martes, 27 de mayo de 2008

Madonna duerme sola........



Alguna vez Madonna dijo que se había casado con Guy Ritchie por razones equivocadas. Y él, lord inglés, se aguantó la confidencia con sonrisa estoica y la ayuda de un scotch. Lo mismo hizo cuando la reina del pop decidió que el matrimonio tenía que adoptar un niño del tercer mundo. Y así, capricho tras capricho, la pareja resistió siete años. Hasta esta semana, en la que los medios ingleses anunciaron la separación.
El desfile por la alfombra roja de Cannes, con ella como estrella y él como acompañante, fue bastante elocuente: Ritchie no disimuló su cara de fastidio y Madonna, no bien pudo, le soltó la mano y corrió a los brazos de su muy buena amiga Sharon Stone. Ah, antes le había advertido que ni se le ocurriera hablar de la película que él está por estrenar en octubre porque el centro de atención, en este caso, debía ser ella como productora del documental I am because we are, acerca de los niños de Malawi. Cinta que en un principio iba a dirigir Ritchie pero que finalmente quedó en manos de otro director. Tan incompatibles en el trabajo como en el matrimonio.
Amigos de la pareja confirmaron que desde hace varios meses dormían en camas separadas. Incluso, habían dividido la casa en dos porciones para no tener que encontrarse y se comunicaban por mensaje de texto a través de sus blackberrys.
Al parecer, fue Madonna quien finalmente tomó la decisión de terminar con siete años de matrimonio, cansada de que Ritchie la tratara con indiferencia en público, de que pasara tan poco tiempo con sus tres hijos (Lourdes, Rocco y David Banda, recientemente adoptado) y que, por sobre todo, se la pasara en el bar bebiendo con sus amigos borrachines.
Madonna y Richie se casaron a fines del 2000 en un castillo en Escocia y los primeros rumores de separación aparecieron cuando Lourdes y Rocco empezaron a cambiar de colegio constantemente para poder acompañar a su madre a las giras. Y eso, a Ritchie, no le gustaba.
Otro punto de conflicto fue el fanatismo de Madonna por la Kabbala, devoción que el director de Juegos, trampas y dos armas humeantes no comparte.
Por último, la adopción de David de Malawi y un intento frustrado de adopción de una niña de India, que Ritchie no permitió, completaron el mapa del conflicto.
Pero tampoco faltan los chismes que hollywoodizan aún más estas historias de Holywood: se dice que unos meses antes de adoptar a David, Madonna se acercó demasiado a su productor Stuart Prince, de 30 años.
“Sin embargo, ella siempre trataba de controlar a Ritchie: lo llamaba seis veces por día, quería saber dónde estaba”, contó una fuente cercana a la familia.

A pesar de todo esto, la pareja intentó darse una última oportunidad. Ya fuera por amor o por necesidad, se entrevistaron con la famosa terapeuta Tricia Barnes y hasta aceptaron los consejos del gurú Elton John. Pero, se ve, nada dio resultado.



“Soy muy complicada para convivir”, reconoció, por fin, la tumultosa diosa del pop.

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