Las últimas declaraciones de Paul Saffo seguramente causarán controversia. Para este “especialista del futuro” -una especie de “gurú” que hace predicciones sobre el avance de la tecnología- el hombre como raza se escindirá dentro de no mucho tiempo en dos ramas separadas. Por un lado, estarán aquellos que como tú o yo no podamos pagar los últimos adelantos en regeneración de tejidos, implantes cibernéticos o tratamientos basados en nanomáquinas o biotecnología.
Por otro, los multimillonarios que tendrán acceso a todas las modificaciones genéticas y robóticas que la ciencia desarrolle en el futuro. Ambas ramas de la humanidad dejarán de ser, en algún momento, “compatibles entre sí”.
Los dichos de Saffo pueden relacionarse con las declaraciones que ha hecho en los últimos meses Ray Kurzweil.
Raymond afirma que, a lo sumo 20 años, habremos logrado conseguir uno de los mas viejos anhelos de la humanidad: la inmortalidad.
Lo que está queriéndonos decir Saffo es simplemente que no todos vamos a poder comprar la vida eterna. Un tratamiento semejante, suponiendo que Kurzweil esté en lo cierto y lograr semejante cosa sea posible, seguramente no será barato.
Esto dividirá a la humanidad en dos grupos: los ricos, que podrán pagarse el elixir de la juventud eterna, y los simples mortales que estirarán la pata como cualquier hijo del vecino.
Desde ya te adelantamos que el primer grupo será mucho más pequeño que el otro, y que si Saffo tiene razón, los del segundo grupo difícilmente se queden mansos y tranquilos, condenados, viendo como los otros le ganan la batalla a la muerte.
¿No te parece?
Saffo cree que gracias a los (caros) avances de la medicina y la robótica, los ricos evolucionarán en una subespecie independiente. Aunque no lleguen a obtener la inmortalidad prometida por Kurzweil, serán mucho más aptos para la vida que la especie de los no-ricos. Avances como las drogas personalizadas, tratamientos regenerativos basados en células madre, desarrollo y crecimiento dirigido de los órganos del cuerpo e investigación genética aplicada estarán disponibles tarde o temprano, pero costarán dinero.
Serán accesibles solamente para los individuos con alto poder adquisitivo, quienes evolucionarán de forma separada al resto de nosotros.
“A veces me pregunto si los muy ricos podrán vivir, en promedio, 20 años más que los pobres. Eso representan 20 años adicionales que podrán aprovecharse para lograr más ingresos, con los que se pueden comprar más años de vida”, dice Saffo, y nos deja con ganas de salir ya mismo a ganar dinero (o robar un banco) para no quedarnos en el grupo de los pobres condenados. Como sea, es posible que los plazos que maneja Saffo sean demasiado cortos. Difícilmente en sólo dos décadas tengamos a disposición avances tan radicales como para que la raza humana se divida. Pero su argumento proporciona, al menos, algo para pensar.
neoteo.com
Por otro, los multimillonarios que tendrán acceso a todas las modificaciones genéticas y robóticas que la ciencia desarrolle en el futuro. Ambas ramas de la humanidad dejarán de ser, en algún momento, “compatibles entre sí”.
Los dichos de Saffo pueden relacionarse con las declaraciones que ha hecho en los últimos meses Ray Kurzweil.
Raymond afirma que, a lo sumo 20 años, habremos logrado conseguir uno de los mas viejos anhelos de la humanidad: la inmortalidad.
Lo que está queriéndonos decir Saffo es simplemente que no todos vamos a poder comprar la vida eterna. Un tratamiento semejante, suponiendo que Kurzweil esté en lo cierto y lograr semejante cosa sea posible, seguramente no será barato.
Esto dividirá a la humanidad en dos grupos: los ricos, que podrán pagarse el elixir de la juventud eterna, y los simples mortales que estirarán la pata como cualquier hijo del vecino.
Desde ya te adelantamos que el primer grupo será mucho más pequeño que el otro, y que si Saffo tiene razón, los del segundo grupo difícilmente se queden mansos y tranquilos, condenados, viendo como los otros le ganan la batalla a la muerte.
¿No te parece?
Saffo cree que gracias a los (caros) avances de la medicina y la robótica, los ricos evolucionarán en una subespecie independiente. Aunque no lleguen a obtener la inmortalidad prometida por Kurzweil, serán mucho más aptos para la vida que la especie de los no-ricos. Avances como las drogas personalizadas, tratamientos regenerativos basados en células madre, desarrollo y crecimiento dirigido de los órganos del cuerpo e investigación genética aplicada estarán disponibles tarde o temprano, pero costarán dinero.
Serán accesibles solamente para los individuos con alto poder adquisitivo, quienes evolucionarán de forma separada al resto de nosotros.
“A veces me pregunto si los muy ricos podrán vivir, en promedio, 20 años más que los pobres. Eso representan 20 años adicionales que podrán aprovecharse para lograr más ingresos, con los que se pueden comprar más años de vida”, dice Saffo, y nos deja con ganas de salir ya mismo a ganar dinero (o robar un banco) para no quedarnos en el grupo de los pobres condenados. Como sea, es posible que los plazos que maneja Saffo sean demasiado cortos. Difícilmente en sólo dos décadas tengamos a disposición avances tan radicales como para que la raza humana se divida. Pero su argumento proporciona, al menos, algo para pensar.
neoteo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario