viernes, 16 de abril de 2010

Italia: insólita condena a una familia por sobreproteger a su hijo

Por Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia
ROMA.- El abuelo, la abuela y la madre le brindaron un amor enfermizo, excesivo: por esto fueron condenados. La víctima, que hoy tiene 13 años y vive en Ferrara, ciudad del norte de Italia, recién aprendió a caminar a los 7, nunca hizo deporte, una excursión, o una salida con amigos, ni frecuentó a nadie, salvo a su madre y sus abuelos. Por eso, hoy el niño sólo come si le cocinan ellos y está con ellos, y a los 13 años aún no puede orinar solo. Cuando tuvo que quedarse en el comedor de su escuela, el chico se escapó y se escondió en un armario. Tiene medio de comer o estar con otras personas.
Esta escalofriante historia fue publicada hoy en la portada del diario La Stampa, que dio cuenta de este caso dramático, que llevó a un tribunal de Ferrara a condenar al abuelo del chico a 3 años y 6 meses de prisión; a la mamá, a 3 años, y a la abuela, a 2 años. En una sentencia de primer grado que nadie sabe si algún día podrá ser efectiva, la jueza Silvia Marini dictaminó que el niño "fue víctima de un amor enfermo, que lo hiperprotegió sin permitirle crecer, como sus compañeros y sus coetáneos".
Se trata de un caso que comenzó hace diez años, cuando el padre, cuyo matrimonio terminó al poco tiempo del nacimiento del chico y que incluso fue anulado por la Sacra Rota, decidió emprender una batalla judicial. El progenitor, un empresario de Milán, pudo ver a su hijo sólo tres veces en la vida, y a escondidas, según contó su abogado, Heinrich Stove. "Nosotros no queríamos crearle problemas al niño, sino liberarlo, por su bien. Esperemos que los abuelos y la madre se den cuenta de que no le están haciendo bien, y que esta sentencia le permita al tribunal de menores intervenir", dijo el letrado.
Nadie sabe si lograrán la "liberación". El chico, que al parecer es muy inteligente, dice que odia a su padre y que vive bien con sus abuelos y su madre. "Si el pequeño obtiene resultados óptimos en la escuela, querrá decir algo. En realidad, sus problemas son los de muchos chicos de su edad. Y odia al padre no porque alguien le llenó la cabeza, sino porque es él quien quiso este proceso que le está arruinando la vida", explicaron Dario Bolognesi y Elisa De? Giusti, abogados defensores del abuelo, la abuela y la madre, condenados por amor enfermizo.

lanacion.com

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