Para poder empezar a derribar mitos y disfrutar de la sexualidad sin miedos, qué mejor que aprender sobre el orgasmo trazando una especie de “radiografía”. “Se da en el pico máximo de placer en la respuesta sexual, percibido de forma conciente por la persona que lo siente. Si una persona tiene un orgasmo, se da cuenta. No le quedan dudas”, explica el psiquiatra y sexólogo, Adrián Helien.
“En general, se cree que en el primer encuentro ya se deben tener relaciones sexuales pero hay que entender que no es algo mecánico. Muchas veces, el apresurarnos puede inducirnos a no disfrutar del encuentro con el otro. Una relación sexual implica entrega y tiene que satisfacer psicológica y físicamente a ambos miembros”, agrega la psicoanalista Mirta Cohen.
Para ello, es necesario que cada miembro de la pareja se libere para sentir placer y no se ponga obstáculos. “El orgasmo se genera a partir de la estimulación erótica recibida, y la capacidad y el permiso para sentir placer y expresarlo”, continúa Helien. Es necesario que cada uno experimente su propio mapa erótico y conozca cuáles son sus zonas erógenas y que exista una comunicación sincera en la pareja. “La estimulación debe ser la que cada uno necesite y percibe como erótica. Un estímulo físico en la zona y en tiempo adecuados, acompañado de fantasías sexuales permiten el disfrute del placer”, suma Helien.
“La preparación es necesaria y parte del proceso que hay que disfrutar. El otro tiene que significar algo para mí, tengo que confiar en él o en ella. Se busca una deshinbición artificial porque se apura la situación”, cuenta Cohen.
“En general, se necesitan estímulos adecuados en un tiempo no menor a los 20 minutos, ausencia de temor al embarazo, confianza en el compañero aunque sea ocasional, permiso para disfrutar, espacio físico y psíquico para el placer”, detalla Helien. Y explica: “Hoy se sabe que la mayoría de las mujeres necesitan estimulación clitorídea adicional, antes o durante la penetración para alcanzar el clímax”.
“Naturalmente, somos inhibidos entonces cuando la cultura te lleva a entregarte sin elección y de manera apresurada, muchos acuden a sustancias químicas para deshinbirse pero esto no funciona. La clave está en confiar en uno mismo”, dice Cohen.
Por esto, tampoco sirve fingir el orgasmo y el disfrute si realmente no se siente. “No cualquier estímulo provoca el orgasmo y la preocupación excesiva para conseguirlo puede bloquearlo. Se requiere de un aprendizaje acerca de los propios gustos y necesidades para lograrlo. La mayoría de las personas logran el orgasmo cuando comprenden que deben hacer algo para que este ocurra”, puntualiza Helien.
“Lo ideal es que cada uno se de su tiempo para experimentar y que no haya temor a hablar de sexo. Tiene que haber libertad sexual en la intimidad y permiso para disfrutar de todo el proceso”, aclara Cohen.
“Si se finge, la persona se autocondena a seguir sufriendo y eso no sirve para solucionar el problema. La mayor parte de las mujeres necesitan recibir caricias o sexo oral para concebir el orgasmo. La sexualidad implica un aprendizaje. Hay que conocerse, aceptarse, conocer puntos eróticos, nuestras fantasías y percibir y abandonarse al placer”, sigue Helien. “El cambio empieza cuando la mujer aprende a tener orgasmos sola y se da cuenta del clima que necesita”. Se trata de experimentar en soledad y en pareja. “No hay una forma correcta de vivirlo y cada uno/a debería darse los permisos para expresarlo a su manera”.
El temor a la anorgasmia
“La anorgasmia es la falta de orgasmo que se produce, como cualquier disfunción, de forma reiterada o persistente. Ahora, si ocurre en forma ocasional no se trata de anorgasmia. La mayoría de las veces tiene causas psicológicas aunque medicamentos como los antidepresivos pueden influir retrasando el proceso. Lo que hay que hacer es aprender a excitarse, reeducar el placer. Para ello, existen distintos tratamientos que amplian las posibilidades de excitación”, explica el doctor Heilen.
No sólo las mujeres fingen el orgasmo: los hombres también. Actualmente, hay cada vez más casos de anorgasmia masculina en varones que tienen inhibiciones en la excitación o que aprendieron a masturbarse de una forma no convencional como frotándose con el colchón. “Como la sensación no es la misma que la alcanzada con el penetración, el coito puede inhibirse. Para ello, existen distintos tratamientos que ayudan a aumentar los estímulos y reeducar el placer”, agrega.
Un esfuerzo infructuoso
“Un orgasmo real produce una gran satisfacción y, por lo general, después hay necesidad de descansar. Las pulsiones se desahogaron y aparecen la ternura y el afecto”, explica la psicoanalista Mirta Cohen, miembro de Asociación Psicoanalítica Argentina.
Esto puede darse en forma simúltanea o por separado. Sin embargo, no es muy frecuente que se dé en forma simultánea. “La realidad nos muestra que no es lo que sucede la mayoría de las veces. Aun peor, los que se obsesionan con “llegar juntos”, se frustran si no lo hacen y, muchas veces, el esfuerzo acaba con el placer y produce el efecto contrario”, revela Helien.
“El orgasmo simultáneo no debe ser tomado como un método de evaluación del buen sexo. Lo más importante es el disfrute de todo el proceso. Quien solo busca un objetivo, se pierde del disfrute en general”, expone el psiquiatra y sexólogo, Adrián Helien, de la división Urología del hospital Durand.
clarin.com
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