Un estudio apuntado a indagar sobre los hábitos de adolescentes en la Argentina advirtió, entre otras conclusiones, que el consumo de drogas ilegales aumentó un 62% en los últimos diez años. El Instituto Superior de Ciencias de la Salud realizó el sondeo entre 35 mil alumnos de cuarto y quinto año del colegio secundario, en su mayoría –el 95%- de Capital y Gran Buenos Aires.
La investigación inquirió además sobre hábitos alimenticios, actividad física, conocimientos sobre sexualidad y la adicción al cigarrillo y al alcohol, entre otros ítems.
En una suerte de balance, el médico y rector del instituto, Claudio Santa María, define como “preocupantes” los resultados emergentes del consumo de drogas y alcohol, la alimentación -uno de cada tres tiene alterado el peso saludable-, el sedentarismo – el 70% no cumple el tiempo necesario de actividad física- y el escaso conocimiento sexual a pesar de acudir a una escuela secundaria –el 70% que reconoció tener relaciones sexuales confió que no siempre usa preservativo-.
En diálogo con Críticadigital, Claudio Santa María manifestó su alarma, sobre todo, en el avance de las adicciones. “Del total de chicos que confesaron consumir, un 70% acude a la marihuana, mientras que el 50% lo hace con más de una droga”, detalló y definió esto último como una “poliadicción”, donde “el 96% de quienes consumen más de una droga se iniciaron con marihuana”. Más allá de la situación personal de cada alumno, el acceso no es un dato menor. “Al 31% de los encuestados ya le ofrecieron alguna vez y el 51% aseguró que es muy fácil conseguirla”.
Respecto de la adicción al alcohol advirtió que también hubo un aumento en el consumo del 61% al 77% en estos años. En ese sentido, Santa María se refirió al cigarrillo –la adicción disminuyó del 33 al 26%- y marcó una diferencia. Para él, el problema es el mensaje. Mientras el Estado realiza campañas sobre el daño de consumir tabaco y prohíbe fumar en lugares públicos, empresas publicitarias se esmeran por asociar “el alcohol con la música, con el bienestar”, detalla. “Uno dice festejamos y tomemos algo”, se indigna.
En la misma sintonía se mostró Diego Álvarez, Coordinador del Observatorio Argentino de Drogas del Sedronar. En diálogo con Críticadigital señaló que “cuando los chicos están más expuestos a factores de riesgo el consumo aumenta”. “El abandono escolar es un factor de riesgo, por ejemplo. Una clara campaña de prevención es la contención, el vivir con la familia es un factor de protección, el grupo de amigos”, añadió.
“Una sociedad que no ve que el consumo de alcohol es grave, aumenta el consumo. El caso más paradigmático es la bebida. Nuestra sociedad perdió de vista el riesgo que significa tomar alcohol”, insiste Álvarez.
A la hora de las responsabilidades, Santa María habla de tres pilares, aunque se inclina más por el peso de uno: la familia. “El primer pilar arranca en la casa, no cualquiera se hace adicto. La relación con los padres es fundamental”, enumera.
“El segundo, la escuela. El 85 por ciento que consume tabaco, alcohol y drogas arranca a los 13, la adolescencia es la edad mas vulnerable”, añade para terminar con el tercero: “El Estado, que debe estar en la prevención. Las campañas de tabaco fueron exitosas”.
Sin embargo, más allá de la responsabilidad dividida, Santa María hace un hincapié en la relación con los padres y lo sostiene con su estudio: “El 62 por ciento quiere mejorar la comunicación con sus padres y eso nos parece crucial”, concluyó.
OTROS MALOS HÁBITOS.
El estudio abarcó también otros aspectos del actual estilo de vida adolescente, en el que sorprende los resultados poco alentadores “entre los chicos más protegidos de la sociedad, los que aspiran a seguir una carrera”, dice Santa María. En el caso de la alimentación, el peso, la altura y el índice de masa corporal de cada chico encuestado, reveló que uno de cada tres no tiene el peso saludable, sea con tendencia a la obesidad o la desnutrición, y el 2,7% tiene hipertensión. De la mano, los resultados sobre la actividad física tampoco mejoraron. En estos últimos diez años “hay más sedentarismo”.
“Hoy, para mantener un corazón sano hay que hacer actividad física cinco veces a la semana durante 30 minutos”, explica el médico que advirtió en las consultas que “el 70% de los jóvenes no cumple con esos requisitos”.
En ese sentido, comentó que el instituto ya hizo una propuesta al Ministerio de Educación para que haya al menos cuatro estímulos semanales de deportes y no dos, como hay ahora. También tuvo en mente a jóvenes universitarios, por quienes elevó una nota a la Secretaría de Política Universitaria para que “haya actividad física, porque ellos van a ser líderes comunitarios y el país invierte plata en formarlos pero no en cuidarlos”, sostuvo. Respecto de los conocimientos sobre sexualidad, “de los chicos que tienen relaciones, sólo usa siempre el preservativo un 30%”, describe el rector para concluir que “existe un 70% que está avalando un contagio, un embarazo. En serio, es preocupante”.
criticadigital.com
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