El último deseo de David Morales Colón, se le cumplió. Un joven portorriqueño de 22 años de edad, estaba tan orgulloso de la moto con la que trabajaba como mensajero que pidió ser velado sobre ella, si se moría.
El extraño hecho tuvo lugar en una funeraria del barrio Hato Rey, en Puerto Rico, luego de que Colón falleciera el martes acribillado por sicarios en el barrio Obrero de la localidad de Santurce, en un aparente ajuste de cuentas.
Los empleados de la funeraria Marín se prestaron a cumplir con la última voluntad del difunto, que estaba imputado por la Policía por violación de la Ley de Armas.
Los amigos de Morales, a quien apodaban "El Matatán", no pudieron evitar decir en el velorio: "quedo igualito", o "así era él", ante el asombro de ver al joven motorizado como si estuviera vivo. La novedosa capilla ardiente movilizó durante dos días a cientos de curiosos, que tomaron fotos y grabaron videos.
José Torres, tío del difunto, fue quien le regaló la moto de 14,000 dólares, ya que lo consideraba "un hijo" y dijo que este inusual velorio era su regalo y el recuerdo que le quedaba de su sobrino. No obstante, el cuerpo de Morales fue colocado más tarde en un ataúd para ser sepultado.
No es la primera vez que la funeraria Marín complace el gusto peculiar de los occisos. En el año 2008, tuvieron el caso del " muerto parao ", o sea Ángel Luis ´Pedrito´ Pantojas Medina, otro joven con antecedentes penales, a quien ultimaron con 11 disparos y cuya obsesión en la vida era que lo velaran parado.
Y así fue, primero lo embalsamaron y después lo amarraron a la pared, por la cintura, el torso y la cabeza, vestido como un rapero, su indumentaria favorita.
lanacion.com
El extraño hecho tuvo lugar en una funeraria del barrio Hato Rey, en Puerto Rico, luego de que Colón falleciera el martes acribillado por sicarios en el barrio Obrero de la localidad de Santurce, en un aparente ajuste de cuentas.
Los empleados de la funeraria Marín se prestaron a cumplir con la última voluntad del difunto, que estaba imputado por la Policía por violación de la Ley de Armas.
Los amigos de Morales, a quien apodaban "El Matatán", no pudieron evitar decir en el velorio: "quedo igualito", o "así era él", ante el asombro de ver al joven motorizado como si estuviera vivo. La novedosa capilla ardiente movilizó durante dos días a cientos de curiosos, que tomaron fotos y grabaron videos.
José Torres, tío del difunto, fue quien le regaló la moto de 14,000 dólares, ya que lo consideraba "un hijo" y dijo que este inusual velorio era su regalo y el recuerdo que le quedaba de su sobrino. No obstante, el cuerpo de Morales fue colocado más tarde en un ataúd para ser sepultado.
No es la primera vez que la funeraria Marín complace el gusto peculiar de los occisos. En el año 2008, tuvieron el caso del " muerto parao ", o sea Ángel Luis ´Pedrito´ Pantojas Medina, otro joven con antecedentes penales, a quien ultimaron con 11 disparos y cuya obsesión en la vida era que lo velaran parado.
Y así fue, primero lo embalsamaron y después lo amarraron a la pared, por la cintura, el torso y la cabeza, vestido como un rapero, su indumentaria favorita.
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