Cataluña dijo ayer adiós a los toros en medio de la emoción de 20 mil personas que llenaron la plaza La Monumental de Barcelona para asistir a la última corrida en esta región española, donde la llamada “Fiesta Nacional” fue prohibida por el Congreso. Tres diestros españoles de renombre lidiaron con los últimos ocho toros que pisaron la histórica arena.
La emoción se desbordó en la plaza cuando José Tomás, Serafín Marín y Juan Mora salieron en andas de la multitud y se produjeron algunos leves altercados entre fanáticos de las corridas y militantes defensores de los animales.
El Poder Legislativo de Cataluña prohibió las corridas de toros –el espectáculo de masas más antiguo de España– en una histórica votación realizada en julio de 2010, y la de ayer fue la última antes de la entrada en vigor del veto, el próximo 1° de enero. Así, Cataluña se convertirá en la segunda región española sin corridas tras las Canarias, que las había abolido en el eño 1991.
La Monumental de Barcelona, levantada en el año 1914, era la única plaza de toros en funcionamiento en Cataluña, una región donde la afición a los toros es menor que en otros lugares de España como Madrid, Andalucía o Valencia.
El 37,8 por ciento de los españoles se declaran taurinos, frente a un 50,8 por ciento de antitaurinos, según una encuesta difundida ayer por el canal de TV La Sexta. Esta aversión a los toros es mayor en la región de Cataluña, donde sólo el 17,1 por ciento apoya la fiesta de los toros, frente al 72,9 por ciento de detractores.
José Tomás, el torero más importante de los últimos años, fue el elegido para cerrar la historia taurina de Cataluña, cuyo último cartel fue diseñado por el pintor Miquel Barceló.
José Tomás cortó dos orejas al primero de sus dos toros en medio de la euforia de los aficionados. Los espectadores también pidieron las dos orejas para Serafín Marín, torero catalán que se encargó de matar al último toro en la historia de La Monumental.
“Tuve el triste honor de matar al último toro”, contó Serafín Marín. “Me siento mal, triste. Me han quitado todo mi pasado y parte de mi futuro. Me han prohibido ejercer mi profesión”, subrayó.
“Algún día las corridas de toros se terminarán. La juventud ya no tiene interés en este tipo de espectáculos; los considera crueles con los animales”, dijo Helena Escoda, representante de la organización Prou (que quiere decir “Basta”, en catalán), que originó la propuesta que finalmente generó la prohibición. El año pasado se habían realizado sólo 18 corridas en Cataluña.
clarin.com
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