Música a todo volumen, gritos, risas... y vecinos molestos. Cuadro típico de sábado por la madrugada en cualquier ciudad. Lo que llamó la atención en el coqueto barrio de San Martín, en Mendoza, es que los ruidos molestos del último fin de semana provenían de un jardín de infantes.
Gran revuelto levantó en la capital mendocina la noticia de una "fiestita" en el establecimiento que de lunes a viernes recibe a niños de entre 45 días y cuatro años, pero que el sábado fue el escenario de una despedida de soltera que incluyó a varias maestras y a dos strippers. ¿La homenajeada? La directora del establecimiento.
"Soy la dueña y fue a mí a la que le hicieron la despedida de soltera", reconoció días más tarde la mujer, según consignó el diario Uno de Mendoza. "Les dije a las chicas que no me llevaran ahí. No les di mi consentimiento. Las maestras tienen llave del lugar y yo no sabía que habían elegido la guardería para hacer esto", agregó.
La directora intentó justificar lo sucedido el fin de semana y defendió la idea de que la guardería "es un negocio, como un quiosquito". Los vecinos del barrio de San Martín parecen no opinar lo mismo.
Un conflicto más ético que legal
Mercedes Mellado, delegada regional de la Dirección General de Escuelas (DGE) de Mendoza, sostuvo sin embargo que el malestar generado en el barrio no alcanza para tomar medidas con el establecimiento educativo. "A veces, lo legal y lo ético no van de la mano y esto, si bien no infringe la ley porque no existe, evidentemente no es ético", sostuvo la funcionaria, según publica el diario Uno en su edición de hoy.
"Enviaremos inspectores a ese lugar para comprobar que la habilitación esté en regla y recomendarles que no se realicen allí otras actividades que no sea la específica para la que está habilitado el local", aseguró por su parte Carlos Baigorria, director de Inspección e Higiene del Municipio de San Martín, quien a su vez sostuvo que "hay un vacío legal" en lo que se refiere al control de las guarderías privadas.
lanacion.com
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