Por Laura Ventura
lanacion.com
No hay que ser tan gráfico. Una palabra puede doler más que una trompada. A veces, una bella dama en biquini ejerce más violencia sobre el espectador que un cachetazo. La mujer ve más horas de TV que el hombre, según muestran los estudios de audiencia, y aun así nadie recibe tantos azotes en la pantalla chica como el denominado -desde el machismo- sexo débil.
No hay que ser tan gráfico. Una palabra puede doler más que una trompada. A veces, una bella dama en biquini ejerce más violencia sobre el espectador que un cachetazo. La mujer ve más horas de TV que el hombre, según muestran los estudios de audiencia, y aun así nadie recibe tantos azotes en la pantalla chica como el denominado -desde el machismo- sexo débil.
La violencia de género invade a la TV, de un modo u otro. Uno: se reflotó el caso de una actriz que fue víctima de maltrato por parte de su ex pareja, también actor. Dos: una ficción del prime time , Caín y Abel , fue nombrada de interés público por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), por su tratamiento sobre el tema. Tres: Marcelo Tinelli asistió, en ocasión del Día Internacional de la Lucha contra la Violencia de Género, a un centro que apadrina la Fundación Ideas del Sur, donde se asiste a víctimas del maltrato. Pero, además, las publicidades o los bailes eróticos ubican a la mujer en un plano inferior con respecto al hombre, en un contexto que arroja cifras alarmantes: 209 mujeres murieron este año en nuestro país a causa de estos hechos, según señala el Instituto de Estudios Jurídicos Sociales de la Mujer.
Una ficción realista
Guillermo Salmerón, guionista de Caín y Abel (Telefé), explica cómo fue la génesis de la historia que incluso le quita protagonismo a Julieta Cardinali y a Joaquín Furriel. Mara Bestelli y Federico D'Elía interpretan a un matrimonio en el que él, detrás de su rostro angelical, comanda un infierno. "Nos propusimos poblar la pareja de micromachismos, es decir, pequeños signos de acoso y dominación encubierta que, cuando se dan constantemente y se transforman en una mecánica de la relación, producen efectos psicológicos aún más dañinos que la violencia física", dice Salmerón (ver recuadro), quien también escribió Botineras y Vidas robadas .
Bestelli analiza su personaje: "Ella siente por su marido aún algún tipo de amor, aunque patológico, claro. En algún momento deben de haber estado enamorados. Pero ella está despertando. Quiere construir su propia identidad basándose en el molde que tuvo en su familia. Su padre también es violento (Luis Brandoni) y la somete".
D'Elía, quien también puede verse en Los simuladores, segundos después del final de Caín y Abel , admite que a él le cuesta mucho ver las imágenes que lo tienen como verdugo y le merecen el elogio de la crítica. "El descarga en su mujer toda la frustración que siente en el trabajo", opina.
En otra ficción, Malparida , Gabriela Sari (Vanesa) también interpreta a una mujer víctima de los maltratos. Lo interesante resulta que este personaje no pertenece a una clase acomodada, como sí lo hace Bea en Caín y Abel, y ambas padecen en el presente las consecuencias del pasado. "Mi personaje tiene una difícil relación con el padre de su hija y han volado golpes, incluso durante su embarazo. Me imagino lo que le debe pasar por la cabeza a la gente que se siente identificada con mi papel. Ella tiene una inteligencia muy débil, producto de una infancia también violenta", dice Sari.
Una violencia desnuda
Marcelo Tinelli visitó esta semana un centro de asistencia para las víctimas del maltrato. Justamente sobre él pesan las miradas más ofuscadas de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca, ex Comfer). El streap tease que realizó Silvina Escudero generó un inmenso revuelo mediático y Gustavo Bulla, director Nacional de Supervisión y Evaluación del organismo oficial, confirmó a La Nacion que se sigue analizando qué sanción recaerá sobre este hecho. Los obstáculos para no haber aún sancionado aquellas imágenes residen en que no se ha aplicado la nueva ley de radiodifusión, que ya ha sido reglamentada. La sanción ante un hecho de este tipo podría significar, apuntó Bulla, una multa de entre el 1y el 10% de la facturación mensual del canal (no del programa) por la que fueron emitidas aquellas imágenes. "Después de las 22 no vale cualquier cosa, aunque sea horario de protección al menor. A la mujer se le estereotipa, se la cosifica", opinó.
De este organismo depende el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión que también repudió enérgicamente el concurso "Quiero ser la novia de Ricardo Fort", que se veía en ShowMatch , así como un sinfín de anuncios publicitarios en extremo machistas. El caso más claro es el de los anuncios de una línea de populares desodorantes masculinos, sobre los que el Observatorio se ha manifestado de modo expreso.
No es sólo la TV la que expone a la mujer en un papel vulnerable. La portada de la revista Caras, donde Victoria Vanucci apareció ensangrentada y con moretones para hablar de su relación con quien entonces era su marido, Cristian Fabbiani, llamó la atención del Consejo Nacional de las Mujeres, que consideró que aquella exhibición "configura una banalización y frivolización de una situación de violencia familiar, legitima y naturaliza la agresión por razones de género".
SIGNOS DE LA ENFERMEDAD
Nada de improvisado hay en la construcción de esta relación. Salmerón enumera así una serie de variables que fueron cuidadosamente pensadas para crear esta relación tan compleja:
- Control de dinero: Bea debe dar permanente explicación del uso que hace del dinero que su marido le da.
- Uso abusivo de los espacios físicos: durante la cena Bea está obligada a encoger sus piernas debajo de la mesa porque Alfredo las estira y ocupa el lugar.
- La seducción forzada: Alfredo y Bea tienen sexo sólo cuando quiere él.
- La imposición del silencio: cuando Bea está en crisis y hace un planteo, Alfredo escucha pero no contesta nada.
- Puesta de límites: Alfredo, como varón de la casa, decide lo que puede hacer Bea y lo que no. También arma sus horarios.
- Y más, todo el tiempo : Engaños, descalificaciones y una actitud paternalista permanente, etc.
DOS ACTRICES, DOS CICLOS
- Como contratara de los abusos de la TV, Natalia Oreiro conduce Se dice de mí, los lunes a las 21.30, por el canal Encuentro, un ciclo con formato documental, que narra la labor de varias mujeres en la vida de nuestro país con el objetivo de reivindicar su legado. Además, Florencia Peña conduce el documental Cuando dije basta , que emite el canal de cable Cosmopolitan y reúne el testimonio de mujeres víctimas de la violencia y el aporte de especialistas que brindan recomendaciones para detectar señales de casos de abusos ( http://cosmopolitan.tv/cuandodijebasta ).
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