martes, 13 de septiembre de 2011

La paternidad baja los niveles de testosterona

Un padre ve la televisión con sus hijos. | AP
Ser padre saca a la luz el lado más femenino de los hombres. Al menos, eso es lo que sugiere un reciente estudio, que demuestra que los niveles de testosterona -la hormona masculina por excelencia- se reducen significativamente tras la paternidad.
Es más, cuanto más implicado está el padre en la crianza del bebé, más se reduce su testosterona, señala el estudio publicado esta semana en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Los autores de este trabajo, de varias universidades estadounidenses y filipinas, aseguran que sus datos pueden ser claves para comprender la biología de la paternidad.
"Criar a una descendencia humana supone un esfuerzo tan grande que la cooperación es necesaria. Nuestro estudio demuestra que los padres humanos están preparados biológicamente para ayudar en la tarea", ha señalado en declaraciones a a la BBC Christopher Kuzawa, antropólogo de la Universidad Northwestern de EEUU y uno de los firmantes del trabajo.
Su estudio, señala, también podría arrojar un poco más de luz sobre los mecanismos implicados en la fluctuación de las hormonas a lo largo de la vida de un hombre o, incluso, sobre las implicaciones que tiene la testosterona en problemas médicos como el cáncer de próstata, entre otras cuestiones.
La investigación realizó un seguimiento a 600 varones filipinos durante cinco años. El primer análisis de testosterona se realizó cuando los participantes tenían 21 años y aún no habían tenido descendencia y el último un lustro después, cuando muchos de ellos ya se habían convertido en padres.
Los datos demostraron que, aunque los niveles de testosterona tienden a reducirse con el paso de los años de manera natural, estas cifras eran mucho más bajas en aquellos individuos que habían hecho aumentar la familia.
Los varones que pasaban al menos tres horas diarias cuidando de sus pequeños presentaban los niveles de testosterona más bajos de toda la muestra.
En el trabajo, los investigadores recuerdan que estas reducciones en la testosterona no son problemáticas. Es decir, no se trata de alteraciones graves que provoquen pérdida de masa muscular, caída del vello o alteraciones en la capacidad o el deseo sexual, sino de algo más sutil. Los hombres siguen siendo hombres tras la paternidad, señalan los científicos, pero su organismo se prepara para cuidar a sus hijos.
elmundo.es

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