jueves, 2 de junio de 2011

Los famosos recurren a la moda como su segunda "profesión"


¿Cuándo la moda se convirtió en la profesión de las celebridades necesitadas de un segundo acto? Fue surgiendo de a poco, como todas las tendencias. Gracias a la firma de moda Halston Heritage, Sarah Jessica Parker prolongó su estadía en la vidriera pública entre parte y parte de la saga cinematográfica Sex and the City; y Björn Borg encontró vida después del tenis en el campo de la indumentaria deportiva. Sin embargo, repentinamente este patrón se repite en todas partes: Emma Watson creció con las colecciones de moda para Alberta Ferretti y People Tree; Justin Timberlake ganó elegancia con William Rast; Ashley y Mary-Kate Olsen se reinventaron como diseñadoras serias de The Row, y lo mismo con Victoria Beckham.
La ropa, en otras palabras, es la nueva fragancia, pero con potencial no sólo para abultar la cuenta bancaria de un famoso, sino también para otorgarles una nueva forma de longevidad profesional. No sorprende que el esposo de Victoria Beckham también haya anunciado su segunda carrera.
Mientras el contrato de David Beckham con LA Galaxy llega a su fin, él ya está introduciendo su Marca Beckham, con nuevo logo, nueva línea de ropa interior y nuevo perfume; todo con fecha de lanzamiento septiembre u octubre. A medida que se termina una carrera, va surgiendo otra. Y sin duda eso es inevitable.
Pero para ser honestos, no es lo mismo ser bello que diseñar ropa, que es un difícil arte que lleva muchos años dominar. Estamos hablando de marcas. No es casual que el hombre detrás del emprendimiento nuevo del futbolista y la creciente línea de su mujer Victoria sea ni más ni menos que Simon Fuller, un extraordinario experto en marcas, la persona que trabajó con Spice Girls y Pop Idol, y un hombre que comprende perfectamente la obsesión que tienen los consumidores con la imagen.
David Beckham mismo lo reconoció; dijo que se había dado cuenta de que tenía potencial como magnate de la ropa interior cuando era la cara de Armani para los paños menores y la marca le comunicó que se habían duplicado las ventas de esas prendas. ¿Por qué no lanzar él mismo una colección y ganar dinero?
Como celebridades, sean actores, cantantes o deportistas, se ven cada vez más obligadas a pensarse como una marca. Y la ropa es la opción obvia.
Después de todo, el mundo de la moda está repleto de líneas de indumentaria que llevan la cara de un famoso y que han quebrado. Las últimas y más conocidas son las fallidas firmas de ropa elegante que lanzó Jennifer Lopez. También está Malibu Dave de David Hasselhoff, Brooklyn Mint del fallecido rapero Notorious B.I.G. y A*Muse de Pamela Anderson, para nombrar otros ejemplos. ¿Nunca escuchó hablar de esas marcas? Ese es el punto. Hasta la tan publicitada colección diseñada por Kate Moss para la firma británica Topshop fue discontinuada.
Todo eso sugiere que, de hecho, para que tenga éxito debe haber algún invento, que no es tan simple, que no basta con encontrar “inspiración” en el propio placard, agregar botones y vender prendas con nombre nuevo.
Definitivamente, las Olsen y Victoria Beckham trabajaron mucho para minimizar su propia celebridad en sus líneas (las Olsen hasta retiraron sus nombres de su marca) y maximizar las prendas, que son muy buenas. Tanto estas actrices como la señora Beckham han sido muy cuidadosas con su propia exposición, y se mantuvieron casi en la clandestinidad durante la semana de la moda, siempre insistiendo en su propia humildad.
Es por eso que sorprende en parte lo que está haciendo David Beckham. Su ropa interior claramente girará en torno a su escultural cuerpo; pero no podrá ser igual en cuanto a sus aspiraciones como verdadero diseñador.
elcronista.com

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