Un informe elaborado por un comité científico de la Universidad Complutense de Madrid asegura que los estudios realizados hasta el momento no relacionan el uso de móviles por adultos en un periodo inferior a diez años con la aparición de tumores cerebrales, y que aún no hay datos suficientes sobre su efecto en los niños.
El Informe sobre Radiofrecuencias y Salud (2007-2008), presentado hoy, ha sido realizado por el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), y concluye que los niveles de exposición de la población española a radiofrecuencias procedentes de las antenas de telefonía móvil son "extremadamente bajos" e "inferiores a los establecidos como seguros".
Los datos presentados en el informe muestran que los niveles de radiofecuencia en España se encuentran casi 50 veces por debajo de los límites permitidos por la legislación, que están fijados por la normativa europea en torno a los 450 microvatios por centímetro cuadrado. Los científicos responsables del informe han recordado que estos límites legales están basados en las investigaciones científicas realizadas hasta el momento y en los efectos térmicos de las radiofrecuencias sobre las células humanas, pero "si se encuentra alguna evidencia científica de algún efecto biológico, que hasta ahora no han sido hallados, los límites tendrán que ser revisados". Además, los estudios analizados por este grupo de investigadores no han encontrado una relación casual entre los síntomas de las personas que manifiestan ser hipersensibles a los campos electromagnéticos y las radiofrecuencia procedentes de las antenas de telefonía móvil.
El presidente del comité CCARS, Emilio Muñoz, ha destacado que la percepción negativa que se tiene en la sociedad sobre las emisiones y sus efectos sobre la salud no se corresponde con los datos científicos disponibles y que "los medios de comunicación tienen un papel decisivo sobre la información que se transmite de los avances relacionados con tecnologías y nuevos desarrollos".
"Esperamos que el informe pueda llegar a responsables políticos, defensores del consumidor y otros actores para que sirva como guía a la hora de tomar decisiones y para poner en marcha nuevas investigaciones relacionadas", ha añadido. Por ello, el informe establece entre las prioridades para investigaciones futuras la posibilidad de que la exposición crónica incremente el riesgo de desarrollar tumores cerebrales, los efectos sobre niños o personas con enfermedades neurológicas y la posibilidad de potenciales respuestas biológicas a la exposición.
El Informe sobre Radiofrecuencias y Salud (2007-2008), presentado hoy, ha sido realizado por el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), y concluye que los niveles de exposición de la población española a radiofrecuencias procedentes de las antenas de telefonía móvil son "extremadamente bajos" e "inferiores a los establecidos como seguros".
Los datos presentados en el informe muestran que los niveles de radiofecuencia en España se encuentran casi 50 veces por debajo de los límites permitidos por la legislación, que están fijados por la normativa europea en torno a los 450 microvatios por centímetro cuadrado. Los científicos responsables del informe han recordado que estos límites legales están basados en las investigaciones científicas realizadas hasta el momento y en los efectos térmicos de las radiofrecuencias sobre las células humanas, pero "si se encuentra alguna evidencia científica de algún efecto biológico, que hasta ahora no han sido hallados, los límites tendrán que ser revisados". Además, los estudios analizados por este grupo de investigadores no han encontrado una relación casual entre los síntomas de las personas que manifiestan ser hipersensibles a los campos electromagnéticos y las radiofrecuencia procedentes de las antenas de telefonía móvil.
El presidente del comité CCARS, Emilio Muñoz, ha destacado que la percepción negativa que se tiene en la sociedad sobre las emisiones y sus efectos sobre la salud no se corresponde con los datos científicos disponibles y que "los medios de comunicación tienen un papel decisivo sobre la información que se transmite de los avances relacionados con tecnologías y nuevos desarrollos".
"Esperamos que el informe pueda llegar a responsables políticos, defensores del consumidor y otros actores para que sirva como guía a la hora de tomar decisiones y para poner en marcha nuevas investigaciones relacionadas", ha añadido. Por ello, el informe establece entre las prioridades para investigaciones futuras la posibilidad de que la exposición crónica incremente el riesgo de desarrollar tumores cerebrales, los efectos sobre niños o personas con enfermedades neurológicas y la posibilidad de potenciales respuestas biológicas a la exposición.
elpais.com
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