del centro de fertilidad Procrearte, que armó una página web bilingüe para atraer pacientes. El Austral fue más allá: abrió una oficina en Bolivia para asesorar sobre su oferta de tratamientos, una experiencia pionera. Daniel Vázquez Ger, director de Desarrollo Internacional del hospital de Pilar, da su visión del fenómeno: “Históricamente tuvimos buenos profesionales y muchos médicos latinoamericanos se formaron acá y volvieron luego a sus países. Por eso, en el imaginario de estos turistas, Argentina está grabado como un lugar de excelencia”. Y, concluye, las condiciones son propicias para aprovechar eso y capitalizarlo: “Este es el momento para reposicionar y relanzar al país como un destino médico”.

clarin.com