Walt Disney Company ofrece en Estados Unidos reembolsos a los padres por todos los videos "Baby Einstein" que no consiguieron que sus hijos se transformaran en genios. Pueden haber sido grandes niñeras electrónicas, pero los nada habituales reembolsos parecen ser una admisión tácita de que no mejoraron el intelecto de los chicos. "Lo consideramos un reconocimiento por parte de la compañía más importante de videos para bebés de que los mismos no son educativos. Esperamos que otras compañías sigan sus pasos", dice Susan Linn, la directora de Campaign for a Commercial-Free Childhood, que impulsa el tema desde hace años.
"Baby Einstein", que se fundó en 1997, fue uno de los emprendimientos pioneros de lo que luego se convirtió en un gran mercado mediático electrónico para bebés y chicos menores de tres años. Disney lo compró en 2001, luego de lo cual la compañía se expandió y abarcó una línea completa de libros, juguetes, ilustraciones, ropa y DVD como "Baby Mozart", "Baby Shakespeare" y "Baby Galileo". Los videos -producciones simples con música, títeres, colores vivos y no muchas palabras-, llegaron a ser algo común en las habitaciones de los bebés.
Según un estudio de 2003, la tercera parte de los bebés estadounidenses de entre seis meses y dos años tenía por lo menos un video de la serie.
A pesar de que a muchos bebés les encantan los videos, la Academia de Pediatría de los Estados Unidos recomienda que los chicos menores de dos años no vean videos ni televisión. En 2006, el grupo de Linn recurrió a la Comisión Federal de Comercio, ante la que protestó por las afirmaciones de Disney y otra compañía, Brainy Baby, que sostenían que los videos tenían un carácter educativo. Como consecuencia de la queja, las empresas eliminaron de su publicidad la palabra "educativo", pero el grupo no consideró que eso fuera suficiente.
"Nunca se responsabilizó a Disney, y los padres jamás recibieron compensación alguna. Por eso reunimos la información y las investigaciones con las que contábamos y acudimos a un equipo de abogados especializados en salud pública", declara Linn.
Los abogados amenazaron el año pasado con presentar una demanda colectiva por prácticas engañosas a menos que Disney aceptara reembolsar el monto gastado a todos los que hubieran comprado los videos desde 2004. "Todo el marketing de 'Baby Einstein' de la Walt Disney Company se basa en afirmaciones explícitas e implícitas de que los videos son educativos y beneficiosos para el desarrollo en la temprana infancia", se lee en una carta de los abogados, que califican tales declaraciones de "falsas porque la investigación demuestra que ver televisión a esa edad puede ser nocivo".
En la carta también se describen estudios que demuestran que la exposición a la televisión en chicos de entre 1 y 3 años está relacionada con problemas de atención a los 7 años.
"Alentar la interacción entre padres e hijos fue y siempre será la prioridad para The Baby Einstein Company, y sabemos que se debate cuál es la mejor manera de impulsar esa interacción", afirmó en un comunicado Susan McLain, vicepresidenta y gerenta general de la empresa.
"Mantenemos nuestro compromiso de brindar una amplia gama de opciones para contribuir a que los padres creen la experiencia más atractiva y enriquecedora para ellos y sus bebés". El fundador y presidente de Brainy Baby, Dennis Fedoruk, señaló en que no estaba al tanto del anuncio de reembolsos de Baby Einstein y que, por lo tanto, no podía hacer declaraciones al respecto.
TRADUCCION DE JOAQUIN IBARBURU
clarin.com
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