domingo, 30 de mayo de 2010

Deporte, un aliado contra el cáncer

MARÍA VALERIO
MADRID.- Que estar en forma ayudaría a prevenir un buen número de tumores es un hecho bien conocido. Que la actividad física puede además ayudar a los pacientes con cáncer a recuperarse mejor y convivir con su enfermedad con mayor calidad de vida, también. Expertos en ambas disciplinas se han reunido esta semana en Madrid para repasar los últimos avances en esta materia.
La clave está en adaptar la actividad física al perfil de cada paciente, a su estado físico y al tipo de cáncer, según coincidieron todos los ponentes reunidos en el estadio Santiago Bernabeu por la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid-Universidad Europea de Madrid.
La lista de beneficios que se atribuyen a la práctica de ejercicio no deja de crecer, según recordaron, entre otros, el vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el doctor Juan Jesús Cruz. "Aumenta las defensas, acelera la recuperación tras una cirugía previene enfermedades oportunistas, mejora la apariencia física, la autoestima, la motivación y otros aspectos psicológicos", como señaló por su parte el profesor de la Universidad de Zaragoza, Carlos Hué, vicepresidente de la Asociación EuropaColon y operado hace siete años de este tipo de cáncer.
"Cualquier cosa vale, desde abandonar el sofá y subir escaleras, a caminar, jugar a la petanca o al golf... Lo que sea", ha señalado este especialista en Psicología. Aunque como matizó a continuación la doctora Margarita Feyjoo, jefe del servicio de Oncología del Hospital Sanitas La Moraleja, todo depende del perfil de cada individuo. "Si nunca ha hecho deporte y se trata de un paciente con buen estado general, por ejemplo, una mujer joven con cáncer de mama, debe buscar lo que mejor se adapte a sí mismo, lo que le guste. A lo mejor no se trata de salir a correr todos los días, sino de buscar algo en grupo que le haga moverse", ha aclarado.
Adaptado a cada paciente
En el caso de pacientes más graves, con un estado de salud más deteriorado o, por ejemplo, metástasis óseas, puede tratarse únicamente de salir a la calle a pasear. "Algunos pacientes que eran deportistas dejan toda actividad tras el diagnóstico sin consultar con nadie", cuenta Feyjoo, "por eso es obligatorio que los oncólogos aborden el tema en la primera consulta".
Además de beneficios psicológicos, Margarita Pérez Ruiz, profesora de Fisiología del Ejercicio en la Universidad Europea de Madrid, ha añadido que mantenerse en forma puede aliviar la fatiga que provocan los tratamientos contra el cáncer en un 70% de los pacientes, "y que no se alivia con reposo".
El doctor Cruz, presidente electo de la SEOM, hizo hincapié durante su intervención en que el sedentarismo y la obesidad están implicados en un elevado porcentaje de tumores (sólo por detrás del tabaco en la lista de factores ambientales dañinos), por lo que el ejercicio es un buen método preventivo.
"El ejercicio es una poderosa medicina", concluía Pérez, citando al diario 'The New York Times'. "Beneficia al sistema muscular, aumenta la capacidad cardiorrespiratoria, reduce las náuseas y vómitos de la quimioterapia, reduce los efectos secundarios de algunas terapias sobre el corazón y la médula ósea... Pero hay que dosificarlo bien y adaptar su intensidad a cada paciente y a la evolución de la enfermedad".

elmundo.es

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