CORDOBA.- Uno de los dos grandes cementerios que tiene la ciudad de Córdoba presenta un espectáculo espantoso, con 7000 cadáveres acumulados sin recibir sepultura ni cremación; de ellos, un millar se encuentra en un depósito a cielo abierto en cajones consumidos por el tiempo, las inclemencias meteorológicas y los roedores.
El tétrico panorama se registra en el cementerio San Vicente, situado en los suburbios de la capital, como consecuencia de la falta de inversiones para que funcionen a pleno los dos hornos crematorios y de consecutivos y prolongados conflictos gremiales entre el personal y las autoridades municipales.
El caso alcanzó en estos días mayor dramatismo por la denuncia que formuló el concejal radical Mario Rey, que difundió fotos de escenas aterradoras sobre el estado de la necrópolis y los féretros apilados o esparcidos a cielo abierto.
El concejal expuso el grave problema en una nota que le remitió al intendente Daniel Giacomino, en la que solicita que "se garanticen mínimamente las condiciones de seguridad y sanidad del personal que trabaja en el cementerio San Vicente, en humillantes condiciones de trabajo y exponencial riesgo de vulnerabilidad".
Tras una recorrida con su equipo técnico de salud, Rey reveló que "el cementerio tiene 50.000 tumbas y 7000 cadáveres en lista de espera para ser cremados".
El municipio atribuyó la situación de abandono a un conflicto gremial, en razón de que el personal se encuentra en estado deliberativo, con suspensión de actividades, en reclamo de mejores condiciones laborales y provisión de insumos.
Como consecuencia de ello no se realizan exhumaciones, ni traslado de cadáveres para su cremación, mientras que los sepelios se cumplen en forma restringida.
El secretario de Ambiente, Fernando Cámara, rechazó los argumentos del personal y negó la falta de insumos. El director de Cementerios, Miguel Reyes Quejeles, admitió que un crematorio está desactivado y rechazó que falten elementos para trabajar, como denunció el gremialista Gaspar Ramallo.
lanacion.com
El tétrico panorama se registra en el cementerio San Vicente, situado en los suburbios de la capital, como consecuencia de la falta de inversiones para que funcionen a pleno los dos hornos crematorios y de consecutivos y prolongados conflictos gremiales entre el personal y las autoridades municipales.
El caso alcanzó en estos días mayor dramatismo por la denuncia que formuló el concejal radical Mario Rey, que difundió fotos de escenas aterradoras sobre el estado de la necrópolis y los féretros apilados o esparcidos a cielo abierto.
El concejal expuso el grave problema en una nota que le remitió al intendente Daniel Giacomino, en la que solicita que "se garanticen mínimamente las condiciones de seguridad y sanidad del personal que trabaja en el cementerio San Vicente, en humillantes condiciones de trabajo y exponencial riesgo de vulnerabilidad".
Tras una recorrida con su equipo técnico de salud, Rey reveló que "el cementerio tiene 50.000 tumbas y 7000 cadáveres en lista de espera para ser cremados".
El municipio atribuyó la situación de abandono a un conflicto gremial, en razón de que el personal se encuentra en estado deliberativo, con suspensión de actividades, en reclamo de mejores condiciones laborales y provisión de insumos.
Como consecuencia de ello no se realizan exhumaciones, ni traslado de cadáveres para su cremación, mientras que los sepelios se cumplen en forma restringida.
El secretario de Ambiente, Fernando Cámara, rechazó los argumentos del personal y negó la falta de insumos. El director de Cementerios, Miguel Reyes Quejeles, admitió que un crematorio está desactivado y rechazó que falten elementos para trabajar, como denunció el gremialista Gaspar Ramallo.
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1 comentario:
El principe ayuda a cualquier persona
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